Cruza los dedos, no los brazos

Capítulo 27

"Pi pi pi pi, pi pi pi, pi pi pi pi"

-Aaaaaarg. -La voz de Mía nada más levantarse no era digna de ser escuchada, con una mano paró el despertador y con la otra se tapó la cara con la almohada. Otra vez clases, la dea de suicidio le rondaba por la cabeza todos los lunes nada más pensar que a primera hora le tocaba educación física. Se vistió y bajó con su chandal del colegio horroroso. Desayunó a toda risa porque llegaba tarde y salió de casa corriendo al encuentro de Noa. Noa ya estaba al tanto de la conversación de ayer con Antoine, Juntas, empezaron a caminar hacia el instituto. 

-Hola.-Una voz femenina sonó a sus espaldas. Noa se giró y, con cara de asco, se volvió a girar  haciendo como si no la hubiera visto, Mía también se giró.

-¿Qué tal Mía? Hacía mucho que no hablábamos. ¿Qué tal tu viaje a Londres? -La voz de Luana parecía tan inocente. 

-Si...Pues estuvo genial. -Dijo sonriéndole, Luana no estaba como siempre, su cara reflejaba tristeza a pesar de su amplia sonrisa.

-Demasiado genial. -Dijo Noa en un susurro solo apto para Mía. A Mía le salió la sonrisa y agachó la cabeza.

-¿Cómo tú así hablándonos? ¿Una chica tan popular como tú hablando con dos tontas como nosotras? -Dijo Noa, la cual se había girado para entablar una conversación con ella. Que Mía supiera, ellas dos no se habían vuelto a hablar desde que Luana empezó a salir con Lucas.

-Noa por favor, vengo a disculparme, lo que hice no estuvo bien, lo mas mínimo, tu eres...Eras mi amiga, fui una tonta. 

-¿Qué te ha hecho Lucas? ¿Te ha dado plantón por otra? -Dijo cortante Noa. Solo ella sabía a lo que se refería, Lucas tonteaba con cualquier chica que pasara por su lado, ya no mantenía la cuenta de cuántas veces le había sido infiel con ora chica, pero Noa lo quería...Lo había querido.

-La verdad es que sí. él ahora está con Andrea, la chica pelirroja dos años menor que él, la del instituto...- Dijo Luana agachando la cabeza, parecía realmente dolida. Mía tenía unas ganas tremendas de abrazarla, y lo habría hecho si no fuera porque Noa la estaba mirando fijamente, como si supiera en lo que estaba pensando, señalándole que como lo hiciera se podría dar por muerta.

-Mira Luana, no me das pena, lo más mínimo, me quitaste al novio, él se había ido detrás de cientos, pero que tú cayeras en sus redes fue lo último, éramos amigas ¿Lo recuerdas? Aún no entiendo como un chico pudo hacerte perder la cabeza tanto como para que perdieras mi amistad. -Y dicho eso, Noa dio media vuelta y comenzó a andar. Mía se quedó mirándola, a Luana le caían lágrimas. 

-Luana...Sé que estás arrepentida, pocas veces te he visto tragarte tu orgullo y pedir perdón, pocas veces, pero sabes como es Noa...Solo dale tiempo y olvida a Lucas, es lo mejor -Dijo mientras le apoyaba la mano en su hombro y después se giraba dándole la espalda a la que alguna vez fue uno de sus grandes apoyos.

-Noa, espera. -Dijo corriendo detrás de ella.

-Pensaba que te ibas a quedar con ella...-Le confesó Noa mientras miraba ya a lo lejos a Luana. 

-Mira será mi amiga y todo lo que tú quieras, a mi no me ha hecho daño, pero a ti sí, y más en la cosa que más querías, Lucas, cuando tú la perdones, entonces yo podré perdonarla, entonces, nada.

-Gracias, de verdad. -Dijo sonriéndole. -¿Y...Que hay de Ander? ¿Se sabe algo de él? -Preguntó Noa intentando desviar la conversación.

-Nah, ni idea de él. 

-Pues yo sí se algo..Se muda. 

-¿SE MUDA? ¿A DONDE? -Le preguntó a Noa parándose en seco.

-Pues a Barcelona parece ser, el se gusta de ti, lo que menos quería era despedirse de ti. se va a la hora de comer, cuando ayer te fuiste me fui a despedir de él. ¿Por qué no le alegras sus ultimas horas en esta ciudad de mierda donde todo el mundo quiere irse y vas a despedirte? 

-No es mala idea, el gusta de mi...Él sabe que yo de él no, pero por encima de todo somos amigos, pensaba que me diría una cosa así...Bueno, sea como sea, me iré a despedir de él. -A la cabeza de Mía le empezaron a venir las primeras ideas de su discurso de despedida. Cinco minutos después, sonó su móvil. Un "Buenos días princesa, te echo de menos, quiero verte" de Antoine le hizo afrontar mejor la idea de tener que despedirse de su mejor amigo.