INFECTED

IV

TaeHyung retrocedió tras ver la seña de su hermano, y luego de que este se metiera a la habitación decidió esconderse en el baño, el único lugar que tenía cerca. Sinceramente no entendía bien que estaba pasando, se sentía ido, solo sabía que escuchó un gran golpe y luego unas botas pisando los escalones de la escalera.

Entendió que alguien estaba subiendo.

Y solo rezó porque no sea un infectado, si era así entonces ya estaban metidos en graves problemas, porque realmente no sabían cómo defenderse bien de ellos, solo lo hicieron una vez y no fue la gran cosa, además de estar advertidos sobre no dejarse morder o ya serían hombres muertos. Se giró luego de cerrar la puerta con toda la delicadeza del mundo y cuando busco la llave no la encontró por ningún lado.

-Genial- pensó-. No hay nada con que trabar esta mierda.

Decidió apoyarse contra la puerta cuando su oído percibió unos sonidos, escuchando las pisadas recorrer el pasillo de esquina a esquina, oyendo incluso como la persona que se encontraba afuera se chocó con el mueble en el cual había muchas figuras de ángeles, rompiendolas cuando se estrellaron contra el piso.
Sintió el miedo recorrer sus venas, porque realmente no sabía quién era el que estaba afuera, suponía que era del genero masculino, por el gran ruido de las gomas y pisadas de las botas.

-A-ayuda- escuchó, y ahí supo que realmente era una persona y no un infectado, porque hasta donde él estaba enterado, los infectados no hablaban-, alguien, p-por favor.

Pero aún así no quería salir, a pesar de que el hombre estaba rogando por ayuda él no podía confiar.

-El baño- oyó el pequeño murmullo-. Bo. . .botiquín.

Presto mas atención cuando las pisadas volvieron a sentirse cada vez más cerca, y el pomo de la puerta se giró, más la puerta no pudo ser abierta por el peso de su cuerpo.

-N-no, ábrete. . .¡Mierda! - TaeHyung se tapó la boca para evitar soltar un grito cuando la puerta empezó a ser golpeada violentamente- ¡Ábrete maldita sea!- los golpes no cesaban, solo se volvían más fuertes. No supo que hacer, porque sabía que si el desconocido seguía así, seguramente lograría correr su delgada anatomía de la puerta, y sería descubierto-. B-basta, no dios, para por favor, detén el dolor, ¿qué te he hecho para que me hagas esto?. . .¿qué te he hecho?. . .¡¡¡AHG!!!- se sobresalto al oír el feroz grito luego de los bajos quejidos lastimeros, y luego algo impactó contra el suelo.

Espero un rato entre jadeos aterrados, no se oía nada más, todo había quedado en un silencio sepulcral de manera repentina. Pensó que el hombre se había marchado o algo, así que con las manos temblorosas, abrió la puerta lentamente, tenía que ir a buscar a su hermano.

-Oh por Dios- musitó sorprendido, encontrándose con un gran cuerpo desplomado en el suelo-¿S-señor?, ¿se encuentra bien?- preguntó, acercando dos de sus dedos al cuello del hombre para tomar su pulso.

Absolutamente nada, estaba muerto.

Observó un poco más, siguiendo un camino de sangre que se había formado en la blanca camisa de aquel desconocido, la cual finalizaba en una gran mancha en la parte del abdomen. Tomó el borde de la camisa, subiéndolo despacio hasta llegar al punto de la gran mancha, donde el color rojizo era más oscuro de lo normal. Abrió los ojos como nunca cuando se encontró con una gran mordida, parecía estar podrida y desprendía un gran olor a podrido que logró descomponerlo por unos instantes. Soltó el pedazo de tela y su mente le ordenó a gritos que se alejara, sabiendo perfectamente que ese hombre estaba infectado y que era peligroso, ¡Diablos!, Realmente quiso apartarse, y hubiera logrado su cometido de no ser porque la pálida y venosa mano de ese desconocido lo tomó por la muñeca fuertemente, dejándolo hecho piedra, paralizado por el terror que recorrió su cuerpo entero al ver cómo esa persona levantaba la cabeza, dejando ver sus ojos grises.