Capítulo 32

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-Y quiero deciros, que a pesar de que ha habido muchos aprobados, también hay suspensos, y más les vales ponerse las pilas, que segundo es peor que primero, y a los que habéis acabados justos, no os vendría mal un cuadernillo en vuestro verano...-Los discursos del profesor Felipe eran míticos a final de curso. Las manecillas de reloj no se movía y los segundos pasaban lentamente. "Solo diez minutos más, sólo diez" pensaba Mía mientras apoyaba su cabeza en su mano y miraba a la nada. Aún le quedaban diez minutos para contarle a Noa sobre su beca en Madrid. No quería decírselo, pero a la vez estaba ansiosa por darle la noticia. La campana que anunció el fin de clases y el comienzo del verano sonó. Mía corriendo recogió sus cosas y salió de la clase la primera. Nada mas salir, se giró viendo a todos sus compañeros como salían de la clase y se despedian de ella. Si se iba, quién sabría cuándo los volvería a ver. Una cabeza morena rizada la sacó de sus pensamientos. 

-¡Hola, que ya es verano! ¿Tú sabes las cosas que tenemos que hacer este verano? Creo que no, aún no eres consciente. -Dijo Noa cogiéndola del brazo y arrastrándola hacia la puerta. -En primer lugar, ir a comer. ¿Burguer King o McDonalds?

-Pues...La que tú quieras, yo las noto iguales.

-Vale, pues McDonalds, que está más cerca, no me apetece coger el autobús para ir a las afueras para ir al burguer. -Y diciendo eso, Noa y Mía salieron e la puerta del instituto con dirección al centro, no sin echar la vista atrás para ver por última vez el instituto.

-Te tengo que decir una cosa...-Dijo Noa mientras se sentaban en la parada del bus. 

-Cuenta, soy toda oídos, yo también tengo que contarte algo. -Dijo Mía imitándola y mirando al suelo. 

-Es que...Aquí no. 

-¿Por qué no? -Preguntó extrañada Mía.

-No estás preparada jajajaj. No enserio, aquí no. ¿Qué me tienes que contar tú? ¿Te ha perdonado ya Anto? -La pregunta le hizo acordarse de él como alguien lejano, hace dos días que la tenía bloqueada y no sabía nada de él.

-No...No es importante, allí te lo contaré. -Dijo sonriéndole y siguiendo con la mirada a la calle casi vacía.

Ya en el McDonals, una congregación de adolescentes formaban cola para celebrar en aquel "restaurante" su principio de verano. Media hora después consiguieron ser atendidas y buscaron un sitio para sentarse apartadas de la multitud. 

-Y bueno...¿Qué es eso que tenía que contarme? -Dijo Noa abriendo su hamburguesa y echándole kétchup.

-Es que...Em...

-Oh espera un segundo. -El teléfono de Noa comenzó a sonar con esa melodía que usaba hace años y que ya le era tan familiar. Cuando Noa cogió el teléfono, la melodía de Goodbye de Miley Cyrus dejó de sonar. Mía no recordaba las veces que ella y Noa habían llorado al escuchar esa canción en la película "The last song". ¿Qué iba a hacer ella sola en Madrid sin ella? Cada vez tenía más claro que no se iba a ir a ninguna parte, por muy perfecta que le pareciera la oferta de la universidad. 

-Bueno, ya estoy. -Dijo Noa sonriéndole. Mía no se había dado cuenta de que ya había guardado el teléfono y la estaba mirando.

-Eh...Pues oye...¿Qué querías decirme tu?

-Pues nada, tonterías, no es nada importante, luego te lo digo. -Dijo Noa sacudiendo la cabeza y moviéndola de un lado a otro para quitarle importancia. 

-¿Todavía tienes Goodbye como tono de llamada? ¿No la has cambiado en cuatro años?

-No, ya sabes lo mucho que me gusta la canción, cuando la letra recuerda todos los momentos vividos y que lo único que quiere olvidar es el adiós, ya sabes. -Y a continuación Noa agachó la cabeza tapándose la cara con el pelo para que Mía no la viera.

-Noa...¿Estás llorando?  -Dijo Mía acercándose a ella. Al no obtener respuesta, Mía se levantó para dar la vuelta a la mesa y sentarse a su lado. 

-Joder...Es que no me quiero ir, no te quiero dejar. -Dijo Noa abrazándola muy fuerte.

-No...No te entiendo Noa. ¿De qué hablas?

-Joder, es que son cinco años los que llevamos juntas, eres como una hermana, no te quiero dejar. -Siguió Noa soltándola y quitándose las lágrimas con la parte superior de la mano. -Espera que te lo explico. -Dijo sorbiendo la nariz. -Ayer...No, antes de ayer, buen, da igual, me enviaron una carta...Un e-mail...Una beca...En Madrid.. y...

-No, no, no, no, no es posible. -Dijo Mía abrazándola con fuerza, esta vez era Noa la que no entendía nada. 

-¿Qué? ¿Por qué estás tan feliz, Mía? -Preguntó Noa.

-¿La carta era de una universidad? ¿La de psicología? ¿La que tú estuviste mirando mientras yo buscaba la de veterinaria?

-Si, esa misma, y bueno, ellos quieren que me vaya un año antes a estudiar. 

-SIIIII

-NOOO. -La cortó Noa. -¿Eres tonta? ¿Cómo que sí? No pienso ir sin ti, y menos yo completamente sola un año antes para hacer prácticas, esto lo soñábamos juntas, ni loca lo voy a acepart, esta mañana he enviado un correo dando las gracias pero denegando la oferta,+ por si tenías tentación de hacerme cambiar de opinión. 

-Tú...¡Tú eres retrasada! -Dijo Mía mientras le entraban instintos asesinos contra Noa. -Pero vamos a ver, yo nno he respondido hasta esperar a hablar contigo, y no me digas que no tenías una mínima ilusión de ir sin mí, porque yo si la he tenido, y no me hagas sentir mala amiga.

-¿Qué? ¿Tú también tenías carta? Pensé que solo lo hacía mi universidad...Oh dios...-Noa se levantó de la mesa y echó a correr hacia la puerta.

-¿Pero a dónde vas? -Gritó Mía poniéndose de pie. 

-A mandarles otro correo diciendo que acepto su oferta.

-¿Tendremos que terminar de hablarlo no?

-Tenemos todo un verano para hablar nuestra estancia en Madrid. -Le gritó por última vez Noa antes de salir corriendo por la puerta. La gente de alrededor miraba a Mía algunos molestos, otros con muecas de risas en sus caras...Habían montado una escena pero a Mía le daba igual, con una sonrisa de oreja a oreja recogió sus cosas, incluso la mochila de Noa con su móvil y salió aún sonriendo y mirando el suelo.



Cruza los dedos, no los brazosWhere stories live. Discover now