Capítulo 17: El Diablo

Start from the beginning
                                    

- Lo que a mí me pase da igual, tú has salido herida- me acerco quedándome a centímetros de su cara.

- A mi no me da igual...a mi me importa...- veo como baja su vista a mis labios sintiendo su aliento a centímetros de los míos.

- MORENAAAAA ESO HA SIDO INCREIBLE- se aparta corriendo mientras yo maldigo en mi interior- ¿Interrumpo?- dice David al ver mi cara de querer matarlo.

- No, tranquilo, no pasa nada- al mirarla veo que esta sonrojada y sonrío sabiendo que es por lo que acaba de pasar.

- Eres una crack, es la primera vez que veo a alguien a subir al ring, quien iba a decir que una persona tan pequeñita tuviera tantas agallas.

- Yo no soy pequeñita- dice poniendo morritos. No puedo evitar mirarla divertido mientras me giro para coger mis cosas.

- Claro que si enana.

- Auuch- me giro y veo como David ha posado su brazo por sus hombros dandole en la herida. Me acerco a ellos y le aparto el brazo.

- Ten cuidado donde metes las manos.

- Ha sido sin querer tío- dice riéndose.

- Haber si a mi se me va escapar un puño sin querer- escucho una pequeña risa y al levantar la mirada veo a la niñata aguantándose la risa. Le cojo el brazo y le vendo la parte afectada para que no le roce mientras escucho su conversación con mi amigo. Cuando acabo la cojo de la cintura bajándola de la mesa ante su sorpresa.

- Toma ponte esto e intenta no hacer mucho esfuerzo con el brazo- le entrego una de mis sudadera que utilizo para entrenar la cual tiene escrito en la parte trasera "Diablo". Veo como se la pone y le queda por mitad del muslo, muerdo mi labio intentando aguantar las ganas que tengo de tirarme encima de ella y besarla. Encima ahora con mi sudadera parece mas pequeña y parece que puedo llevármela en el bolsillo.

POV CAROL

Siento la mirada de Stephen recorrerme de arriba a abajo y se que aunque no quiera tengo que estar mas roja que un tomate. No estoy acostumbrado a que un chico me deje su ropa y la suya huele malditamente bien. Aparto la mirada intentando no mirarle demasiado me pone nerviosa.

- Bueno ¿vamos a tomar unas cervezas para celebrar la valentía de la morena?- dice David cuando llega Mónica después de haberme echo un análisis por si estaba bien.

- Claro, quien iba a pensar que la que se iba a subir a un ring ibas a ser tu, la loca de las dos soy yo- dice riéndose. Me rio con ella porque se que es verdad. Me llegan a decir hace unos meses que iba a hacer eso y no me lo creo.

- Muchas gracias chicos pero estoy un poco cansada y prefiero irme a casa. Eso si os tenéis que tomar una a mi salud.

- Eso esta hecho morena, ¿te acercamos a tu casa?- siento la mirada de Stephen todo el rato en mi y eso no ayuda a mi nerviosismo.

- No tranquilos mi casa pilla lejos del bar, cojo un taxi no os preocupéis.

- ¿Segura amiga?- dice Mónica. Asiento con la cabeza y le doy una sonrisa tranquilizada. Es verdad que me duele un poco el brazo pero puedo valerme por mi sola.

- ¿Stephen vienes?- dice David introduciéndolo por primera vez en la conversación.

- Paso ha sido un día duro.

- Pues rubia me parece que esto se ha convertido en una cita- dice cogiendo a Mónica de la cintura y dandole un beso. Por un momento pienso que se sentirá tener alguien que te quiera de la misma manera que se quieren ellos dos pero desgraciadamente yo no tengo esa suerte. Cuando los veo salir por la puerta me giro para coger mis cosas e irme a mi casa, tengo unas ganas de estar en el sofá y ver una película.

- Bueno yo... yo me voy... ehh gracias por lo del brazo...- veo como sonríe ante mi nerviosismo y no puedo evitar maldecir internamente. Porque me pongo nerviosa es solo un chico, es... es solo Stephen James...- ehh adiós- digo yendo hacia la puerta pero cuando voy a salir veo que se pone delante de la puerta impidiéndome el paso.

- ¿A dónde vas?- dice mirándome con una sonrisa de lado- Tú y yo tenemos que hablar.

- ¿Te importa hablar mañana?Llevamos dos semanas sin hablar no pasa nada por un día más, tú estas cansado y yo también. Quiero llamar a un taxi antes de que se haga de noche- de verdad que quería arreglar las cosas con él pero después de todo esto lo único que quiero es llegar a mi casa y tumbarme tranquila. Cada vez que hago cualquier movimiento me duele mucho el brazo pero prefiero no decir nada. Ya sé cómo se pone Stephen cuando estoy mala y no quiero volver a sentirme inútil.

- Tu no vas a coger ninguna taxi yo te llevo.

- ¿Qué? No hace falta enserio, no te tienes que sentir con la obligación ni nada...- pero me interrumpe antes de que pueda terminar de hablar.

- Niñata te han dicho alguna vez que hablas mucho- dice poniéndome la capucha de su sudadera y tirando de los cordones para que no pueda hablar.

- Eres un abuson- digo dandole un golpe en el hombro desapretando el nudo para poder ver. Lo escucho reírse e intento reprimir la sonrisa que me causa verlo así.

- Soy "el diablo" nena- dice acercándose a mí e inclinándose a centímetros de mi cara- Y ahora vamos a salir de aquí, los angelitos primero- cuando miro hacia atrás veo que se había acercado tanto para abrir la puerta ya que yo estaba casi pegada a ella.

- Y vamos a hablar en tu casa, tú podrás aguantar un día mas pero yo necesito arreglar las cosas ahora.

- Y vamos a hablar en tu casa, tú podrás aguantar un día mas pero yo necesito arreglar las cosas ahora

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
DESTINOWhere stories live. Discover now