6. Un defensor realmente hermoso

4.2K 497 20
                                    


Capítulo 6

Un defensor realmente hermoso

Lía

Como todos los lunes, hice mi ritual antes de entrar al edificio escolar. Miré con repudio la estructura frente a mí, pero sin poder hacer nada para cambiar las cosas que ocurrían en su interior. Roth me había suplicado que me marchara con él a Los Ángeles después de lo que me ocurrió el año pasado, pero estaba harta de huir, harta de esconderme, pero mucho más cansada de darle a todo el mundo el placer de verme derrotada. Era algo que deseaba que mi hermano mayor comprendiera, aunque la mayoría del tiempo Roth no era para nada comprensivo.

—¿Qué tal, Lía?

Salté impresionada al escuchar aquella voz y observé junto a mí, donde Marcus Lowell se encontraba apoyado en el casillero contiguo al mío. Tomé una larga respiración y decidí ignorarlo. Regresé mi mirada a lo que hacía en mi casillero; sacar los libros de mi primera hora de clases. Marcus siguió de pie junto a mí. Podía sentir su vista clavada en mi rostro como láser tratando de penetrar mi piel, pero, como siempre, me quedé en absoluto silencio. Mis palabras estaban reservadas para quien en realidad las mereciera.

—Demonios, ¿realmente no me dirigirás la palabra? —Lo miré por el rabillo del ojo. Pasó repetidas veces las manos por su sedoso pelo castaño—. Si solo hubiese sabido...

Levanté una mano para que lo dejara hasta ahí, cerré mi casillero con estrépito y di algunos pasos para alejarme, pero su mano en mi antebrazo me detuvo.

—¿Qué crees que estás haciendo? —Jack Howard se apresuró hacia nosotros y se metió en medio para apartar a Marcus de mí.

Me quedé estática.

Jack me protegía con su enorme cuerpo. Sabía que el chico tenía cierta simpatía hacia mí, pero pensé que era por el hecho de sentir pena. Alcé los ojos del suelo, donde los clavé, y miré la nuca de Howard. No podía negar la belleza indiscutible del jugador del equipo de fútbol. Un cuerpo esculpido por los dioses, dientes perfectos y unos ojos grises matadores. «Oh, y no olvides su hermoso cabello negro». Sí, sonaba como si tuviera un entripado enamoramiento por él, pero solo resaltaba lo obvio.

—¿Te está molestando? —Jack miró sobre su ancho hombro directo a mi cara, que les aseguro que se hallaba inexpresiva, pero con un leve sonrojo.

—No —solté un monosílabo algo grande después de mi voto de silencio.

—Entonces puedes hablar —soltó Marcus con exagerada sorpresa.

Di un paso lejos de la espalda de Jack y llevé mis pasos a la clase del señor Jade. Contemplé sobre mi espalda a un Howard un tanto decepcionado; sus hombros caídos me decían que se encontraba derrotado. Aparté la mirada de él. No soportaba lo que me transmitían sus ojos. Nunca nadie me prestó tanta atención como este chico. Si les decía que no se movía nada dentro de mí, estaría mintiéndoles, pero vamos a ser realistas, él tenía muchas más opciones de donde elegir.

Ruidoso Silencio ( Chicas Gordas #1) Disponible en AmazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora