CAPÍTULO XXI: My heaven

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 never knew that love could come and go just like that yo…

                

                Una mañana distinta, un amanecer especial. La acaramelada pareja amanecía abrazada, enredados entre las sábanas que cubrían sus cuerpos desnudos. Taeyang abre lentamente sus ojos al sentir el cantico de los pajaritos anunciado el nuevo día que comenzaba. Acomodando la ondulada cabellera de su amada, toma el rostro femenino apoyándolo en su agitado corazón. Acariciaba el rostro de su chica pero sus juguetones dedos no podían evitar desviar su camino acariciando el resto de la suave piel – Eres bellísima my lady – besando la frente de su amada que seguía durmiendo plácidamente – Estaremos juntos por siempre – aferrándola a su cuerpo intentando que aquel momento perdurará eternamente en su corazón, en su mente y en su alma.

Recordando aún aquellos besos y caricias de aquella noche inolvidable para Marisol, trata de concentrarse para estudiar para sus últimos exámenes. – Espero que regrese pronto… - pensaba en voz alta la veterinaria, que suspirara sobre sus libros de estudio. – ¡Quiero estar con él!... Creo que me he hecho dependiente de su presencia. – hundiendo su cabeza en los libros. – ¡Kyaaa! ¡Ya! ¡Marisol ponte a estudiar que falta poco para tus últimos exámenes! – retomando los estudios para estar lo más pronto desocupada.

Después de aquella primera noche juntos, el enamorado oriental tuvo que partir al extranjero para una serie de  mini conciertos con BIGBANG, su apretada agenda lo exigía pero por fortuna Marisol justó entró en periodo de exámenes así que caía como anillo al dedo, pero aún así los dos se necesitaban más que nunca. Mientras tanto el galanzote también tenía sus pensamientos en su novia. Con la mirada pérdida en la habitación del hotel no podía dejar de recordar aquella noche, sus labios, su piel… Suspiraba sin parar y se aferraba a la almohada por no tenerla a su lado.

Como cada semana, Marisol se dirige hacia YG Entertaiment, debía ir a ver a las mascotas de la señora Kim, ya que con el anunció que después hizo oficial el CEO Yang, ella era la medico veterinaria de las mascotas que estaban por lo menos en el recinto. Entrando a la oficina de la señora Kim se encuentra con unos adorables felinos que yacían durmiendo en las cómodas sillas.

-      ¡Marisol! ¡Qué gusto verte! ¿Cómo estás? – decía la señora Kim, feliz al verla.

-      Muy Bien, y ¿Usted? – emitía de dificultad en coreano.

-      Yo muy bien, aquí están mis adorados felinos – tomando a uno de ellos – Baby, aquí está tu médico – hablaba al felino para que la Veterinaria comenzará a revisarlos.

Marisol concentrada revisando a cada uno de los felinos los pone al día con las vacunas y las desparasitaciones, dejando totalmente contenta a su dueña, ya que por tiempo no podía llevarlos hasta alguna clínica y se le hacía más cómodo que lo atendieran allí. La veterinaria le comienza a dar algunas recomendaciones para sus felinos tomando nota cada una de ellas la dueña pero de pronto son interrumpidas por una de las bailarinas.

-      Unni, ¿Están listos los trajes… - decía quedándose viendo a Marisol – Oh, lo siento no sabía que estabas con “alguien” – sintiendo la veterinaria un tono de sarcasmo en aquella palabra, siendo inevitable mirarla.

 -      Señora Kim, ya está listo en dos semanas más vengo a controlar a sus felinos, Cuídese. Bye – despidiéndose de ambas, a pesar que aquella bailarina la incomodo.

 -      ¡Gracias Marisol! – decía la señora que le clava la mirada a la bailarina, al ver que ya se encontraban a solas.

 -      ¿Aún molesta porque no te eligieron a ti?... ¡Qué infantil eres! - Ordenando los papeles que tenía en la mesa.

I FEEL A LOVE CONNECTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora