Mi pequeña carta

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Autor: holaaas
La miró nerviosa y expectante, rogando porque le diera su aprobación.

¿Y qué dices?-Preguntó visiblemente nerviosa

La respuesta tardó algunos segundos

Estás hermosa- concluyó.

Kagome clavó sus enormes ojos chocolates en su mejor amiga y soltó un suspiro.

¡Lo sabía! ¡Debí dejarme el cabello suelto y no recogérmelo en este moño tan pomposo!- exclamó al borde de las lágrimas

La castaña negó y la zarandeó un poco

Venga ya Kagome, deja el drama, estás hermosa ¿oíste?- hablo fuerte y claro mientras apretaba más el agarre de su mejor amiga- Ahora, ¡Ni se te ocurra llorar!

Kagome asintió quedadamente y la miró tratando de esconder sus nervios que parecían salirse por sus poros

Dile a mamá que entre- pidió- Y gracias Sango

La castaña le dedicó una enorme sonrisa y giró para enrumbarse hacia su destino, cuando se detuvo intempestivamente y giró a verla, su semblante se endureció y acortó toda distancia con su amiga.

Él me la dio esta mañana para ti, con tanto apuro lo olvide por un segundo- sacó una carta de su bolso- Te dejare sola ¿De acuerdo?

Kagome asintió y clavó su vista en aquel sobre blanco, tenía escrito su nombre con tinta verde, su color favorito. Sintió como el piso se movía debajo de ella. ¿Una carta? Eso no era propio de él, tragó duro y temblorosa abrió ese sobre, desdobló la carta como si su vida dependiera de eso y sintió pánico, sintió como se le dificultaba respirar, como sus ojos se aglomeraban de lágrimas, esa carta no podría ser más que un indicio de que todo se había desmoronado.

Dudó, dudó por largos y eternos minutos pero se armó de valor, y comenzó la lectura con el corazón latiendo a mil por hora.

Paris 17 de Setiembre

Querida Kagome:

Sé que te parecerá de lo más extraño y hasta algo alarmante recibir una carta mía, más en un día tan importante como hoy, pero te pido que te tranquilices, estas líneas no son para causarte ni la más leve tristeza, por el contrario, quisiera reivindicarme contigo. Así como lo lees, no te sorprendas.

Te conozco desde que tengo memoria, desde que éramos dos pequeños niños con ansias de conocer el mundo, ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Tú estabas con ese vestido verde el de mangas cortas y lazo blanco, sentada en el jardín de mi casa contemplando las nubes, decías que tenían formas de castillos y de osos pandas y yo te decía una y otra vez que estabas loca, que eran espadas y dragones, que estaba clarísimo pero tú negabas divertida y jurabas que estaba ciego, que de tanto ver el sol mis ojos se habían vuelto más dorados que el mismo y por eso no podía distinguir lo que claramente era una nube con forma de oso panda, !Sí¡ recuerdo al detalle la primera vez que nos conocimos, así como todo lo que vivimos juntos, ¿Recuerdas la vez que rompiste el jarrón de la abuela Kaede? Mi padre me castigó un mes sin videojuegos porque me eche la culpa, fue un mes terrible, casi me vuelvo loco, pero ahí estabas tú, la culpable de mi castigo, con una sonrisa dándome ánimos y aunque quería delatarte tú sonrisa me encandilo a tal punto de echarme la culpa cada vez que rompías algo de la abuela, aunque debo admitir que después del sexto adorno la abuela lo comenzó a tomar de forma divertida.

¿Sabes que más recuerdo? La primera vez que fuimos a la escuela, recuerdo lo nerviosa que estabas, jugabas con tu cabello y mirabas por todas partes tratando de encontrar a alguien que "parezca amigable" pero no tenías éxito y te llenaba la frustración, frustración que se comenzaba a notar en tu rostro, así que giraste hacia a mí y me preguntaste "¿Tengo cara de mala?" Yo recuerdo haberte mirado a esos enormes ojos chocolate y decirte "¡No digas estupideces! No tienes cara de mala, solo eres fea" Lo siguiente que se viene a mi memoria eres tú golpeándome con toda la fuerza que tenías para luego salir corriendo de allí, salí detrás de ti.

Casi te pierdo.Where stories live. Discover now