CAPÍTULO LXXXVI: Pesadilla

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                 El anochecer se posaba en la ciudad de Seúl, despertando en un solo sobresalto a la veterinaria que secaba la saliva que había dejado correr mientras plácidamente dormía - ¡Itch! ¡Olvide ir a buscar esa jaula! – se levantaba rápidamente para ir en busca de las llaves de su jeep. 

Observando la hora en su reloj de pulsera, le parece extraño que su galán aún no hubiese llegado. Sin pensarlo dos veces toma el arnés del canino y se lo coloca, eso significaba solo una cosa para el pequeño peludo “Paseo”, así aprovecharía la pequeña salida, bajando con Boss a paso lento por las escaleras del edificio para que el pequeño can hiciera un poco de ejercicio – Daremos un paseo Boss y después me acompañas a buscar la jaula que dejé en el Jeep – conversaba con el can, mientras este le respondía feliz con unos fuertes ladridos. 

Mientras tanto en otra parte de la capital de Seúl, Taeyang estaba en plena discusión con su manager, estaba enloquecido dentro de su rabia y se sentía aún más frustrado al no recibir la comprensión de su superior. 

-          Debes calmarte, no puedes reaccionar así con todas las fans, debes darte cuenta que no todas tienen la culpa – insistía el manager.

-          ¡Lo sé! Pero ella tampoco se defendió… ¡¡Ich!! ¡¿Por qué todo tiene que ser tan extremista?! ¡¿Qué debo hacer para que no sigan con este ataque contra Marisol?! –

-          Calma, eso nadie lo puede controlar. Mejor vamos a tu casa y conversamos mejor las cosas y le preguntamos a Marisol si sabe algo al respecto, ya que ella es la principal afectada – emitía con calma.

-          Tienes razón, la última vez me comentó que habían unas fans en su trabajo pero de ahí no me ha vuelto a mencionar nada más – agregaba con angustia.

-          Pero… ella ¿Te avisaría cualquier cosa? ¿Verdad? – quedando en un estremecedor silencio el galante oriental, ya que conocía a la perfección la testarudez de su latina caprichosa. 

Con el sombrero que le regalo hace un par de años su galante novio, ocultaba su rostro para no ser interrumpidos junto al paseo del canino y obviamente nuestro pequeño peludo no se quedaba atrás, que lucía una hermosa chaqueta ante las miradas traviesas de los transeúntes. – Bueno Boss, Young Bae va en camino así que debemos regresar – deteniéndose el can repentinamente - ¡Vamos Boss! ¿O no quieres que te compre algo rico? – soltando una pequeña carrera al escuchar la palabra mágica el pequeño peludo. 

Mientras tanto en la YG los raperos de BIGBANG estaban a punto de finalizar otro día de agitado trabajo, hasta que se ven interrumpidos por la bendita curiosidad del maknae. 

-          No sé si hyung esté enterado – emitía preocupado el Seungri.

-          Tal vez no, hoy lo vimos y no le notamos nada extraño a parte de los antojos – decía con seriedad TOP.

-          Creo que esto se ha ido de las manos, pensé que después de esa entrevista con Hyori se calmarían las fans, pero al parecer hay un pequeño grupo que está haciendo todo lo posible para que no suceda. – decía con sus ojos clavados en la pantalla del portátil – Tal vez Young Bae tendrá que dar alguna conferencia, ahora en el estado que se encuentra Marisol… es peligroso… - levantaba su mirada G-dragon.

-          ¿Crees que sería buena idea que comenten que serán padres? – interrumpía asombrado el maknae.

-          ¡¿Estás loco?! ¡¿Quieres que los quemen en la hoguera?! – decía palmeando su frente TOP – Esa sería una pésima decisión… - cruzándose de piernas en el asiento.

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