Introducción

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— Isa —levanté la vista del libro que leía y vi a Lee Jordan golpeando la puerta del compartimiento en el cual me encontraba— necesito que vengas, rápido

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— Isa —levanté la vista del libro que leía y vi a Lee Jordan golpeando la puerta del compartimiento en el cual me encontraba— necesito que vengas, rápido.

Suspiré resignada, porque ya sabía que algo había sucedido. No siempre algo bueno. De hecho, si lo pedía con ese cierto tono de nerviosismo en la voz sólo eran malas noticias.

Cerré el libro muggle que estaba leyendo y lo dejé sobre el asiento para luego levantarme, con cierto pesar.

— ¿Me lo cuidas? —le pregunté a Jennifer, la chica con la que estaba sentada.

— Sí, claro —me contestó sonriendo. Al siguiente segundo regresó al libro que estaba leyendo ella también. Ambas somos ravenclaw. ¿Qué esperaban de nosotras? ¿Que no estuviéramos leyendo nada?

Sí, sí. Sabía bien que aquello era un gran estereotipo hacia los alumnos de mi casa, pero no iba a negar nunca que nosotras dos lo cumplíamos a raja tabla. Y eso que conocía poco a la chica, nada más vernos en la biblioteca seguido y en la sala común.

Alguna que otra vez nos hemos compartido información acerca de novelas para recomendarnos, rara vez hemos hablado de nuestras vidas, pero con ello era suficiente para llevarnos bien.

Salí hacia el vagón y mientras seguía a Lee con paso firme, él me relataba lo sucedido minutos atrás con nuestros amigos gemelos que teníamos en común.

— Fred y George decidieron hacerle una broma a uno de segundo año, que se estaba haciendo el creído, y el chico los hechizó y ahora no saben cómo deshacerlo —dijo— en la primera persona que pensamos en buscar fue a ti, ya que de seguro sabes cómo arreglar esto. ¡Mira, allá están! —indicó el último compartimiento con su dedo índice.

Me asomé por la puerta y pude verlos a ambos desesperados, moviéndose de un lado para el otro y haciendo gestos frenéticos con las manos.

— Mejor te dejo sola con ellos —se excusó— no quiero oír sus voces... durante un largo rato —Lee se rió y caminó con lentitud para el lado contrario de donde habíamos venido. Me acomodé mejor mi pulóver para luego abrir la puerta con suavidad. No se habían percatado de mi presencia fuera hasta ese momento que entré dentro.

— ¡Ah! ¡Menos mal que Lee te encontró! —Gritó Fred— ¡Estamos desesperados Isa!

— ¡Tienes que arreglar esto! —Gritó George también— ¡Estamos horribles!

— Primero que todo ¡Dejen de gritar como locos! —les grité a los gemelos Weasley para que terminaran con ese escándalo— ni que fuera el fin del mundo. Están haciendo drama por una tontería.

— ¿Tontería? —Dijo Fred haciéndose el ofendido.

— Ayúdanos, por favor, tú eres muy inteligente —suplicó George, haciendo caso omiso de todo lo demás que estábamos diciendo— Sabes cómo arreglar este hechizo ¿Verdad? ¡Nacimos pelirrojos y moriremos pelirrojos!

Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora