Capítulo 26

167 10 2
                                    

-¡QUE QUEEEEEEEEEEEEEE!

-Tía Noa, deja el cuchillo de untar nutella que me das miedo. -Dijo Mía riendo mientras le cogía con dos dedos y con mucho cuidado el cuchillo a su amiga. Ayer por la noche habían vuelto de Londres y no le parecía mejor plan para su último día de vacaciones que ir a visitar a su mejor amiga y ponerle al día.

-TÚ...TÚ ES QUE ERES TONTA. Te quiero a más no poder pero no me pidas que suelte el cuchillo cuando vienes a mi casa, te pregunto que si tienes alguna novedad, que que tal por Londres y me sueltas dos horas después de que acabaramos la conversación que te encontraste con Anto, que os liasteis y que estáis enamorados. Que no, que te lo prohíbo. -Dijo apuntándola con el cuchillo. Rápidamente, Noa lo volvió a untar en la nutella y se lo metió a la boca.

-Es que te ibas a poner histérica. 

-QUE NO, COÑO NO VES LO TRANQUILA QUE ESTOY. ¡ESTOY BIEN! -Le respondió Noa riéndose y exagerando su locura. La verdad es que no sabía por qué no se lo había contado antes, era su mejor amiga, pero tenía miedo de su reacción , de que pensara que todo era una locura. 

-Bueno, pues si me haces otro bocadillo de esos, dejas el cuchillo y te sientas, te lo cuento todo. 

Horas después Noa y Mía ya habían dejado de fangirlear y estaban viendo la tele. Un programa sobre cotilleos sobre famosos adolescentes empieza en la tele, con el tema principal: 

                                               "La nueva novia de Antoine Griezmann."

-¿Qué es esto? -Dijo Mía subiendo el volumen y flipando.

-Shh, calla, calla. -Le cortó Noa acercándose a la tele. En la televisión aparecieron fotos de Erika y Anto agarrados paseando por Londres y dándose abrazos, tal y como decía la presentadora. "Se les veía completamente enamorados el uno al otro". Para colmo, una foto de ellos besándose, le terminó de romper el corazón a Mía.

-Yo...Esto...Anto...-Dijo Mía balbuceando.

-Llámalo, por tu bien y por mi bien, sabías que esto pasaría y él te lo advirtió y no te debería de pillar por sorpresa y, por más que me cueste decirlo, él es el único que puede consolarte después de ver esto. ¡Y eso que soy tu mejor amiga y te he consolado miles de ves! Llámalo. -Rápidamente, Mía cogió su bolso, se puso las zapatillas y salió de casa de Noa con el móvil en la mano. En cuanto terminaran de hablar, llamaría a Noa para tranquilizarla. Con las lágrimas cayéndole por la cara, marcó el número de Anto. Comunicaba. La ventaja de que Noa viviera a las afueras de la ciudad es que había parques inmensos y poca gente. Necesitaba estar sola. El teléfono vibró en la mano.

-Anto. -Respondió rápidamente Mía. 

-Hey princesa, ¿Qué te...? Oh, mierda. -Él lo sabía, sabía que había visto el programa. -Lo siento tanto pequeña... Te dije que pasaría, lo sabías, lo sabía pero me siento la peor persona del mundo. 

-Sólo te llamaba para oírte decir que me querías, me lo dijiste lo sé, pero no puedo evitar sentirme así...

-Dios...En este momento cruzaba el océano para poder abrazarte. Ya sabes cómo va esto, ya sabes lo que opinaba Germán y lo que quería Erika...Ya sabes lo que yo quiero. -Esa última frase la había tranquilizado mucho, sabía que Anto no lo hacía aposta pero la fama y la distancia eran dos cosas odiosas. 

-Gracias.

-¿Por qué, por besar a Erika? ¿Por ser el peor novio del mundo? 

-Por quererme, por no dejar que acabara esto en Londres. 

-Ojalá pudiera hacer algo más por ti, algún día lo haré, te lo prometo. 

-Te creo y te seguiré esperando. 

-¿Me puedes hacer unfavor antes de colgarte? 

-Si, dime.

-Jamás, por favor, jamás, cuando vuelvas a poner la tele y veas un programa de cotilleos en el que hablan de mi relación con Erika, te quedes viéndolo, cambia de canal o llámame para que pueda escuchar tu preciosa voz, pero no lo veas, no quiero volver a sentirse así, que aunque no te vea se que estás llorando y joder, no puedo estar de brazos cruzados...

-¡¡ANTO PASA EL PORRO!!

-¿Saúl?

-SAÚL COMO NO TE CALLES TE VOY A METER EL PORRO POR DONDE TE DIGA. Ey princesa, ¿Sigues ahí? 

-Sí, sigo aquí, aunque no me conozca, dale recuerdos a Saúl de mi parte, y a todos los que estén por ahí, te tengo que colgar, te quiero y tranquilo, te lo prometo. Te quiero mucho.

-Yo también te quiero mucho, esta noche hablamos gorda. -Y colgó.

Cruza los dedos, no los brazosWhere stories live. Discover now