¡Uniendo A Nuestros Padres!

Fin de semana para conocer un poco sobre la futura familia

Un fin de semana, son dos días en el que las familias pueden convivir después de cinco días de largo trabajo o de estudio.

Para otros, simplemente eran dos días libres de obligaciones o para salir con amigos.

Dependiendo de cada persona, el fin de semana lo disfrutaban.

Sábado y domingo eran días que muchos esperaban. Claro, si no eres Alice, Chrome o Kai.

Ellos, tal vez, eran los únicos que no querían que el fin de semana llegue. ¿Por qué? Simplemente porque eso significa entrenamiento con sus padres o tíos.

Si, su fin de semana se la pasaban entrenado. Por tal razón, no deseaban que el fin de semana llegará, a menos que ese fin de semana no tuvieran entrenamiento (lo cual solo sucedía cuando los nombrados no estaban o en ocasiones especiales).

...

Alice estaba temblando en alguna esquina de su habitación, y no, no era de miedo por lo que temblaba. Era por el frío. O bueno, tal vez un poco.

Era el esperado, por muchos, fin de semana, y eso significaba: entrenamiento.

La pequeña rubia odia el entrenamiento. Y no porque fuera malo.... A quien engañamos, el entendimiento era pesado, y muchas veces después del entrenamiento quedaba tan cansada que no se movía hasta el día siguiente, el cual también era día de entendimiento.

No le molestaba... Tanto... Pues pasaba tiempo con su padre, pero su fin de semana lo preferís pasar viendo anime y leyendo mangas o fic. Ese era su fin de semana perfecto.

—Ah, quiero dormir hasta tarde y ver anime... No quiero entrenar...—se lamentaba.

Y se seguiría lamentando de no ser porque la puerta de su habitación fue abierta.

La pequeña de sobresalto y quiso huir, digo, retirarse estratégicamente (porque ella huir, jamás), pero su padre fue más rápido y la tomo de playera.

—Vamos, hay que entrenar.

— ¡Noooo! ¡Quiero ver anime! ¡Mañana! ¡Mañana entrenamos!

— ¡No! Porque fuimos al parque de diversiones y por tus reuniones con Kai te has saltado el entendimiento. Pero hoy no te escapas.

Sin ninguna consideración, arrastró a Alice fuera de la habitación con dirección a la sala de entrenamiento.

...

Algo parecido a la situación de Alice, le sucedía Kai.

El pequeño no quería el entrenamiento, pues su tío era muy espartano cuando se trataba de entregar.

Él se escondía lo mejor que podía, pero parecía que sus intentos eran en vano, pues su tío siempre lo encontraba.

Como esa ocasión, Kai están escondido en el armario de su papá y parecía que su tío no lo encontraría.

Pobre alma inocente.

Su tío savia dónde estaba escondido, pero le gustaba jugar con los sentimientos de su sobrino.

Como si de una película de terror se tratara, Kai escucho como su tío entraba a la habitación. Guardo silencio, pero sé alarmó al ver que Reborn se acercaba al armario.

Tembló, y mucho.

La puerta fue abierta y Kai quiso correr, pero su tío lo tomo de la ropa y lo comenzó a arrastrar.

— ¡Tío! ¡No, por favor! ¡No quiero entrenar!

—Nadie de pregunto, vamos.

— ¡Por favor! ¡Noooo!