Obra de teatro.

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En cierta habitación de la residencia Hibari, se encontraba una pareja durmiendo plácidamente. Ambos se abrazando inconscientemente.

Cuando los rayos del sol les comenzó a molestar y les impedía seguir durmiendo tranquilamente, comenzaron abrir poco a poco los ojos. Una vez se acostumbraron a la luz, se miraron. Estaban de enfrente, y sus caras demasiado cerca.

Lo que pasó después, es algo que los demás residentes de la casa estaban acostumbrados.

...

Alice desayunaba tranquilamente...

¿A quién engañamos? La verdad era que estaba peleado con Lampo. Desde su llegada a la residencia, ambos peleaban por tonterías. Desde por ver la televisión, hasta por la atención de Kyoya.

Fon siempre trataba de detenerlos, pero después de su décimo intento (y que ni Kyoya ni Reborn le ayudarán a detenerlos), se resignó y los dejó seguir con su disputa.

En ese momento estaba desayunado mientras veía a su sobrina y al pequeño invitando de la familia pelear.

Los infantes estaban en el suelo revolcándose y lanzando puñetazo y patadas. Una escena que se había convertido en normal para todos. Incluso ya era algo rutinario en las mañanas, al igual que...

Se oyó una explosión y cosas romperse desde el segundo piso, y desde cierta habitación.

La rubia y el peli-verde dejaron de pelear.

—Parece que ya se despertaron. —comento la rubia desde el suelo.

—Eso parece...—dijo el niño. Él se encontraba sobre Alice tirando del cabello de la pequeña rubia.

—Ah~—suspiro Fon. Las peleas de Kyoya y Reborn eran ya normales. La pobre habitación tendría que ser remodelada, de nuevo. ¿Ya cuántas facturas tenían en menos de un mes? Y todas debido a reparaciones de la habitación del mayor de los Hibari. Lo único bueno era que ese era problema de Kyoya, así que a él no le afectaba.

Los niños se levantaron y se miraron con odio, lamentablemente si pelea tendría su terminar, pues ya era tarde y Alice tenía clases. Lampo también, pero de llevarlo se encargaría Reborn, pues el menor entraba más tarde que Alice.

—Ya es hora de irnos, Alice. —Fon se levantó de su asiento.

—Hmp. Te salvaste por el momento, mocoso, pero cuando regrese... Es mejor que te prepares. —se cruzó de brazos y lo miro con odió.

En respuesta, Lampo le saco la lengua.

Alice se molestó y estuvo a punto de comenzar otra pelea, si no fuera porque Fon la tomo de su brazo derecho y la jaló a la puerta.

Ella, aún en esa situación, lo imitó y comenzó a mostrarle la lengua y a burlarse de él. Lampo no se quedó atrás y le siguió el juego.

Fon tomo la mochila de Alice y la arrastró hasta la puerta. Al pasar por las escalares, miraron como los dos "amigos" bajaban con pereza. Cruzaron miradas y se despidieron.

—El desayuno ya está listo, Yui le servirá. —dijo Fon al abrir la puerta y salir de la casa.

—Hmp. —fue la respuesta que obtuvo ambos hombres

Los dos se dirigieron al comedor y se sentaron. Tal y como informo Fon, le desayuno estaba ya hecho y Yui les sirvió.

El de patillas rizadas observo a su hijo comer. Su relación mejoro más de lo que pensó, ya no le tenía miedo... o ya no tanto. Pero...

¡Uniendo A Nuestros Padres!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora