Estúpido Quirkless

San Valentín: parte dos

Katsuki, como siempre, iba unos pasos adelante, dirigiendo el camino a explorar. Era una montaña bastante pequeña, y apenas habían pasado el río, más allá no habían ido antes.

Estaba comenzando a oscurecer, el cielo seguía rojo pero entre los árboles la oscuridad reinaba casi en su totalidad.

Encontraron un pequeño montículo repleto de hojas y troncos de árboles.

-¿Cómo vamos a llegar ahí arriba?

-No lo sé... Pero tenemos que hacerlo, imagínate la vista que tendremos -respondió Katsuki, muy decidido.

Se las ingenió para escalar algunas ramas, que se mantenían fuertes y soportaban su peso. Escaló bastante alto, y de vez en cuando sus pies se hundían entre las hojas, pero logró llegar arriba.

-¿Deku? ¡Sigue mis pasos! -gritó desde arriba.

Deku solamente miraba las ramas, que estorbando su paso le hacían retroceder.

-¡¿Qué esperas?! -volvió a gritar, comenzó a desesperarse porque el otro no respondía.

Claro, pues le daba miedo intentar subirse él solo y caer, las ramas se veían muy peligrosas, y se veían poco porque ya estaba bastante oscuro.

-¡Kacchan, no puedo subir! -le gritó al final.

-¡No seas cobarde y sube! ¡Es más fácil de lo que parece!

-¡No quiero Kacchan!

-¡Agh! ¡Está bien, ya voy! -se quejó entre dientes mientras intentaba bajar, se resbalaba con las hojas, y en la parte de las ramas fue más difícil. Dio un paso en falso y terminó cayendo a un metro de distancia del suelo.

-¡¿Kacchan?! -corrió preocupado a su lado

-¡Ay! Agh... -se sentó en el suelo ignorando a Deku a su lado. Miró sus rodillas que se habían lastimado con las ramas, y sus manos raspadas. Cayó de trasero, así que le dolía un montón-. Estoy bien. No me dolió. Vamos, te ayudaré a subir antes de que se haga más noche.

-¿Qué? No. Kacchan, mejor regresemos -dijo casi llorando, tenía miedo, pues el bosque era basto y estaba oscuro, y se acababa de caer su amigo, así menos se iba a subir.

-¡Tonterías! Tienes que ver desde arriba, se ve increíble -se levantó decidido, sin una pizca de dolor en su rostro, aunque sí le doliera todo.

Tomó la mano de Deku y se acercó hasta las ramas una vez más, jalando al chico que se resistía.

-Solo haz lo que yo, es como cuando trepábamos árboles en el parque.

-Bien... -cedió, pues el tacto tibio de la mano lastimada de Kacchan le tranquilizaba.

Tardaron unos quince minutos. Deku intentaba seguir a Kacchan, pero este le doblaba en habilidad y fuerza. Prácticamente Kacchan se la pasó jalando a Deku hasta la cima, triplicado el esfuerzo que había usado al inicio. Le preocupaba un poco el cómo iban a bajar, era más difícil.

Pero al fin y al cabo habían logrado subir.

-¡Whoo! -el pequeño Izuku se asombró mucho.

Desde ese montículo podía apreciar algunas copas de árboles, podía ver la enorme ciudad brillar a lo lejos, podía visualizar muchas cosas menos a sus madres ni al río, ya que los árboles los ocultaban.

Pero sobre todo, era más fácil ver las estrellas desde ahí.

-Qué hermoso...

-Síp. Y eso que no querías subir.