Mi hermoso tormento

Confío en vosotros

- No lo puedo llamar, no tiene móvil - Dijo Liam.

- Estoy bien - Dije yendo a la cocina a por la escoba y recogedor para barrer los cristales.

- ¿ Qué ha sido ese ruido ? - Preguntó Fiona preocupada.

- Se ha roto la mesa de cristal del salón - La expliqué haciéndola suspirar.

Recogí todo y me volví a sentar en el sofá. Tendría que llamar a alguien para que me ponga un cristal nuevo en la mesa.

- Te estás quedando dormida - Dijo Liam. Se escuchó a Charlotte quejarse e irse a la cama.

- Tú todavía tienes fiebre - Dijo Zack haciéndome fruncir el ceño - Échate en la cama - Supongo que Fiona asintió ya que se desconectó su personaje y sus cascos.

- Yo también me voy a dormir ya - Dijo Liam antes de desconectarse. Miré la hora y eran las tres de la mañana.

- Yo igual, que mañana nos dan las notas y hay que madrugar - Dijo Zack desconectándose.

Desconecté la consola y me quedé a oscuras mirando la led azul de la parte trasera de mi televisión. Al cabo de un rato me levanté, me quité la ropa, me puse unos simples pantalones deportivos grises y bajé de nuevo al salón sin camiseta y descalzo. Me coloqué las vendas y me acerqué al sacó de boxeo para desestresarme ya que no iba a dormir en toda la noche.

(...)

Miré la hora al sentir un dolor bastante fuerte en mi mano derecha, ya era hora de prepararme. Me quité las vendas deportivas y vi que las vendas de la derecha estaban cubiertas de sangre por el corte de a noche, por lo que me fui a duchar y me puse unas nuevas, me vestí con una camiseta blanca y una cazadora negra por encima a juego con unos vaqueros negros y mis botas militares.

Cogí mis llaves y fui al garaje, no tenía coche, así que solo tenía una opción, la moto, dudé unos segundos en si llevar el casco de Fiona o dejarlo en casa, pero opté por llevarlo, no creo que se quedara otra vez donde Zack. Me costaba agarrar el manillar con el corte en la mano y ya se veía de nuevo como traspasaba un poco mi sangre el vendaje. Aparqué junto al coche de Liam, quién estaba sentado en su asiento con la puerta abierta y con la música ligeramente subida.

- Con que te cortaste con la mesa - Me apuntó la mano, asentí bajando de la moto y quitándome el casco.

- No es nada... - Miré alrededor.

- Si buscas a Fiona y Zack todavía no han llegado - Sonrió divertido - Aunque claro, te da igual donde esté Fiona... No es tú novia ni nada parecido - Me miró de reojo con una sonrisa de medio lado.

- ¿ A dónde quieres llegar ? - Me acerqué a él con el ceño fruncido.

- A que no entiendo porqué dijiste que no erais novios - Salió del coche posicionándose frente a mí.

- Porque no lo somos, no se lo he pedido con todo lo sucedido - Expliqué.

- ¿ Y no te diste cuenta ? - Elevé una ceja.

- ¿ De qué ? - Este se llevó una mano al rostro negando con la cabeza desesperado.

- Fiona estaba llorando cuando se fue con Zack - Me sorprendí al escuchar eso - La dolió lo que dijiste...

- Genial... - Suspiré pasándome una mano por la nuca. Subiendo de nivel de gilipollas.

- ¿ Por qué no la detuviste cuando se fue ? - Preguntó cerrando su coche.