Phoenix (Pandora #6)

Capítulo 17

Esto estaba mal. Esto estaba muy mal. La abuela había reforzado el sistema de alarma de la casa, básicamente para evitar que cualquiera intentara salir. Los adultos habían tomado la lógica decisión de no actuar. No podía culparlos, yo también sabía que resultaba lo más seguro. Se trataba de algo que me tenía caminando en círculos por mi habitación, pero mi familia era más importante. Y esto era una trampa por todas partes.

Aquello no cambiaba que hubiera dado la noche por perdida, porque ahora no podía dejar de pensar en aquella vez que Diana había ido a rescatarme a pesar del riesgo que eso implicaba para ella. Desde que le había dicho que la consideraba una amiga, Diana había estado allí para mí, fuera para salvarme o ayudarme.

Y aquí estaba, dejando pasar el tiempo sin hacer nada por ella, porque para un agente la misión era lo más importante y ahora mismo mi misión era sobrevivir. El problema era que yo podía ser así de fría, pero conocía a mi hermano. Él iría a buscarla. Después de todo, la discusión de esta mañana había sido sobre Ethan queriendo ir y los adultos negándose. Él no le fallaría a Diana ni a nadie.

Resoplé al aceptar que lo que tenía en mente era una muy mala idea. Me aseguré que la puerta estuviera bien cerrada antes de meterme dentro del armario. La abuela me había incitado a buscar pasadizos secretos hacía meses, no había modo que pudiera escapar de la reprimenda que me daría por utilizar este poder para el mal. Me rompí una uña buscando, pero finalmente mis dedos encontraron la ranura en el panel del fondo y fui capaz de retirarlo.

Dudé un momento antes de meterme dentro. A esta altura de mi vida, polvo y arañas no deberían darme miedo, pero prefería no imaginar qué clase de insectos se arrastrarían por este lugar. El pasadizo iba en ambas direcciones, sabía que Ethan estaba tres habitaciones a la izquierda. Hice una mueca al avanzar, teniendo cuidado de no provocar ningún sonido, tanteando a ciegas para evitar telarañas en mi rostro.

Avancé deslizando mis dedos contra el muro hasta encontrar la tercera puerta secreta. Me detuve y empujé con ambas manos, esta no cedió. Genial, estaba bloqueada. Y yo me estaba metiendo en tantos problemas. Me apoyé por completo contra la salida, empujando también con mi hombro. ¿Cuánto tiempo llevaba esto sin usarse? Presioné con todas mis fuerzas, solo para que la puerta finalmente cediera y perdiera el equilibrio. Caí fuera del armario, dándome un buen golpe contra el suelo junto con mi orgullo.

Siseé por el dolor en mi codo, todavía no me había recuperado del todo allí. Me senté en el suelo, frotando mis vendas, antes de fijarme en Ethan y Jack en medio de la habitación. Hice una mueca ante sus confundidas miradas. Al menos Ethan no estaba solo, lo cual no sabía si era mejor o peor considerando que Jack también lucía como si fuera a salir en una misión. No había modo que estos dos pasaran de mí.

—¿Qué hacías ahí, Em? —preguntó Ethan.

—Ciertamente no es mi salida triunfal del clóset, estoy muy conforme con mis gustos actuales —respondí y Jack casi se ahogó al oírme—. ¿Qué se supone que están haciendo ustedes?

—Pijamada —respondió mi hermano y puse los ojos en blanco.

—Están por llevar a cabo un rescate.

—No.

—Claro, solo estás chequeando si las armas están cargadas por diversión.

—No es tu asunto.

—Eres mi hermano, siempre serás mi asunto —respondí y suspiré al apoyar mi cabeza sobre una mano—. No quiero sonar cruel, pero ese mensaje tiene días. Ella podría estar muerta a esta altura. Y tú estarías yendo directo a una trampa por nada.