Mi amor, minha vida.

Gabriela.

Gabriela Hernandez, una adolescente de 18 años, un poco complicada y perfeccionista. Según ella, no era la más bonita, ni la más sociable y mucho menos interesante, pero eso sí, ella era consciente de lo inteligente y persuasiva que era. A Gabriela, o "Gabi" como le decía todo el mundo, le gustaba viajar, por lo que ese año había decidido que viajaría a Argentina, con o sin sus padres. Ella había buscado pasajes, hoteles, tours, en fin todo lo que necesitaba. Finalmente logró convencer a su mamá de hacer ese viaje, y gracias a su calidad de perfeccionista, lograron tener todo listo a tiempo. Todo estaba hecho, viajarían el 8 de diciembre a Buenos Aires, pero harían una escala en Sao Paulo.

[ 7 de diciembre, 7:15 pm ]

-Gabi deja ese computador y ve a prender unas velitas con los vecinos.

-Mamá no puedo, tengo que hacer el check-in, se te olvida que mañana viajamos?

-No se me olvida, pero eso lo puede hacer tu hermano, así que por favor deja de buscar excusas y ve a prender velitas y de paso haces amigos.

-No quiero, además sé que Andrés no lo hará, él es demasiado perezoso.

-GABRIELA MARIA HERNANDEZ NO HABLES ASI DE TU HERMANO Y VE DE UNA BUENA VEZ A PRENDER ESAS VELAS ANTES DE QUE TE CASTIGUE.

-María no es mi segundo nombre, de hecho no tengo.

-Lo sé, y no sabes cuánto me arrepiento en estos momentos de no haberte puesto uno, por favor Gabi hazlo por mí que no me gusta que andes encerrada todo el tiempo

-Ya voy déjame hago una..

-GABRIELA QUIERES VERME BRAVA?

-No señora, ya voy.

En ese momento, Gabi fue a prender las velitas y aprovecho para hablar con unos cuantos vecinos para que su mamá la dejara en paz. Después de un rato, el suelo se veía muy bonito adornado de todas las velitas que habían prendido, y Gabi estaba lista para devolverse a su casa; estaba llena de toda la comida que le habían dado y cansada porque le había tocado bailar con muchos vecinos.

[ 12:35 pm ]

-Si ves que no era tan difícil? ven y dame un abrazo.

-Ya cálmate papá, más bien dime si Andrés hizo el check-in.

-La verdad es que el no supo hacerlo, dijo que eso era muy difícil.

-QUÉ? YO SABIA QUE NO PODIA DEJAR NADA EN MANOS DE ANDRES, SIEMPRE ES LO MISMO CON EL.

-Cálmate Gabi, no seas así con tu hermano.

-Bah, yo sabía que esto sucedería, voy a hacerlo porque en esta casa NADA FUNCIONA SI YO NO LO HAGO.

-Bueno ve, pero no le digas nada a tu hermano si? ya se acostó a dormir, más bien hazlo rápido y te acuestas a dormir porque mañana es un gran día.

-Sí señor.

-Ven acá princesa y le das un abrazo a papá.

-No te pongas tan meloso que ya pareces un osito cariñosito.

Gabi abrazó a su papá y se fue a su cuarto a hacer el check-in. Para sorpresa de ella, cuando fue a escoger los puestos en el avión, no pudo ubicarlos juntos, ni siquiera cerca. En ese momento Gabi quería darle a Andrés el regaño de su vida, pero eso no iba a servir de nada, por lo que se guardó su malgenio y se limitó a escoger los puestos: 3 seguidos, y uno 7 filas más adelante; genial. Gabi estuvo a punto de darle la peor silla a su hermano, pero sabía que él nunca había estado tanto tiempo en un avión y menos solo, en cambio ella si, por lo que decidió ser una gran hermana y tener el peor puesto de los 4. Después se acostó a dormir, imaginando los paisajes de Buenos Aires, que en unas horas los iba a ver.

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Si te estas tomando el tiempo para leer esta historia, quiero darte las gracias. Tal vez no sea muy buena, pero realmente quiero hacer algo no tan trillado. En Colombia, el 7 de diciembre se celebra "el día de velitas", donde la gente sale de sus casas, prende velas y comparte con comida típica de la navidad como la natilla y los buñuelos.