39: Premiación

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La premiación daba su comienzo. Se escuchaba la banda sonora de la escuela de Yūei de fondo, y los participantes se formaban en grupos al rededor del centro. Había una especie de taburete donde se subirían los ganadores para ser galardonados.

Izuku miraba con atención, pues irían saliendo poco a poco en cuanto les nombraran.

"En tercer lugar queda un empate entre Itsuka Kendō y Tokoyami Fumikage. Un dúo que llegó muy lejos considerando el potencial de todos los alumnos de primero."

El chico cuervo con ese Quirk genial y la chica pelirroja subieron juntos al tercer escalón, mientras el público les aplaudía.

"En segundo lugar, alguien que nos dió mucho de qué hablar y nos dará más motivos para seguir hablando ¡Katsuki Bakugō!"

Izuku creyó que el comentarista estaba pasándose un poco de la raya, pero así era Present Mic, todo el rato estuvo diciendo ese tipo de cosas.

Katsuki subió a su puesto sin bajar la mirada. Había perdido, claro estaba, pero no tenía por qué bajar la mirada, no hacerse menos ante los aplausos del público y abucheos de los estudiantes. El segundo lugar no era malo, y aceptaba que Todoroki había sido un oponente difícil, era obvio viniendo de un mocoso que tenía como papá un héroe que gritaba egocentrismo.

Izuku, al notar el semblante fuerte de Katsuki, sintió alivio. Era tal cual su madre había dicho, Katsuki estaba motivado a superarse. Sonrió, se recargó en el sofá, y miró a su madre.

—Tenías razón, Kacchan es genial —comentó, pues recién se había dado cuenta de que no perdió mucho. Se había puesto de cierta forma en el lugar de Katsuki cuando perdió, y creyó por un momento que sería el fin de todo, pero no era así, se sintió un poco tonto por su sentimiento exagerado.

—¿Lo vez? Katsuki no es tonto, querido —rió por lo bajo, cubriendo su boca con su mano. Izuku le siguió la risa de alivio.

"Y en primer lugar, el mejor estudiante en las clases de primero, ¡Shōto Todoroki!

No se esperaba menos del hijo del héroe número dos ¡La fuerza viene de familia!"

En cuanto escuchó su nombre, Todoroki caminó hacia la parte más alta del taburete. Estaba... decepcionado de sí mismo. Ganó, pero no de la forma en que él quería ganar. Todo ese tiempo estuvo reprimiéndose, en todo momento evitó siquiera mostrar una parte de lo que su padre le había encomendado, y terminó cayendo en la desesperación, cayó completamente en la trampa de Katsuki. Ahora, simplemente no podía evitar odiar al rubio, él no sabía nada y estaba entrometiéndose en su vida descaradamente. Una vez estuvo arriba y miró a la multitud de personas aplaudiendo y silbando, se prometió a sí mismo que si volvía a hacer algo como eso, dejaría de ser un héroe. Alguien que no se controla no merecía intentarlo.

El mejor momento para Izuku del día llegó, cuando del tejado del estadio se escuchó una hermosa e imponente risa.

—¡Oh por Dios! ¡Es All Might! —Izuku tomó el control remoto y subió todo el volumen. Su madre lo retó y quitándole el control volvió a nivelar el sonido. Izuku se disculpó apenado.

All Might brincó como si fuera igual de ligero que una pluma, y cayó al piso con gracia y agilidad. Era el encargado de galardonar a los ganadores, comenzando por Kendō y Tokoyami. A ambos les puso una medalla de cobre, o eso creía Izuku, y les regaló un abrazo. No se oía lo que les decía exactamente, pues el héroe no llevaba consigo un micrófono porque se hacía oír solamente con su imponente voz, pero ahí no estaba gritando.

Luego se acercó a Katsuki, regalándole la medalla de plata. Katsuki se dejó, sin inclinar su cabeza ni nada. All Might intentó atraerlo para un abrazo, y aunque Katsuki lucía reacio a la acción, terminó aceptándolo. Izuku no parpadeo ni un segundo, porque esa escena era algo que no podía perderse en absoluto, era como su regalo de cumpleaños adelantado. All Might parecía decirle cosas, tal vez palabras de aliento.

Y finalmente le entregó la medalla de oro a Todoroki, que parecía más enojado que feliz de recibirlo. Izuku pensó que realmente se parecía mucho a Endeavor. Un abrazo y algunas palabras después, todos gritaron el slogan de la academia junto a All Might.

Izuku se levantó del piso para gritarlo también, como era de costumbre.

—¡Go beyond! ¡¡Plus ultra!!

...

La premiación terminó, así como el festival deportivo. Todos regresaban a su rutina, todo ese alboroto y la tensión por fin acababa y ya podían volver a preocuparse solo por las tareas.

Katsuki regresó a su casa, donde su madre probablemente lo esperaba solo para restregarle en cara que no había ganado y solo se puso en ridículo a sí mismo. Estaba agotado, la curación de Recovery usaba mucha energía, y sentía un tremendo peso en sus hombros. Lo más pesado era su bolsillo izquierdo, donde había guardado el premio de segundo lugar.

En cuanto abrió la puerta su madre se asomó de la sala.

—¡Katsuki! Has llegado. ¿Qué tal te fue? —preguntó ansiosa, pues no hace mucho ella también acababa de llegar.

—Pésimo, ¿No viste? —preguntó indignado, pues tampoco quería ir y contar todo lo que había pasado.

—No, estaba en el trabajo. Bien lo sabes, que a esa hora estoy ocupada.

—¡Agh! Pues tendrás que buscar alguna repetición porque no diré nada —con mal humor, subió a su habitación dejando a su mamá con molestia en la sala.

Tiró su mochila por ahí, y se recostó en su cama sintiendo el alivio en su espalda. Casi en seguida cayó dormido, necesitaba energías renovadas hasta para bajar a cenar. Aún sentía sus brazos adoloridos.

Katsuki no tenía planeado pensar por el momento, solo despejaría su mente antes de continuar entrenando para superar a ese cabeza de colores. Tenía que ser capaz de ganarle a Todoroki cuando usa su fuego.

...

Su padre había hablado con él, bueno, si se le consideraba a decir tres frases en conjunto como hablar. Felicitaciones, eso fue lo que recibió, una y otra vez. Le dijo que estaba orgulloso de que por fin se diera cuenta de que estaba haciendo las cosas mal, no lo soportó, le lanzó la medalla de oro diciendo "tú eras el que quería ganar" y se fue, dándole la espalda.

Y ahora tenía una horrible rivalidad con alguien a quien ni siquiera había considerado anteriormente. Todo era culpa de Katsuki, todo había sido porque le incitó y lo comparó con ese hombre, le dolía porque en el fondo sabía que lo que dijo el rubio era verdad.

Era igual a su padre, y tenía que encontrar una forma de superarlo...

Antes de volver a cometer una estupidez más grande. Le demostraría al mundo que era todo, menos su padre.

Se miró al espejo, ese que tenía en la sala de baño. Su rostro, marcado por el terror de su olvidada madre, sus ojos y su cabello, con una evidente línea que separaba dos características completamente diferentes. De un lado el miedo y la traición, y del otro el odio y la venganza. Apretó su puño, deseando poder eliminar esa notoria línea. Él era la representación de la relación de sus padres, destruida, corrompida, distante pero sin poder separarse.

—Maldito... —susurró, con la mandíbula fuertemente presionada—. Ya verás, voy a ser mejor que tú —se dijo a sí mismo, a su parte izquierda.

Estúpido QuirklessWhere stories live. Discover now