Observados

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[GO]


Jeno metió a la cajuela unas cajas vacías al igual que armas, solo por si acaso. Preparó un lunch y lo metió en una bolsita de cartón. Se metió a la camioneta y esperó en el asiento de conductor mientras revisaba su celular, esperando a que el menor saliera.

Exploraba las noticias de hace poco. Últimamente todas han estado centradas en GO o en BOSS, muy pocas veces de algo relacionado con avances tecnológicos o cosas de gobierno. Notó la figura de Jaemin pasar por en frente del vehículo para poder subirse al lado del mayor.

—¿Qué tienes ahí?—

Preguntó Jaemin al tomar la bolsa de cartón y husmear lo que contenía.

—Solo unos panes, vienen los empaques de mantequilla y jalea. También eché unos jugos.—

Respondió Jeno al encender la camioneta y salir de la enorme propiedad. El menor sacó uno de los panes y lo preparó. Dandole pedazos de este a Jeno mientras manejaba. A, terminarlo, Jaemin se comió el suyo.

—Por cierto... No me dijiste a qué vamos... Ni a dónde.—

Dijo el menor, mientras observaba los edificios por la ventana polarizada.

—Hendery nos llamó. Le había dicho que necesitábamos unos materiales, y resulta que ya los consiguió. Me sorprendió que fue demasiado rápido.—

Respondió Jeno, frenó ya que el semáforo marcó la luz roja. Aprovechó y tomó un sorbo de su jugo de manzana.

—¿Quién es Hendery?—

Preguntó Jaemin, alzando una de sus cejas, se notaba un poco, ¿celoso? Por esto, Jeno sonrió.

—Es nuestro espía, ¿no te acuerdas de cuando lo conocimos?—

Jaemin dudó, colocó su dedo índice en su mentón y miró hacia arriba, tratando de recordar.

—Mmmmm... No, ¿cuándo fue eso?—

—De hecho, fue hace horas. Cuando fuimos con Hansol.—

El menor palmeaba su frente, tratando de recordar. En ese momento, deseaba no haber tomado esa bebida, ni sabia cuantas consumió.

—No hice nada raro, ¿verdad?—

Preguntó Jaemin, sosteniendo su cabeza con su dedo en la cien. Jeno recordó lo que había sucedido, en esos momentos le desesperaba, pero al pasar el tiempo, le daba risa. Se aguantó las ganas de carcajearse y respondió, poniendo esa cara seria, centrándose en el camino:

—No. Yangyang interpuso....—

El menor suspiró aliviado y se recargó en el respaldo.




—Llegamos.—

Avisó Jeno, parándose en el estacionamiento de un alto edificio, bastante moderno.

—¿Dónde es aquí?—

Preguntó Jaemin, inseguro.

—Donde Hendery consigue sus mercancías.—

Respondió Jeno. El menor asintió, aún inseguro de lo que hacían. Metió una pequeña pistola cargada dentro de su gabardina, como siempre, por si acaso.

—Acompáñame.—

Avisó el mayor, saliendo del vehículo, Jaemin lo siguió.

Se pararon frente las puertas de cristal y estas se abrieron automáticamente. Se sorprendieron al ver el interior del lugar, parecía un mundo de ciencia ficción, no era posible que ese lugar fuera TAN avanzado. Salieron de su mundo al sentir una mano en uno de sus hombros. Inmediatamente se voltearon y vieron la figura de una recepcionista, o algo por el estilo.

—Buenas. ¿Buscan algo? ¿Pudo ver sus identificaciones?—

Preguntó la joven mujer. Jaemin observó la placa en su saco, el cual tenía el nombre de la mujer.

—Verá... Tiffany... Nosotros venimos para ver a un socio.—

—¿En serio? Pero... De todos modos, debo ver sus identificaciones antes de dar un paso más.—

Avisó la mujer, ahora molesta, tratando de ocultarlo con una sonrisa demasiado exagerada.


—¡EY TIFFANY!

Alguien alzó su voz mientras bajaba las escaleras cristalinas.

Todos se voltearon a ver de quién provenía la voz. En eso, el alivio inundó a los dos jóvenes, bueno, solo a Jeno. Era Hendery, quien bajada esas escaleras.

—Buenas Wong Kun Hang.—

La mujer dio una reverencia. El otro solo asintió sonriendo.

—Veo que ya llegaron mis socios. Síganme.—

Hendery guió a los dos jóvenes a un sótano, ahí parecía más una fábrica. Caminaban por un pasillo cubierto de cristal y dejaba ver lo que sucedía. Gente ensamblando piezas, haciendo pruebas y dándoles los últimos retoques. A Jaemin se le iluminaron los ojos al ver las hermosas y letales armas que se estaba creando. Con solo verlas, se podía saber que te podían matar con solo rozarte.

—Son preciosas.—

—Lo sé. Ah, por cierto. Jaemin, ¿te sientes mejor?—

Preguntó Hendery.

—¿A qué te refieres?—

—Bueno, cuando estabas drogado y decías cosas raras al igual que actuar como un niño pequeño.—

—¡¿QUÉ?!—

Jaemin brincó. Acto seguido, le dedicó a Jeno una mirada asesina. El otro reía nervioso.

—Okey Okey. De vuelta al tema. Les preparé una orden especial. Con solo las mejores armas que hemos desarrollado últimamente. Se supone que debían ir hacia BOSS, pero por eso aparte ese montoncito.—

—Gracias. De hecho, ya necesitábamos nuevo material.—






Unos trabajadores metían las armas cuidadosamente a las cajas, para cuando se llenen, cerrarlas y meterlas de vuelta a la camioneta. Al terminar, estos se fueron.

—Te lo repito, muchas gracias.—

Jeno le extendió la mano a su espía. El otro tomó de esta y dieron una despedida formal. Hendery se adentró al edificio de nuevo, mientras que el dúo se iba de vuelta a su mansión, donde podían estar seguros de BOSS.

Lo que ninguno de ellos sabía, era que alguien los había observado, cada movimiento e interacción que hicieron....

Lo que ninguno de ellos sabía, era que alguien los había observado, cada movimiento e interacción que hicieron

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𝗖𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 ↻ 𝙽𝙲𝚃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora