Capítulo 26

5.4K 394 188
                                    


Los pasos de Jūgo guiaban al equipo en su objetivo por capturar al hombre que se hacía llamar Killer Bee, quien era nada más ni nada menos, el Jinchūriki del Ocho colas.

Algunos tenían sus dudas de lo que estaban haciendo, como Karin y Yumi. Otros, como Suigetsu, solo querían probar su espada sobre nueva piel. Y gente como Sasuke pensaba únicamente en cumplir su meta, y veía aquello como un medio para un fin. Jūgo acataba lo que Sasuke ordenaba, a él no le interesaba saber el motivo por el cual Akatsuki quería reunir Bujū, iba por él porque sí.

—¿Nunca se ha preguntado por qué, Sasuke...? —Yumi se esforzaba por dejar los honoríficos, pero solía olvidarse y él en respuesta, le dedicaba una mirada entre frustrada y divertida. Mayormente burlonas—. ¿Nunca te has preguntado la razón?

Esta vez, el azabache la miró con cautela. Su cabello largo lo llevaba atado en un moño que desprendía sobre su cuello y su frente, algunos mechones; mientras que su rostro lucía agotado y la piel más blanca que de costumbre. "¿Estará bien?", se preguntó en su interior viendo con detenimiento cómo los rasguños y heridas de batalla de sus brazos empezaban a sanar de a pocos.

—Hace años, antes de unirme a Orochimaru, cuando estaba en la aldea, me enteré que mi hermano había vuelto y buscaba a Naruto —El recuerdo de esa ocasión le quemó la garganta, como cada vez que pensaba en Itachi y en lo jodida que debía haber sido su vida.

Yumi, quien se había adelantado para hablarle, no dijo nada por los segundos que tardó en recobrarse de la furia que lo embargaba al pensar en su aldea. Era gracioso darse cuenta que ella podía ver a través de su máscara de inexpresividad; cuando estaba enojado, cuando la tristeza podía más que el resto de emociones, cuando añoraba a sus padres y a su hermano, cuando pensaba en el futuro y últimamente, hasta cuando tenía hambre, ella lo sabía.

—Al ir tras él, me enteré que buscaba al Zorro de las Nueve Colas que habitaba en ese tonto. En Naruto, mi compañero de equipo —Rodeó una roca gigante y volvió a caminar al lado de la chica—. No sé porqué querrán capturar esas bestias, o si es para coleccionar, pero es seguro que desean tenerlas hace años.

—Naruto era tu amigo más cercano —No era una pregunta. Quería saber más de él—. ¿Cuando lo dejaste, no se te hizo difícil?

El azabache sonrió a medias, ladino, y se dedicó a caminar sin verla por un minuto. Ella tenía cierta particularidad de hacerlo soltar las cosas que guardaba con recelo. Le asustaba. Era extraño saber que podía escarbar en su caparazón y desnudar sus secretos. La menuda muchacha, de apariencia frágil, resultaba ser la mayor de las veces, un problema constante en sus pensamientos.

—¿O fue más difícil dejar a tu novia? ¿A tu maestro?

La sonrisa se volvió amarga y negó de inmediato.

—No tenía novia. Te lo dije una vez, no podía pensar en esas cosas...

Yumi asintió con una sonrisita en los labios. Él se enojaba rápido cuando se avergonzaba.

—Naruto siempre ha sido difícil, así que sí, supongo... supongo que sí. Tener en la mente que él no se rendirá no importa qué, resulta extenuante —confesó empezando a querer cortar el cabello que tapaba su vista de los ojos oscuros y bonitos de ella.

Estaba a punto de apartar el mechón oscuro con sus dedos, pero ella habló antes.

—Naruto es lindo. Tiene algo que hace que te resulte imposible, al menos para alguien como yo, no simpatizar con él.

Sasuke entonces enarcó una ceja. "¿Naruto lindo?".

—Naruto es un idiota.

No obstante, la chica negó casi ofendida.

Kimi ga suki | Tú me gustasWhere stories live. Discover now