¡Uniendo A Nuestros Padres!

Especial de San Valentín.

Cuando te conocí.

Años atrás...

Aburrimiento.

Aburrimiento era el sentimiento que invadía a Mukuro, y todo se debía a la tan esperada fecha de febrero que toda mujer y doncel ansiaban. O bueno, casi todas y todos. Él era uno de esas excepciones en las que no esperaban esa simple fecha. Para él solo era un día más en su vida. Un aburrido e irritante día en la que solo observaba como mujeres y donceles se humillaban confesándole su "amor" a un hombre, el cual, la mayoría de las veces, terminaba rechazando su confesión.

Observar esas situaciones era... aburrido. Siempre era lo mismo; hombres presumiendo de los chocolates que recibieron, mujeres o donceles tristes por ser rechazados y hombre quejándose de no haber recibido alguna confesión o chocolate.

Siempre se sorprendió que el Día de San Valentín fuera una gran celebración y que las chicas y donceles se esforzaran tanto por ese día. Solo eran chocolates, ¿qué de especial tenían? Y sobre todo...

¿Es que acaso no tenían nada mejor que hacer?

Era lo que siempre se preguntaba durante esa fecha.

Lo que más le irritaba durante ese día, era que lo hostigaran preguntando si le regalaría a alguien un chocolate (pues había hombres ilusionados con que le regalara uno), aunque fuera de obligación. La respuesta siempre era la misma; NO.

¿Solo por ser doncel tenía que regalar algo a alguien o qué?

Su condición nunca fue algo que lamentara o le molestara. Sin importar su condición, él era él. Un sádico amante de las tortu-digo, de las bromas (él, torturar gente, claro que no). Y sobre todo, alguien que no se dejaba doblegar por nadie. Por tal razón, le trajo varios problemas que pudo superar fácilmente. Como buen Maestro de las Ilusiones, deshacerse de las molestias no fue un gran problema, aunque era aburrido. Aburrido no tener un digno rival. Aunque que podía esperar de simples civiles. Nada.

Pero...

Todo cambio cuando conoció a ese hombre.

Se conocieron de una manera extraña. Quien pensó que trataría de ser su "salvador", se convirtió en su oponente.

Todo comenzó después de clases....

Como ya estaba acostumbrado, era retenido por un grupo de inútiles que le querían coquetearle. Sabía que era hermoso, pero era molesto que ese tipo de hombres se le acercaran y trataran de coquetearle. Siempre les seguía la corriente; lo guiaban a un callejón y dejaba que hablaran estupideces en su intento de coqueteo. Después de aburrirse, los tortu-digo, los golpeaba hasta el cansancio, lo que vendría a ser lo mismo a torturarlos. Pero ese día fue diferente y a la vez no.

No era raro que algún chico lo viera siendo molestado por otros hombres y se les acercara en modo "héroe", el cual al final salía huyendo o solo quería impresionarlo para poder salir con él. En resumen, lo mismo de siempre. Entonces... ¿Por qué no fue lo de siempre?

Justo cuando estaba divirtiéndose torturándolos, apareció cierto azabache que reconoció al instante, se trataba de Hibari Kyoya. Si no mal recordaba, era el Presidente del Comité de Disciplinario del Instituto Naminori, tenían la misma edad y él iba dos salones al lado del suyo. Nunca habían cruzado caminos, era la primera vez que se miraban cara a cara.

Al principio creyó que, como en otras ocasiones, trataba de "rescatarlo", pero era ilógico al ser encontrado en medio de una pelea. Y sin darse cuenta... comenzaron una pelear.