El Demonio es un Ángel © ✔

42. La chica es encantadora.

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— ¿Cómo te fue con la hermana de Chris? — Preguntó de repente Brittany en el instituto molesta, nadie sabía porque pero echaba casi chispas. — Es insoportable, ¿Cierto? — Dijo recordando lo último que había hablado con ella.

— Genial, no sé porque dicen que es pesada, pero es increíble, ayer casi me moría de la risa con ella. — Admitió Anderson sonriente.

— ¿En serio? —

— Si, Iara llegó de buen humor a casa también. — Dijo Chris con una sonrisa, le encantaba que Anderson se llevará bien con su novia.

— Es encantadora y me hacía reír. Además dijo que le caía bien. —

— Eso no fue lo que me dijo a mí. — Se quejó Brittany furiosa. Anderson frunció el ceño.

— ¿La viste el fin de semana? ¿Fuiste a ver a Chris? — Brittany y Chris se pusieron nerviosos, y Wyatt esperaba que Anderson descubriera la clase de alimañas que eran. Edward también sonrió sentía que su amiga los había atrapado con las manos en la masa.

— Espero que sí porque creo que ustedes tienen un proyecto, juntos, lo mejor es que lo terminen lo antes posible. — Le sonrió Anderson. Y Megan rodó los ojos enojada, en serio quería decirle a Anderson directamente que terminara con ese cerdo de Chris.

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— ¿Segura que me veo bien? — Iara asintió sonriente.

— Esplendida. — Confesó mientras se bajaba del auto con Anderson y le entregaba las llaves a alguien para que lo fuera a estacionar. — Levanta la cabeza y sonríe eres muy hermosa Anderson incluso mi hermano tiene suerte de que seas su novia. — Anderson sonrió con las mejillas rosas.

El lujoso lugar era amplio, los pasillos adornados con jarrones y una alfombra cara, además de los cuadros colgados en la pared.

— Se ve bien ¿Verdad? — Le preguntó Iara a Anderson quien miraba con emoción los bocadillos. Anderson asintió, tomando unos que se veían apetitosos y casi se derretían en tu boca. Alguien abrazó a Anderson por la espalda y besó su mejilla.

— Mi hermana no mentía te ves preciosa en ese vestido. — Confesó Chris poniendo colorada a Anderson.

— Gracias. — Iara rodó los ojos.

— Bueno yo me voy por ahí a saludar personas y a bailar. —

— ¿Me concedería el honor de bailar conmigo hermosa Anderson? — Le pidió Chris a Anderson y ella asintió enternecida.

— El honor será mío Guapo Johnson. — Contesto tomando su mano y yendo con él a la pista de baile. Christoffer dejó una mano en su cintura.

— Reconozco esta. Spring Rain de Yiruma ¿Verdad? — Le preguntó a Chris quien hizo una mueca sin la menor idea.

— No lo sé lo único que se es que te ves hermosa esta noche. — Sonrió su novio. Sus padres al otro lado del salón tenían sus ojos puestos en la pareja. Anderson se movía con gracia. Y su belleza resaltaba con el vestido y el poco maquillaje.

— Confieso que me siento como cenicienta con el príncipe. — Admitió Anderson. Christoffer rio.

— Pues que guapo príncipe. —

— Muy guapo. — Admitió Anderson con una sonrisa, robándole el aliento a Chris. La noche parecía ser de ellos y que no había nadie más a su alrededor, y Christoffer aprovecho para besarla delicadamente, sabía que las miradas de algunos estaban puestos en ambos. E incluso les preguntaban a los Johnson quien era la educada y fina chica que bailaba con su hijo, y ellos respondían contentos que era su novia.

— ¿Me permites una pieza? — Preguntó con voz ronca el Sr. Johnson. Anderson volteo a verlo y Chris le cedió la mano no sin antes darle un beso en la mejilla. — ¿Qué tal la noche Anderson? —

— Bien Sr. Johnson. — Admitió ella. — Los bocadillos están deliciosos. — Susurró haciendo reír al señor Johnson.

— En realidad todos están preguntando por ti, y de que familia eres la hija. Seguramente pensando en que si no se arregla un matrimonio con Christoffer, se arreglaría con uno de sus hijos. — Anderson prestó atención alrededor. Y sintió un poco de vergüenza. — Me gustaría poder contestar de que familia formas parte pero... —

— En realidad Sr. Johnson yo no formó parte de ninguna familia de clase alta o de clase media alta si quiera. — Ella le diría ahí mismo que era pobre, pero no quería dejarlo en vergüenza con sus socios.

— Tranquila Anderson yo no digo nada. — Habló el señor Johnson. — De verdad prefiero que mi nuera sea una chica educada a las estiradas hijas de mis socios. — Murmuró lo último luego de ver como Chris hablaba con una rubia al otro lado del salón.

— Mi padre no era muy adinerado que digamos. — Anderson abrió los ojos con asombro. — De hecho él era dueño de una barbería. — Ella asintió. — Pero eso logró pagar mi universidad y yo soy ambicioso. — Ella asintió.

— Se reconocer un buen negoció cuando lo veo, y también soy bueno leyendo a la gente. Sé que tú eres buen partido para Chris y Chris para ti. — Ella asintió. — No me interesa mucho de donde venga la novia de mi hijo, pero si me interesa que este con él hasta el último momento. ¿No sé si me explico? —

— ¿Cree que salgo con él por dinero o algo así? — El Sr. Johnson rio le gustaba que la chica fuera directa.

— Podría haberte investigado, pero pareces demasiado confiable para eso.— Anderson sonrió.

— Lo cierto es que no tengo nada de dinero. Me mantengo con mi esfuerzo. Pero puede estar tranquilo Sr. Johnson yo quiero bastante a Chris. Y soy bastante leal, su hijo está a salvo en mis manos. — Admitió ella, el Sr. Johnson sabía que no mentía.

— Lo sé Anderson y me alegra que nos acompañes esta noche. — Ella sonrió. Alguien carraspeó a su espalda.

— Quería ver si podría bailar una pieza con la Srita. — Anderson sonrió al verlo.

— Dejaré que bailes con la Srita. Pero solo porque eres amigo de mi hijo Evans, y recuerda que es su novia trátala con respeto. — Edward sonrió.

— Tranquilo Sr. Johnson. Es una de mis amigas. — Dijo poniendo su mano en la cintura de Anderson y bailando lentamente con ella.

— ¿Qué tal Anderson? — Le preguntó Edward sonriendo.

— Creo que es interesante ver cómo la gente rica se divierte. — Dijo sincera, y Edward rio.

— En realidad hay buenas discotecas. — Asintió Edward y Anderson negó.

— Creo que nunca me gustaran esos lugares. — Admitió sincera.

— Pues la verdad es que tú pareces encajar muy bien aquí. —

— Y eso es todo un milagro. — Dijo Anderson con una mueca. — Ahora solo faltaría Wyatt para sentirme cómoda. — Edward enarcó una ceja riendo. — No es lo que piensas. — Negó ella.

— Yo no dije nada, ni pensé demás. — Dijo Edward divertido. 

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Gracias por su Apoyo y espero que les guste la Historia. En serio me alegra que les guste 😀😚