VI

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—¿Por qué insistes tanto en ir a buscar a esas personas?, ¿quienes son?— indagó JungKook.

Iban caminando por las desoladas calles de Jung-gu, distrito de la ciudad de Seúl; donde a cada instante se escuchaban gritos a lo lejos.

—Son personas muy importantes para mí, me deben estar esperando— respondió el hombre, pero para JungKook esa respuesta no fue válida.

—¿Los conozco?— pregunto está vez el adolescente, y el adulto suspiró estresado.

—No, Jeon JungKook, no los conoces— contestó, rodando los ojos—. Abres la boca de nuevo y juro que te lanzo hacia los infectados— advirtió cuando vió que su hijo estaba por hacer otra pregunta.

—. . .¿Por qué crees que este lugar parece estar tan vacío?

—Ay Dios— murmuró su padre—. No lo sé JungKook, seguramente los militares ya limpiaron esta zona— se golpeó la frente frustrado, notando como su hijo detenía sus pasos poco a poco.

—. . .O tal vez no— soltó despacio, mirando embobado hacia la gran plaza central.

El señor alzó la vista, encontrándose con un enorme cementerio de cuerpos e infectados, como si una guerra hubiese ocurrido allí.

Militares.

—¡Chicos!— gritó JiMin, llamando la atención de los gemelos Kim

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—¡Chicos!— gritó JiMin, llamando la atención de los gemelos Kim.

—¡JiMin!— exclamaron los dos al unísono, tomando las barras de las rejas.

—Ahora les abro, tengan— el rubio arrojó la pala al otro lado, TaeHyung la tomó y se giró rápidamente, apaleando contra los infectados.

JiMin se acercó al aparato, ingresando la clave para abrir las puertas, pero la mano le temblaba mucho por la angustia de ver a sus dos mejores amigos cada vez más y más rodeados, y la contraseña le salía incorrecta.

—¡Demonios!— chilló el chico—. 1993199578— recitó en voz baja, y la pantalla del aparato marcó un tic verde— ¡Entren rápido!— exclamó cuando las puertas empezaron a abrirse. ChanYeol se acercó para poder ayudar a los gemelos a entrar y se encargó de que ningún infectado cruzará la puerta—. Bien, ahora cierra. . .cierrate. .  .¡Ya cierrate mierda!— gritó el rubio impaciente, apretando el botón con violencia, pero el aparato solo producía un pitido mostrando unas luces rojas— ¡Carajo!, ¡ChanYeol, cierren las puertas y que no entre ninguno!— demandó apresurado, apretando el botón de reiniciar.

—Para empezar a utilizar el programa introduzca su nombre— el más bajo apretó los botones rápidamente, maldiciendo al aparato de arriba a abajo—. Bienvenido, P A R K - J I M I N, su usuario ya ha sido registrado anteriormente, introduzca la contraseña.

—¡Apúrate JiMin!— exclamó BaekHyun empujando las puertas con todas las fuerzas que le quedaban, TaeHyung golpeó en la cabeza a un muerto que se acercó al rubio pretendiendo morderlo.

INFECTEDWhere stories live. Discover now