Alex y Kai.

551 64 144
                                    

En algunas ocasiones, cuando se está profundamente dormido y se recuerda algo importante, se despiertan despabilando.

Y eso era lo que le sucedió a Alice.

Estaba durmiendo tranquilamente y de un momento a otro se despertó exaltada.

— ¡El cumpleaños de Tsuna-san! —grito al mismo tiempo que abría los ojos despertando de su tranquilo sueño.

La pequeña hija de Kyoya se levantó rápidamente de su cama y salió de su cuarto. Se dirigió al cuarto de invitados (dónde por fin ya estaba Kai descansado gracias a que Zen tuvo que irse de regreso a Chica, para alivio de Alice al ya no compartir cama con el niño, además de que así tampoco la compartía con su padre). Cuando por fin llegó a la habitación, entró escandalosamente.

— ¡Kai! ¡Despierta! —gritó la niña al momento que se le balanceaba al menor, el cual estaba acostado durmiendo tranquilamente.

— ¡Waaa! —gritó el niño asustado sin comprender lo que sucedía. Miro a la causante de su despertar. — ¡¿Qué te pasa?! —pregunta muy molesto —. ¿Qué no ves que son... —miro el reloj que estaba en la mesita de noche al lado de su cama— ¡las tres de la mañana!?. —Miro con odio a la niña. —Espero que sea importante, Alice.

— ¡El cumpleaños de Tsuna! —exclamo como si solo esas simples palabras lo hicieran comprender todo lo que sucedía.

Kai se quedó en silencio un momento, viendo a la niña que estaba sobre de él.

— ¡El cumpleaños de mi padre! —gritó histérico. Al igual que Alice cuando recordó ese detalle, se levantó velozmente y así ambos niños se dirigieron a cierta habitación en específico.

Por otra parte, Kyoya dormía con tranquilidad. Sin ningún ruido a su alrededor, como a él le gustaba. Todo estaba prefecto, o era así hasta que dos niños entraron a su habitación ruidosamente.

— ¡Padre!/ ¡Kyoya-san! —gritaron los dos niños al mismo tiempo. Ambos menores se lanzaron a la cama del mayor cayendo de lleno sobre él.

— ¡Hmm! —exclamó de dolor Kyoya al recibir el peso de los dos niños—. Más les vale que me hayan despertado por algo importante —les dijo con molestia.

— ¡El cumpleaños de Tsuna-san/mi papá será pronto!

Hibari Kyoya se quedó en silencio un momento. Empujó a ambos menores fuera de su cama y se acomodo para seguir durmiendo.

—Ah, entiendo. Hasta mañana —dijo tapándose con las cobijas hasta la cabeza.

— ¡Papá! —Alice le quitó las sábanas a su padre, para molestia del mayor.

— ¡Hija! —dijo Kyoya para molestar a su hija.

— ¡Esto es serio! —mencionó Alice.

— ¡Así es! —apoyo Kai.

Kyoya suspiró.

—Entiendo... —dijo el mayor con pesar, pues quería seguir durmiendo, pero algo le decía que no lo dejarían—, ¿pero se dan cuenta de la hora? Son las… —miro el reloj que estaba sobre su mesa de noche— ¿las tres de la mañana? ¿Se dan cuenta que es tarde? Mañana tienen escuela, por si no lo recuerdan. Kai —miró al niño—, recuerda que te dijeron que ya no faltes. —Miró a su hija. —Y Alice, eso también va para ti. Si al rato no sé quieren levantar, los obligare. ¿Comprenden?

—Entiendo padre, pero realmente es importante.

—Así es. Es por eso que queremos que se lo tome con seriedad —pidió Kai.

¡Uniendo A Nuestros Padres!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora