𝗖𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 ↻ 𝙽𝙲𝚃

3: La Oficina

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[BOSS]

Lucas, el nuevo agente de BOSS en el escuadrón de Taeyong; intentó escabullirse y entrar al edificio sin que su jefe se diera cuenta. Al entrar, se puso a gatear y pasar por debajo de los escritorios, su única desventaja eran sus largas piernas.

Pero a pesar de eso, todo parecía estar bajo su control, solo faltaba un poco más para llegar al elevador y así poder escabullirse a su oficina desapercibido. Hasta que chocó con alguien, el agente Doyoung. Él era parte de su mismo escuadrón, y reconocido en el grupo como la mano derecha de Taeyong, ¡fantástico! El agente azabache estaba hablando con alguien, y al notar la irresponsable presencia del menor,  suspiró exhausto y comentó cruzado de brazos:

—¿Otra vez tarde?, sabes que si Taeyong se da cuenta, te dará uno de sus larguísimos sermones y trabajo extra como castigo, de eso no te logras escapar ni te podremos ayudar.  Aunque... supongo que ya estás acostumbrado... bien, lo dejaré pasar esta única vez.—

Aquel favor se sintió como una bendición hacia Lucas, mil años más de vida. La persona con quien Doyoung estaba hablando le dijo al menor, quien se estaba levantando del suelo y sacudiendo el uniforme:

—Lucas, ¿qué haremos contigo?, es la sexta vez que llegas tarde este mes. Sabes que me preocupas, en especial si el líder Taeyong se da cuenta. ¿Duermes lo suficiente?, ¿tienes problemas con el despertador?, ¿te metiste en una pelea?, ¿había mucho tráfico?, ¿se descompuso tu carro?, ¿acaso—

Antes de terminar, Lucas le sonrió y le interrumpió diciendo:

—Relájate Jungwoo, estoy bien, es solo que... me distraje un poco en mi camino, ya que fue a pie.—

Jungwoo suspiró y le informó bajando su tono de voz gradualmente, haciendo que al final pareciera un murmullo:

—Bueno...¡Ah! Por cierto, Winwin me dijo que te diera esto.—

El agente le tendió con sus dos manos una caja de cartón decorada y estaba cerrada por un listón verde como envoltura. Lucas tomó la caja y se le quedó viendo por unos segundos, observando cada detalle de esta, hasta que preguntó confundido:

—¿Qué es esto?—

Doyoung respondió antes de que el penoso Jungwoo pudiera abrir la boca:

—¿Qué más parece, tonto? Es un regalo. Son unas galletas que Winwin dijo que horneó, son de avena y vainilla. Pero es bastante obvio que las compró, sabes lo pésimo que es cocinando...–

Lucas soltó una carcajada y contestó:

—Gracias. Ah por cierto, ¿cuándo nos llamará el jefe Taeyong para una reunión? Tenemos que hablar sobre el caso GO y cómo haremos estrategias, la gente tiene altas expectativas sobre este caso, me sentiría horrible si no logramos cumplir con nuestra palabra.—

El alto era bastante animado, divertido; pero su dedicación cuando era necesaria sobresalía más que su actitud de joven juguetón. Jungwoo respondió dudoso en un tono bajo:

—...No lo sé...—

Antes de que Doyoung pudiera responder, dos hombres se les acercaron y uno de ellos alzó su voz, apuntando hacia ellos:

—¡Ahí están! Los estuve buscando por todas partes. Tenemos reunión, órdenes de Taeyong, es sobre nuestro nuevo caso.—

Doyoung luego miró al menor de alta estatura y le comentó:

—Ahí está la respuesta a tu pregunta.—

Jungwoo dio una leve reverencia, y le dijo con una pequeña sonrisa:

—Muchas gracias por avisarnos, Jaehyun.—

El otro agente que acompañaba al castaño, le preguntó al menor de los miembros:

—¿Cuándo llegaste Lucas?—

El joven alto le contestó:

—No hace mucho, ¿qué puedo decir Winwin? Por cierto, ¡muchas gracias por las galletas!—

Winwin mostró una sonrisa adorable y respondió:

—Es solo un regalo de apreciación, no fue nada... y asegúrate de llegar más temprano por favor, no queremos problemas.—

Lucas asintió con la cabeza entretenido. Después Jaehyun, quien tenía cabellos castaños, dijo:

—Vamos a la reunión, de aseguro Taeil, Kun y Ten ya están ahí, jamás debemos retardarnos con esos cuatro.—

Los cinco hombres se fueron al décimo piso del edificio, obviamente en elevador porque les daba pereza ir por las escaleras ¿quién las utilizaba de todos modos?, y se dirigían a donde se encontraba la sala de reuniones.

Ya frente a la puerta de este lugar, Jungwoo tocó la puerta cuatro veces, esperando por un permiso. Casi al instante, una voz proveniente de la sala les respondió:

—Adelante.—