¡Uniendo A Nuestros Padres!

El nuevo integrante de la familia

Hibari Kyoya había tenido que asistir a una reunión con una Familia aliada. Una aburrida y fastidiosa reunión en donde siempre tenía que reunirse con molestos herbívoros que solo querían presumir de poder. Lo típico.

....

La reunión término de manera normal, y por normal nos referimos a que lo mordió hasta la muerte al sugerir que para unir más a sus Familias casarán a sus hijos. Sí, lo normal. Con él ya era el noveno (¿o era décimo?) herbívoro que le proponía eso. Le molestaba que vieran a su hija como moneda de cambio.

Después de salir de la reunión, se dirigió a la residencia Sawada, a visitar a su... ¿pareja? Era raro llamarlo así, más no era de su desagrado. Al contrario, le gustaba que así fuera.

Nunca creyó salir con alguien después de la llegada de Alice, y ahora, ya hasta tenían pareja y un ¿hijo? Su familia parecía acercar más grande en tan poco tiempo.

Él miraba tranquilamente por la ventana, mientras que Kusakabe conducía. Todo parecía normal, normal hasta que vio a un niño siendo perseguido por hombres trajeados.

Le ordenó a Kusakabe que se detuviera, él se extrañó, más no lo desobedeció.

Bajó del auto y el niño chocó con él. Cayo de sentón, levantó la mirada y Kyoya la bajó. Se miraron por unos segundos hasta que los hombres llegaron hasta ellos y rompieron el contacto visual.

-Por fin lo alcanzamos... Por favor, ¡regresemos!-hablo uno de los hombres.

-¡No!-grito el niño y se escondió detrás de Kyoya

-Entonces... Será a la fuerza.

Eran cinco hombres en total, se acercaron a ellos. Y se acercarían más si no fuera porque Kyoya no se los permitió.

-Lo siento, este niño no irá con ustedes.

-Jajaja y quién nos lo impedirá... ¿Tú?-lo examinó con la mirada con desdén.

Sus compañeros rieron.

Kyoya rodó los ojos, ¿es que acaso no sabían quién era? No les gustaban forasteros en sus territorios, y todos lo sabían. O bueno, casi todos. Además, retarlo era malo, para ellos, claro está.

-Bien... Ustedes lo pidieron.

5 minutos...

Los cinco hombres estaban tirados en el suelo derrotados.

-Hmp, eso es todo lo que pueden hacer...

El pequeño niño lo miro con admiración. Cuando Kyoya volteó a mirar al niño...

-¡Padre!-grito con alegría.

-¿Eh?-... no podía salir de la impresión. ¿Cómo lo llamó?

-Mi abuelito siempre me dijo que mi padre era muy fuerte... Y tú lo eres, por tanto... ¡Eres mi padre!-explico.

Kyoya miro con detenimiento al niño. Cabello verde y en forma de afro, además de estar vestido como... ¿vaca? Qué raro niño.

Mm... No podía ser su hijo, ¿o sí? Imposible. El niño tenía alrededor de tres o cuatro años. A menos que... Hace cuatro años bebió demasiado en aquella reunión en Italia. Pero... No, ¿O sí? Lamentablemente ese niño se le hacía conocido... ¿Pero de dónde?

Además, su lógica no tenía sentido. Debía de ser un error, o una broma de muy mal gusto.

-Mira, yo no soy tu padre

-Pero podría serlo.

Sí, definitivamente no era el padre.

-Escucha, yo no...-fue interrumpido por la aparición de 5 nuevos hombres con traje. Tks, es que acaso no se rendían-Tks, ustedes de nuevo.