La espada maldita (2)

2.9K 129 9
                                    

Chapter 2: La joven testaruda

"En un mundo cruel

Me sorprenderá encontrar fragmentos de eternidad que van y vienen sin cesar, recógelos y cuídalos ellos nos podrán guiar en nuestro largo caminar"

La espada Maldita.

La joven testaruda.

Ella resopló por quinta vez casi sacando fuego por sus ojos hacia sus tres amigos y la gatita que la observaban con cierta cautela.

-¡Pero quiero ir!-Dijo casi haciendo pucheros de desesperación a los tres rostros serios-¡No pueden detenerme!

-Señorita Kagome entiendo su preocupación por InuYasha, pero así como esta él podría...

-¡No me hará daño!-Lo detuvo Kagome poniendo sus manos frente a ella como si estuviera alejando las palabras del joven monje-Él jamás me lastimaría...

-No consiente por supuesto... pero así como esta-Sango meditó en voz alta, Kagome le dio una vaga mirada.

-Por favor Kagome, quédate con nosotros-Le rogó Shippo aferrándose a su brazo. Ella suspiró cansada. Realmente quería estar con él y nadie se iba a interponer en eso.

-¡Escuchen! Sé que soy la única capaz de hacer volver en si a InuYasha-Comenzó diciendo con bastante confianza y determinación-Él de una u otra forma siempre me escucha, incluso ya se transformó otras veces y lo pude manejar... asique Miroku saca ahora mismo tus pergaminos de la entrada de esta cueva y déjame ir... no es necesario que vayan ustedes.

-Kagome, somos un equipo o vamos todos a nadie-Discutió Sango algo alterada, la idea de que a su amiga le pasara algo le aterraba. Ella había sido como su hermana desde que la conoció.

-Prefiero la opción de nadie-Miroku sonrió nerviosamente ante la gélida mirada que le dirigió Kagome. Ella sí que daba miedo cuando se ponía de malgenio y testaruda.

-Pero me da susto InuYasha con esa cara-Exclamó Shippo cubriéndose los ojos espantado.

-No es necesario que vayas Shippo, yo puedo ir sola... él no me hará nada, confió en él.

-¡No! Yo soy un hombre, te protegeré Kagome-Corrigió el niño dándose valor internamente sin poder evitar que su cuerpo temblara al recordar el frío y malévolo rostro de su amigo hanyou.

-Señorita Kagome debo decir que analizando como actúa InuYasha respecto a usted, dudo que le agrade que vaya en su búsqueda, él de seguro se molestará mucho si la ve ahí-Intentó conciliar, realmente no quería arriesgar su pellejo, al menos no antes de asegurarse de dejar herencia en el interior de cierta caza monstruos llamada Sango.

-¿Y cuando eso me ha detenido?-Ironizó Kagome rolando los ojos-InuYasha me tendrá ahí quiera o no, le prometí estar a su lado y no romperé mi promesa, aunque me tenga que convertir en la aguja en su trasero molestándolo no lo dejaré así como esta.... ¡él debe estar sufriendo mucho!-Se pasó una mano por la frente corriendo su flequillo... aun podía sentir el suave calor que él había dejado ahí, cuando todo hace unas horas atrás había estado bien y ella solo estaba enojada por que había roto sus cosas. Se reprendió interiormente, no debería haberle dicho tanto "abajo" mejor debería haberlo abrazado o algo parecido... Pero ella no sabía lo que iba a suceder ¿Verdad? Despidió ese pensamiento que la hizo sentirse miserable para concentrarse en hacer que Miroku sacara sus pergaminos.

-¿Entonces...?-Preguntó Shippo temeroso.

Miroku suspiró rindiéndose-Iremos, pero con una condición Señorita Kagome-Ella lo miró extendiendo una sonrisa apretada, asintió y esperó su propuesta-No haga nada temerario.

Casi te pierdo.Where stories live. Discover now