CAPÍTULO XLVII: Haru Haru

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…Oh, my love, don’t lie lie...

                 La agitada mente de la veterinaria trataba de conectar las ideas - ¿Por qué quiere que nos juntemos? – pensaba pero no había caso, no le encontraba sentido a aquella sospechosa reunión, pero sabía muy bien que tenía que acabar con aquel amargo capítulo de su vida.

 Observa a su oriental, también confundido y a la vez aterrado al recordar aquel episodio. Se acerca para acariciar el confundido rostro y tomándolo con sus pequeñas manos, lo mira directamente a los ojos.

 -          Yo tengo que hablar con ella, debo cerrar ese capítulo. Así que tranquilo, es aquí al frente, un lugar público. No ocurrirá nada – decía brindándole una dulce sonrisa.

 -          ¿ESTÁS LOCA? ¡NO LO PERMITIRÉ! ¡NO IRÁS A JUNTARTE CON ESA MUJER! – decía tajante el oriental, dejando sorprendida a la veterinaria al ver su enojo.

 -          Pero Young Bae – tratando de calmarse – Tú no puedes prohibirme eso, yo debo de una vez por todas acabar con esto. Además no creo que sea tan tonta como para intentar alguna estupidez –

 -          ¡No puedes confiarte!, No sé cómo tiene la cara para llamarte y pedirte una cita así como si nada. Está muy equivocada si crees que irás aquella reunión – decía enfurecido.

 -          Young Bae – tomando algo de aire – Lo siento pero yo iré a conversar con ella, esa decisión ya está tomada –

El galante oriental no puede evitar el asombro ante aquellas palabras, ¿Cómo podía hacer entender a su novia?, más testaruda no puede ser. La preocupación del oriental era cada vez más grande, el solo recordar todo ese episodio, su alma y su cuerpo se estremecían. Frotando su nuca para buscar las palabras correctas para convencerla de lo contrario queda en silencio, mientras su chica tomaba su bolso para retirarse – Sé que te preocupas por mí, pero ahora no pasara nada malo – decía tomándolo de la mano para que se tranquilizará.

 -          Lo siento, no te dejaré ir. – decía tajante el oriental que la despojaba de su bolso y la aferraba a su cuerpo – No permitiré que te alejen de mí – emitía decidido con sus cejas fruncidas.

 Entendía la preocupación de su oriental, pero tarde o temprano tendría que enfrentarse con Jin Hee y dar por cerrado el capítulo. - ¿Llegamos en mal momento? – preguntaba Seungri que iba acompañado de Daesung, y aprovechando aquella distracción recoge su bolso y sale corriendo hacia su reunión, ya iba atrasada al encuentro - ¡MARISOL! – soltando un grito al ver que se le había escabullido entre la confusión.

 -Sé que me regañarás por esto, pero es algo que debo hacer- pensaba, mientras bajaba con rapidez las escalaras.

 Entrando agitada a la cafetería se encuentra en la mesa central a Jin Hee, que vestía con un abrigo largo negro, unos jeans y unos lentes oscuros que escondían su rostro, ya que al ser una de las bailarinas principales era bastante conocida.

 Dejando su bolso a un costado, y sin decirle una palabra cordial se sienta frente a la bailarina, que al verla saca sus lentes tímidamente y baja la mirada, después de tanto tiempo aún no tenía la cara para mirarla a los ojos.

 -          Hola Marisol, ¿Cómo has estado? – decía Jin Hee, pero la veterinaria la queda mirando fijamente y analizando cada palabra que iba a emitir le responde.

 -          No creo que te interese cómo estoy, dejemos las cordialidades para otro momento y vamos al grano, que estuve a punto de no venir al encuentro – bufaba la veterinaria sin arrepentimientos en sus palabras.

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