—¡Papá! —gritó Ethan con el rostro enrojecido.

John comenzó a reclamar explicación, Ethan lucía como si deseara meterse debajo de la mesa, y papá parecía como si seriamente estuviera considerando la inteligencia de su hermano. No pude hacer nada más que reír. Esto era más que ridículo, pero John le estaba reclamando a Ethan por su irresponsabilidad y mi hermano no dejaba de tropezarse con sus palabras en un intento por defenderse, y casi se sintió como un incómodo almuerzo familiar con bochornos de por medio.

—¿En qué demonios estabas pensando? —exclamó John.

—Dijiste no agentes y no quería mentirle a una civil —respondió Ethan.

—¡No me refería a criminales por eso!

—Oh, la hipocresía —comentó papá cogiendo un pedazo de pan y John lo fulminó con la mirada.

—Calla.

—Personalmente creo que es mejor una ladrona, a una asesina a sueldo —continuó papá, y apenas me contuve de reír más mientras Ethan estaba atónito—. Deberías haberlo mencionado en algún momento, solo para dejar una moraleja de no meterte con alguien que es capaz de matarte.

—Ella está retirada —masculló John entre dientes—. Estaba intentando ser una figura paterna responsable, ya que tú no estabas.

—¿Y cuánto tiempo llevas sin ver a Mimiko? —preguntó papá y no esperó una respuesta—. Diría que unos dos meses. Tal vez tres. ¿Puedes contactarla? Creo que su ojo experto nos vendría bien en esta situación.

—Ella está retirada —repitió John—. Algo que sabrías, si hubieras estado aquí, en vez de dejarme solo para hacerme cargo de tu familia.

—Lo siento, si tuviste que escoger. Cuando esto termine, podrás retirarte con ella como planeabas. Pero ahora mismo, agradecería su ayuda.

Solo pude observar en silencio, juntando las piezas. De pronto, el hecho que John soliera tener misiones en el lejano oriente no parecía casual o simple elección por gusto. Y casi podía imaginar toda la historia detrás. Ellos se habrían cruzado en algún momento años atrás, él se habría enamorado y ella también, un espía y una asesina. Habrían acordado retirarse, para poder llevar vidas tranquilas y estar juntos. Él la habría traicionado, la situación haciéndole escoger entre ella o sus sobrinos. Nunca había descubierto a qué había renunciado John al hacerse cargo de nosotros, ahora lo sabía.

—Son todos unos hipócritas —murmuré sin poder evitarlo—. Dejan que las chicas Bright nos llevemos toda la mala fama, pero tú has estado con una asesina a sueldo, tú con una ladrona internacional y tú te involucraste con una simple civil en medio de una misión. ¿Y yo soy la problemática?

—Doble agente, Em —dijo Ethan.

—Obligado bajo chantaje.

—Eso no cambia que encubrió a su familia durante años.

—Jack habló con el Chat Noir hace días e intentó convencerla de dejar la ciudad, pero ella no quiere y lo ignora desde entonces —respondí volviendo al tema anterior.

—Por eso no te metes con criminales, siempre hacen lo contrario a lo que les dices —respondió John mirando de un modo acusador a Ethan—. Es tu asunto. Tú la buscas y solucionas eso. Si es importante para ti, entonces es un objetivo también. Y luego hablaremos al respecto, a solas.

—Mimiko —murmuró papá y casi pude verlos discutiendo así desde siempre, John demasiado discreto y obediente, y papá no dudando en señalar sus secretos—. ¿Y dónde está Jackpot? ¿Por qué no está aquí?

Phoenix (Pandora #6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora