Salvación

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[RENJUN]

Desde aquel día mi cuerpo duele con solo respirar. Aún recuerdo cuando el jefe de BOSS me lanzaba contra la pared repetidamente, cuando me pateaba el pecho y el abdomen hasta que no pudiera respirar, cuando me pisaba el cuello y las manos, y cuando me ahorcaba. Ni sé cuántos días habían pasado, creo que cinco, o seis.

No he visto la luz del día, siempre estoy en alguna de estas salas oscuras, ni sé si duermo en el día o en la noche. La única comida que obtengo son barras energéticas, arroz y una pata de pollo, todo con un vaso con de agua. No tengo cama, solo un tendido. Siempre llevo la misma ropa, unos pantalones aguados grises y una camiseta blanca unas tallas más grandes, y en mis pies uso unos tenis baratos.

Ya me cansé de los infinitos interrogatorios y yo tener que recordar esos momentos y tener que dejarlos en mi cabeza, juré con mi existencia que no revelaría nada. No he visto a Mark desde ese día, pero no me quejo porque sé que no tiene permitido vernos. Cuando supe que capturaron a Haechan, pensé que GO tendría su fin, es como si se llevarán a la reina del tablero y solo quede el rey junto a tres peones.

Cuando vi a Jisung, me arrepentí de haberlo conocido, al ver como el jefe de BOSS le golpeaba el cuello, le golpeaba el rostro, lo pisaba, lo pateaba, lo usaba como saco de boxeo, cuando le torció la muñeca y le quebró uno de sus brazos, mi corazón se destruía porque ni siquiera lloro, ni se quejó, sólo miraba a la nada, y quién sabe lo que pasaría en su mente.


—¿Usted qué hace aquí?—

Escuché a alguien decir fuera de mi sala, sonaba como la voz del guardia.

—No tiene derecho a que le dé explicaciones, déjeme pasar.—

Escuché una voz ronca responderle.

—El jefe Lee Taeyong le dio acceso solo a un pequeño número de agentes y usted no está en esa lista.—

—¿Me está faltando el respeto?—

—No señor, solo sigo las órdenes del jefe.—

—¡El jefe tu mierda!—

Se escuchó algo chocar contra la puerta de metal, y los sonidos eran fuertes. Deje mi comida a un lado y presté atención a esa puerta negra que dejaba un pequeño rayo de luz proveniente de los focos blancos.

—Llévenselo.—

Dijo esa voz ronca, esa voz era tan familiar pero extraña. Sabía que la había escuchado antes, pero no sé dónde ni cuándo.

Se escuchó el sonido de los pitidos al presionar los botones enumerados del candado. Estaban abriendo mi puerta. "¿Otro traslado?" Pensé, ya me había hecho amigo de la mancha de mi propia sangre ahí. Se escuchó el sonido de la puerta desbloquearse, y el rechinado de la pesada puerta, esta se abrió lentamente y la luz atacó  mis ojos, haciendo que frunciera el ceño y cerrara los ojos.

—Buenas tardes, Huang Renjun.—

Me dijo esa voz ronca. Alcé mi cabeza para verle el rostro mientras preguntaba:

—¿Quién demonios es us- —

Mis ojos se abrieron lo más que pude, mi boca quedo entreabierta y deje de respirar por unos momentos. Era ese hombre que arruinó mi vida, que la lleno de sufrimiento tortura, el que mató a mi madre, y el que me metió esas ideas macabras.

—Hola hijo.—

Su sonrisa no era de alegría, mostraba maldad. Él era peor que el diablo.

La voz no salía, mi labio inferior temblaba, ni siquiera podía parpadear.

𝗖𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 ↻ 𝙽𝙲𝚃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora