8. Intentaré ser una buena Novia. 👫

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— ¿A dónde vas? — Christoffer llegó al lado de Anderson tomándole la mano, además de estar desprevenida, no había ninguna norma que dijera que estaban rotundamente prohibidos los noviazgos en el instituto, pero solo podían ir de la mano.

— A clase de Física. — Dijo mostrándole su libro, y sonriendo por la calidez en la mano de Christoffer, realmente le parecía muy lindo que usara la pulsera que ella le había obsequiado.

— Creo que yo también, Anderson. ¿Nos sentamos juntos? — Ella no tenía problema con eso, se sentaba hasta atrás y los asientos a su lado estaban vacíos.

— Si tú quieres. — Christoffer besó fugazmente su mejilla, y la chica se sonrojó de inmediato, no había notado hasta entrar al salón que todos tenían su vista en ambos.

Ahora los chicos notaban las bonitas y delicadas curvas que ella manejaba, también ese lindo sonrojo en sus adorables mejillas, y esa hermosa sonrisa que podía quitarle el aliento a cualquier chico.

Cuando entraron el resto de sus amigos, a Wyatt no le hizo ni un poco de gracia verlos juntos, no sabía porque pero le daba asco la situación, no le interesaba en lo más mínimo las chicas con las que tuviera sexo Christoffer, pero si ella abría las piernas con él, perdería su apuesta. A Brittany se le hacía desagradable.

— Buenos Días. — Incluso a la maestra Monroy se le hizo extraño ver a Anderson rodeada de sus otros compañeros, y de la especial atención que le prestaba el chico Johnson. — Abran su libro en la página 235. — Los alumnos siguieron sus indicaciones y pusieron a trabajar. Anderson estaba totalmente concentrada en su trabajo.

— Psss. — Christoffer coqueteaba con ella. Y ella sonreía intentando no prestarle atención, cuando terminó de escribir el trabajo y tenía el resto de la hora libre volteo a ver a Christoffer quien estaba demasiado cerca. Se acercó coquetamente a Anderson y susurró en su oído. — "¿Quieres ser mi novia?"  — Nunca le había costado llegar a tanto con una chica, siempre le abrían las piernas antes de pedírselo, pero no es que fuera su primera novia.

— ¿No deberías preguntar mientras no haya tanta gente viéndonos? — Le susurro Anderson de vuelta en su oído sonrojada y sonriente a la vez. Este rió.

— Es que no podía esperarme a decirle al resto que eres mi chica. — Rosó sus labios en la oreja de Anderson, rió nerviosa.

— Intentaré ser una buena novia. — Contestó ella con timidez. Y él dejó un sonoro besó en su mejilla causando la atención del resto de sus compañeros.

— No sabía que tenía tanto ganado. — Los demás carcajearon y ella solo se sentía muy avergonzada. Wyatt rompió su lápiz del enojo.

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— ¿Estás bien? — Christoffer se sostenía la cabeza por el fuerte golpe que había recibido en la práctica, Anderson se había quedado a verlo a petición de él mientras ella hacía sus tareas y esperaba la hora de irse a su trabajo.

— Sí, no es nada. — Susurró aunque su cabeza dolía como el demonio. Las miradas no pasaron desapercibidas cuando Anderson llegó a su lado con un poco de hielo al mostrar gran preocupación por su ahora novio. — Auch. — Se quejó al sentir el frío hielo en el lugar del golpe.

— Shhh. Tienes que tener más cuidado. — Le reprochó, y realmente Christoffer no iba a decirlo, pero le agradaba la preocupación de su chica, ni una sola de sus novias se había quedado a sus prácticas y ni una sola le había mostrado preocupación por su salud nunca. — ¿Sabes los problemas que podrías desarrollar por estos golpes después? — 

Edward y Wyatt, estaban ciertamente celosos. ¿Alguien se preocuparía de la misma forma por ellos? Claro que no, no esas chicas solo les gustaban los varoniles y que ellos llevaran las riendas en la relación.

— ¿Me estás diciendo que deje el fútbol americano? — Ella rió negando.

— Te estoy pidiendo que cuides de tu salud, si tú mismo no lo haces nadie lo hará por ti, además el deporte no es malo, pero tienes que ser precavido. — 

— Suenas como mi mamá. — Rió viendo sus labios.

— No mirarías así a tu mamá. — Una sonrisa maliciosa apareció en la chica, y los del resto del equipo de futbol podrían jurar que era un maldito demonio en el cuerpo de un hermoso Ángel. Wyatt solo bufó en silencio, sí que perdería su apuesta.

— Cierto. — Besó delicadamente a la chica quien luego hizo presión sobre el golpe en su cabeza para que se alejará, riendo. — Ouch. — Se volvió a quejar.

— Es el instituto y hay que respetar un poco. — Dijo con una media sonrisa.

— Está bien, pero no puede resistirme eres preciosa. — Christoffer se sintió como un niño regañado. Y Anderson se sonrojo. Y solo lo besó fugazmente sobre él golpe. — Lo que quieras princesa. — No iba a negarlo, la atención que le prestaba su novia hacía que ahora le diera un mayor estatus y sabía que su madre estaría encantada.

💙

— Aquí tienes. — Le extendió a Christoffer un pequeño depósito de almuerzo. Christoffer la vio extrañado, y la abría, era una caja llena de frutas cortados en pedazos generosos, entre ellos resaltaba la piña. Los demás la vieron extrañados, y con una sonrisa de diversión en el rostro.

— ¿Por qué es? — Pregunto Christoffer a Anderson.

— Las frutas que hay ahí son anti-inflamatorias. Y te ayudarán a sanar más rápido. — Dijo sacando su almuerzo y comiendo. — Pero si no te gustan puedes dármelo a mí me gustan las frutas. — Dijo con la intención de quitárselo pues Christoffer parecía seguir en Shock.

— No está bien, princesa. Es mío. — Dijo como un niño pequeño, no se lo diría a sus amigos, pero esa sonrisa de felicidad lo delataba al comer cada trozó de fruta. Wyatt veía mal la situación de su apuesta, mientras Megan realmente sentía ya tener el dinero en el bolsillo, pensaba que Anderson era mucho más amable y perfecta de lo que aparentaba ser.

— ¿Y a nosotros porque no nos traes? — Se hizo el ofendido Edward. Anderson sonrió. — ¿Tengo que lastimarme para que me cuides? — 

— ¿Es que eres tonto? —

— Eso lo hace porque es su novio. — Dijo Wyatt siguiendo la oración de Stacy.

— No es solo por eso. Es porque se lastimó y ya. — Pocos creían eso, pero lo dejaban a la duda. — Cuidaría también de ustedes si se lastimaran. — Se rieron porque no esperaban nada bueno de ella.

El Demonio es un Ángel © ✔Where stories live. Discover now