CAPÍTULO LXXI: Tomorrow

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… No no no more tomorrow...

 

                Reunidos todos en la sala principal del departamento, se encontraba nuestra pareja protagonista. En frente los observaba el carismático cuñado y el padre de Marisol. Ésta solamente bajaba la cabeza, la inesperada bienvenida que le dio a su padre fue bastante conmocionante, después de casi tres años sin verla no podía estar más shockeado. 

Recibiendo una taza de té del hijo mayor, queda mirando fijamente al oriental, mirándolo éste de reojo al percatarse. La tensión en aquel departamento era de temer, Alejando no hallaba qué decir, sabía que una palabra errónea y era hombre muerto, le hacía muecas a su hermana y ésta le contestaba con la mirada, se entendían muy bien los hermanos. 

-          Papá… - intentando romper el hielo pero la fulminante mirada del progenitor, desvaneció cualquier intento.

-          Así que usted es el novio de m hija, ¿no cree que ese peinado es demasiado infantil? – emitía el padre de Marisol, ante el nervioso Taeyang.

-          Lo siento – respondía en español el oriental avergonzado.

-          Haber Mapy, embarazada… - decía con cariño a su hija posando la taza de té en la mesa –¿No se supone que para tener un hijo debes estar casada? – decía intimidante – Sé que ya eres una mujer y profesional pero… - quebrándose la voz del padre – Yo no quería que te saltarás etapas – abrazando a su hija.

-          ¡Papá aún no tenemos la certeza! – decía entre sollozos de alegría en los brazos de su padre.

Sí, así como lo ven. A pesar de la mayoría de edad de la latina, su padre no puede dejarla de ver como un bebé. Los dos se abrazaban fuertemente, lloraban de alegría al verse después de tanto tiempo, Alejandro secaba sus lágrimas al ver tan conmovedora escena – Esto es familia – pensaba en voz alta, ante el aliviado Sol, que suelta un suspiro al ver que la tensión había desaparecido. 

-          Así que por fin tengo el gusto de conocerte Dong Young Bae – decía en perfecto coreano el atrevido Alejandro con una sonrisa traviesa en su rostro.

-          Sí, mucho gusto – extendía su mano el oriental.

-          Eres bastante atractivo – observándole la mano, que del susto la quita inmediatamente Taeyang – No preocupes que no muerdo – soltando una carcajada ante el sudado rostro del oriental.

El oriental observaba en silencio a la extrovertida familia de su amada. Le causaba gracia que su suegro fuera tan bipolar en algunos momentos, especialmente cuando mimaba a su hija. Acariciando a la felina, intenta calmar sus atolondrados nervios, era la primera vez que veía a la familia de su novia, y después de aquella noticia, no sabía si seguiría con vida. 

-          Supongo que usted se casará con mi hija…¿Cómo dijo que se llama? – emitía el señor.

-          Dong Young Bae – emitía con cautela el oriental.

-          Dong…. Es muy difícil ese nombre, hasta que lo conseguiste mi Mapy, te emparejaste con un oriental… Pero – acercándose el señor Molina – Tu rostro me parece conocido –

-          Pero papá, se nota que los años te están afectando. Es el chico que estaba en el pouster gigante de la habitación de Mapy – siendo acribillado por Marisol con cojines.

-          ¡CALLATE! – decía complementa roja y acalorada Marisol.

-          ¡Tienes razón! Es él… salía con un perro – extendiendo su mano  - Supongo que has cuidado muy pero muy bien de mi hija – decía el Señor Molina ante el risueño oriental que asiente temeroso.

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