INFECTED

XII

—Lo siento, pero su madre no logrará pasar esta noche.

A BaekHyun pareció habérsele cortado la respiración, mientras que TaeHyung quedó en shook, con las lágrimas recorriendo el rostro de ambos. Jimin se acercó a ellos, sobando la espalda de los dos, intentando trasmitirles el hecho de que no estaban solos.

—¿Como. . .cómo estás tan seguro de eso?—  indagó el pelirrojo, pasándose la manga de la campera por los ojos— Dime que es mentira por favor.

—Conozco los síntomas, los vi— aclaró el de cabellos oscuros—. Realmente lo siento.

—Mamá— sollozó tembloroso el castaño, abrazando a su hermano fuertemente. BaekHyun se mordió el labio inferior intentando no desmoronarse, porque sabía que si él lo hacía su gemelo también lo haría.

—¿Como fue qué pasó?, Dios— se lamentó, intentando borrar las lágrimas de su rostro. Siempre le había dado vergüenza llorar frente a los demás.

—Ella pescó la infección porque ya estaba enferma cuando esta inició, significa que sus defensas estaban bajas y eso le dió acceso fácil al virus, debio haber estado cerca de una persona infectada o simplemente fue el aire— explicó de manera rápida, y el gemelo asintió más seguro.

—Quiero verla— susurró TaeHyung—. Necesito verla.

—¿Podemos. . .?

—Claro, solo deben usar un cubre bocas, la habitación ya debe estar altamente infectada y corren el riego de contagiarse si no lo utilizan— los hermanos asintieron.

Jimin buscó en los cajones de los muebles los cubre bocas que tenían en caso de alguna emergencia, mientras tanto su madre bajaba por las escaleras, con una bufanda tapando la mitad de su rostro.

—Quiere verlos— musitó la mujer tras quitarse la gran bufanda—. Cielo, los cubre bocas están aquí— señaló mientras abría el cajón de un mueble blanco, sacando lo que buscaban—. Vayan con cuidado, ella se estaba durmiendo.

TaeHyung y BaekHyun se pusieron los tapa bocas y subieron las escaleras, escuchando de manera nula el "realmente no le queda mucho rato" que salió con lástima de los labios de su tía. El castaño acariciaba el pasamano, sorbiendo su rojiza nariz y limpiándose con el ante brazo los ojos llorosos, y si, por esas cosas siempre fue tachado como el gemelo débil, porque siempre se largaba a llorar y su hermano no. El de cabellos rojizos tomó su mano, dando un ligero apretón en esta para transmitirle un poco de la calma que le hacía falta, lo miró por unos instantes, viendo cómo BaekHyun asentía con el ceño fruncido como si ya estuviera preparado para afrontar la imagen que les esperaba del otro lado de la puerta. Agarró el pomo y lo giró lentamente, TaeHyung soltó un pequeño suspiro terminando de abrir la puerta, oyendo el leve rechinar de esta.
Su madre tenía los ojos cerrados, parecía estar durmiendo de lo más tranquila mientras que su pecho subía y bajaba despacio como si nada, ninguno de los dos se atrevió a despertarla, solo se dedicaron a observarla unos instantes antes de posarse cada uno a un lado de la cama.

—Mamá— susurró TaeHyung, acariciando el dorso de su mano—, no me gusta verte así.

BaekHyun solo se quedó en silencio, disfrutando por última vez aquel suave tacto de la piel de su mano, recordando las incontables quejas de su madre cuando les contaba que de bebés él le agarraba el dedo meñique y Tae le tiraba de la oreja para dormir. Sonrió, mientras una pequeña lágrima descendía por su mejilla, recorriendo con la yema de su dedo las notables venas que se le marcaban en el pálido brazo, levantó su vista para mirar a su hermano, quien se encontraba tapándose la boca para no dejar escuchar sus pequeños sollozos.

—No llores TaeTae— le dijo—. A mamá. . .nunca. . .le gustó vernos llorar— tras decir lo último en un hilo de voz terminó por derrumbarse, entre jadeos y lágrimas tomó fuertemente la mano de la mujer, entrelazando sus dedos.

—Quiero a papá— lloró TaeHyung como un niño pequeño.

—Papá volverá, estoy seguro de eso, sé que él no pararía hasta encontrarnos— aseguró el pelirrojo, sintiendo una leve presión en su mano—, sé que nos buscará, hasta la última gota de vida— el castaño bajó la vista, viendo cómo su muñeca era tomada por los largos y finos dedos de su madre.

—¿Mamá?— musitó, sintiendo un leve ardor en su muñeca por las uñas de su madre, que se clavaron en ella.

—Creo que está despertando— comentó BaekHyun, mordiendo su labio inferior al sentir como su mano era estrujada por la de la mujer.

—Mamá, basta— murmuró TaeHyung intentando apartarse, sentía que en cualquier momento el hueso de su muñeca se rompería—, me lastimas.

—Sueltalo— ordenó el pelirrojo al observar la mueca de dolor de su hermano—, le estás haciendo daño, mamá, ya suelta-—BaekHyun ahogó un gemido de puro dolor al sentir como sus dedos eran doblados con fuerza hacia atrás, provocando el crujido de sus huesos. El castaño al instante quiso levantarse para ayudarlo, más la mano de su madre no lo soltaba, clavando con más violencia sus uñas. Miró con terror a su hermano, preguntándole con la mirada que debía hacer, pero el de cabellos rojizos siquiera podía mirarlo, solo chillaba bajito con los ojos cerrados. TaeHyung bajó la vista hacia su madre, a punto de suplicarle que ya los soltara, más se detuvo al ver que sus ojos estaban abiertos, observando fijamente el techo— ¡Ahg!— gruñó su gemelo— basta, déjame— pedía en voz baja; más TaeHyung ya no se detenía en esos detalles, estaba petrificado viendo los ojos de su madre.

Grises.

Su mano tembló mientras sentía como le faltaba el aire, viendo cómo ella parpadeaba y abría la boca hacia su hermano.

—¡BaekHyun!— gritó justo cuando su gemelo fue arrojado a la cama por el fuerte tirón que le dió la mujer. Ella lo soltó, abalanzandose sobre su hijo para intentar morderlo en el rostro con sus blanquecinos dientes— ¡Tía!— llamó con desesperación, viendo la gran marca morada que había quedado en su muñeca, seguido de su hermano siendo atacado por su mamá, algo que definitivamente, jamás se le borraría de la memoria. El castaño intento tomarla para correrla, más casi termina siendo rasguñado en la parte del labio, lo salvó el cubre bocas que acabo tirado en el suelo. Escuchó como subían las escaleras y retrocedió cuando la atención de su madre fue dirigida totalmente hacia su persona, abrió y cerró la boca varias veces, soltando grandes arcadas mientras se acercaba tambaleante.

—¡TaeHyung cubrete ahora!— alcanzó a gritar BaekHyun antes de que el vomito amarillento alcanzara el rostro de su hermano, el cual se protegió con sus manos. La puerta fue abierta y por ahí entraron ChanYeol y JiMin, mientas que la señora Park se quedaba impactada en la puerta, mirando con total impresión.

—¡Salgan!— ordenó ChanYeol mientras tomaba a la mujer por la espalda para alejarla del castaño y así darle paso libre hacia la puerta—. JiMin, ya sabes que hacer— el rubio asintió tembloroso acercándose con un cuchillo, y ni BaekHyun y ni TaeHyung pudieron ver lo que pasó ahí adentro después, fueron arrastrados por su tía fuera de a habitación, pero lo pudieron imaginar.

—Shh, niños no lloren, ya están bien, ya están bien— les susurraba la mujer, siendo abrazada por ambos chicos.

—Mamá nos atacó— sollozaba Baekhyun, rompiéndose casi por primera vez en su vida—, ella quiso mordernos, tía.

—Esa no era mamá— reprochó TaeHyung, sorbiendo su rojiza nariz—, esa cosa no era nuestra querida madre.

—Tranquilos, ya pasó, ella ahora está descansando en paz— murmuró, viendo cómo su hijo y su sobrino salían del cuarto, cerrando la puerta detrás.

—Deben ducharse— les dijo ChanYeol—, estuvieron muy expuestos ante la infección— explicó brevemente, observando de arriba a abajo a ambos gemelos, deteniéndose en el vomito que manchaba la piel y ropa de TaeHyung—, deben tener mucho cuidado, se ve que una forma de atacar de los infectados es expulsando ese raro líquido, aprovechen que aquí aún hay luz y agua— murmuró antes de darse la media vuelta para bajar las escaleras.

—Vengan, les prestaré toallas y ropa— JiMin suspiró, masajeando levemente la espalda de los dos hermanos, quienes se encontraban cabizbajos, aún sin superar el hecho ocurrido recientemente—. Lo siento chicos, realmente lo siento.