El Demonio es un Ángel © ✔

77. Demonios del Pasado.

Una mirada al pasado.

— Ella no es como Alexander. — Los otros voltearon a verla una vez más, y los ojos que tenía cuando miraba a Cooper no se parecían a los que a ellos les daban pesadillas. De hecho parecían Angelicales en ese preciso momento.

— Se parece a Margaret. — Habló Joe, había conocido a Margaret de hecho se había enamorado en su juventud de ella, pero Margaret había preferido al chico malo como muchas chicas, lo que Margaret no había notado es que esa fue su peor elección.

— Creí que salía con el hijo de los Johnson. — Dijo cuando volteó a ver que la señora Johnson platicaba y se veía molesta con su hijo Christoffer Johnson.

— Salía. — Asintió Miller. — De hecho yo creí que ya saben, tendrían algo sumamente serio. Y hubiera preferido que saliera siempre con Chris, porque tenía un futuro asegurado. —

— Tomar malas decisiones viene de familia. — Habló Peter. Y Joe le siguió.

— Al parecer se parece tanto a Margaret que término escogiendo tan mal como siempre. — Jonathan suspiró, él siempre era sincero e iba aclarar las cosas.

— Christoffer no era tan buena pieza como parecía. De hecho aún tengo ganas de quemar su auto. — Los otros lo vieron extrañados, Miller no era para nada violento, tenías que haberle hecho algo muy malo como para hacerlo enojar. Los otros dos voltearon a verlo confundidos.

— Salía con Lili solo por una apuesta. — Ellos se vieron asombrados, ese tipo de cosas no se hacen si quieres tener algo serio con alguien.

— Además. Lili no se parece ni a su padre, ni a su madre. Tal vez si físicamente, la genética no miente. — Y ellos aun así no entendían.

— Ella es Lilith Anderson muchachos, Margaret Anderson abusó de ella física y verbalmente desde que tiene memoria, ha estado muchas veces en el hospital, ha tenido que actuar como una adulta desde que tiene 12 años. Cuando debió haber tenido una adolescencia llena de problemas de adolescentes. Tuvo que comprar droga desde los 14 años para la adicta de su madre. Porque si no era golpeada. — Jonathan cerró los ojos con fuerza.

Joe tragó fuerte, sabía desde que tenía 19 años que el final de Margaret no iba a ser muy lindo, pero no se había puesto a pensar en que las consecuencias las había tenido que pagar su hija. Ambos voltearon a ver a Anderson.

— Aun así Anderson sigue teniendo las mejores notas del instituto. No es porque yo le ayude o porque los profesores sepan de su situación. Es porque Lilith Anderson no se parece a ninguno de sus padres. —

— ¿Qué me dices de Cooper? No te lo voy a negar tiene el potencial de ser el nuevo corredor de la universidad. Incluso podría entrar al equipo oficial sin ser mucho tiempo un practicante. Pero...— Peter tragó fuerte y Joe siguió.

— Se parece a Alexander. — Los dos podían ver la mirada de Wyatt, era un tipo decidido de esos que hacían las cosas y no tenían remordimientos.

— Hace tres semanas quiso hablar conmigo. — Sonrió Miller recordando la plática. — Me pidió que hablara con mis influencias en alguna universidad, que no necesariamente fuera prestigiosa, él solo quiere estudiar para no decepcionar a Lili. — Dijo viendo a los dos chicos de reojo. Anderson acariciaba con delicadeza la mejilla de su novio al mismo tiempo que tenía una cálida sonrisa en su rostro.

— Quiere estudiar para tal vez poder en un futuro ofrecerle algo a Lilith. Cuando me lo dijo pensé que Lilith ni siquiera le haría caso, pero ya vemos que es un suertudo. — Joe y Peter hicieron una mueca, esos dos les recordaban tanto a los padres de Anderson que los muchos malos recuerdos venían a sus mentes.

— Desde que Cooper se junta con Anderson sus notas han mejorado, parece controlar un poco más sus arrebatos de ira, y al parecer también me enteré que dejó los negocios sucios. Cooper también ayudó a Anderson a ir al hospital y también a denunciar los abusos a los que su madre la sometía. Ahora Margaret está en un centro de ayuda, y se sigue debatiendo si internarla en un Psiquiátrico. — Aquello revolvió el estómago de Joe, si tan solo hubiera tenido las pelotas para alejar a Margaret de Alexander en aquel entonces.

— Por eso pedí específicamente que vinieran ustedes, ninguno de nosotros pudo ayudar en su momento a Margaret Anderson. Nosotros sabemos que fue lo que sucedió, y nosotros sabemos que Margaret hubiera tenido una vida diferente si hubiéramos alejado a Alexander de ella así fuera a la fuerza. Ahora siento que puedo enmendar mis errores ayudando a Anderson. — Jonathan soltó en un suspiró, el aire de sus pulmones quemaba tan llenó de remordimiento. Al igual que los demás.

Margaret había sido en su momento aún más ingenua que la propia Lilith, ellos pudieron haberla detenido antes de que se enamorara de ese psicópata.

Lo que Anderson no sabía de Miller es que él había sido amigo de su madre cuando joven, eran mejores amigos de hecho, no había conocido a Lilith por casualidad del destino, la conocía porque es hija de la chica que una vez llamó Mejor amiga, es la nieta de su Nana, pasaba tanto tiempo con Esmeralda Anderson que fue haciéndose mejor amigo de Margaret Anderson.

Pero no fue un amigo leal, él se alejó de Margaret cuando comenzó a hablar con Alexander, sabía la clase de tipo que era Alexander y aun así nunca intentó advertirle a su mejor amiga. Y simplemente la dejó sola.

Él no había tenido los huevos como le dicen, que si tiene Lilith para decir lo que piensa, para alejar a las personas tóxicas de su vida, para hacer lo que es correcto así todos estén en su contra, como haber sido leal con sus amigos desde el inicio y usar esa psicología inversa con Cooper para que dejara ese mundo en el que Cooper estaba metido. Porque sí, Miller había escuchado las veces que Anderson le dijo a Wyatt que le visitaría en su funeral y que le llevaría flores, ese había sido el intento de Anderson de decirle a Wyatt que por favor, saliera de ese mundo.

Mientras tanto ahora Jonathan quería enmendar ese error del pasado ayudando a la hija de su ex mejor amiga, quién luego se volvió una prostituta y drogadicta que maltrataba a su propia hija, sentía que tenía una deuda y quería pagarla ayudando a que Anderson tuviera la oportunidad de escoger bien.

Aunque él no había tenido que guiar a Lilith por el camino correcto, ella lo había escogido desde que tenía 12 años, ella tomaba las decisiones correctas, porque era decidida y no dudaba ni de ella misma, sabía y hacía lo que era correcto porque quería, porque la elección la hacía ella y eso quería hacer siempre, y si ahora había escogido a Cooper, era porque Cooper era el chico correcto. Los otros dos suspiraron.

— Quedémonos a ver el partido. —

— Y dejemos atrás esos demonios del pasado. — Dijo Jonathan Miller asintiendo.

Esos tres en realidad tendrían un par de pesadillas unos cuantos días, porque si ellos también hubieran hecho las cosas diferentes, una pequeña chica que besaba a su novio quien volvía a jugar en el segundo tiempo, tal vez no hubiera tenido una vida tan triste, cruel y tan llena de traumas que aún de vez en cuando salían a la luz, así como sus demonios internos.