17. Mantenerme Alejado

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Capítulo 17

Mantenerme alejado

Robín

Noisy Silence estaba hasta al límite. Los chicos y yo nos encontrábamos con la adrenalina al extremo Miré a Marcus de soslayo, quien aún me miraba con cierto enojo y repulsión, cosa que me hacía sentir bastante incómodo, pero no estaba dispuesto a mostrarle cuán afectado me hallaba por su actitud. Había hecho todo para mantenerme a raya. Ignorar a Lía no era lo que quería, pero por no perder a mi mejor amigo y por mantener mi maldito estatus hice de cuenta de que ella no existía.

Aparté la vista de mi guitarra y la llevé de nuevo al público. Las luces en el escenario aún estaban apagadas, pero desde donde estaba podía mirar la gran acumulación de personas. Sin saber por qué, mi mirada fue hacia la puerta solo para quedarme congelado. Sentí como si me hubieran golpeado con fuerza en el estómago. Lía y Jack entraban de la mano al lugar; ella se escondía detrás del gran cuerpo del chico. Dejé a un lado mi estupefacción y mi sangré comenzó a hervir. Quería volar sobre aquel mar de personas y separar sus manos de golpe. En aquel momento la verdad cayó sobre mí como balde de agua fría. No solo tenía curiosidad por aquella chica diferente, me gustaba, y demasiado, tanto que tenía el instante más incómodo de mi vida al querer desmembrar a Jack Howard.

—Increíble pero cierto —opinó Marcus mientras colocaba su mano sobre mi hombro—. Tú y Howard tienen el mismo gusto en mujeres, asqueroso hombre.

Quería girarme y golpearlo, pero tuve que contenerme, pues se trataba de mi maldito mejor amigo.

Marcus se apartó y yo regresé mi mirada a donde se acomodó Lía. Jack se inclinó para decirle algo al oído, a lo que esta respondió con un asentimiento. Aquella maldita sonrisa suya me dejó sin aliento y no lo pude soportar más. Aún quedaban unos minutos antes de que comenzáramos a tocar. Aprovechando que los demás estaban distraídos, bajé del escenario y caminé con determinación hacia ella. Mi cabeza estaba hecha un lío, no podía pensar con claridad, lo único que tenía bien claro era que quería marca mi territorio con aquella mujer.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando se percató de que me dirigía hacia ella y miró hacia donde se encontraba Jack, cosa que hizo que mi furia se incrementara. Saber que lo necesitaba me hacía querer partir la cara bonita del maldito, pero antes de poder siquiera dar un paso más hacia ella, las esqueléticas manos de Asheley me detuvieron a mitad de camino.

—Nene, aquí estás. Vi que bajaste del escenario y me dije "Bueno, seguro que anda buscándome".

Sin poder evitarlo, ella posó sus labios sobre los míos y pude ver el punzante dolor que le causó esto a Lía. Cerré los ojos para escapar de su lacerante mirada y correspondí el beso de Asheley.

Pensé que aquello era lo mejor; Lía pensaría que solo la utilicé y comenzaría a alimentar su odio por mí, así yo tendría que obligarme a mantener mis manos fuera de ella.

Ruidoso Silencio ( Chicas Gordas #1) Disponible en AmazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora