CAPÍTULO 76

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-Ya basta! -grito Vivio interponiéndose entre Fate y Einhart. -¿Es que no ves que no puede más?

Fate había dejado de sentir su cuerpo hacia una media hora, su visión era borrosa y temblaban sus extremidades, la sangre seca en sus ropas y cuerpo le daban un aspecto lamentable. Miro a su pequeña hija frente a ella y se sintió humillada, ya no podía sostener la enorme espada y su mano derecha tenia dos dedos rotos.

-Vivio... -dijo Einhart dudosa. -Quítate de allí, aun no termina el entrenamiento.

-PADRE ESTA MAL, DÉJALO DESCANSAR DE UNA VEZ! -grito furiosa Vivio con lagrimas en los ojos. -LLEVA ASÍ SEIS HORAS SIN PARAR!

Hayate se quiso acercar pero Vivio invoco su modo de ataque y se puso en guardia. Fate sonrió y asintió a Einhart, dejo caer la espada y la abrazo.

-Estoy cansada y realmente malherida, tomare el descanso del que hablas...

Fate quedo inconsciente y Vivio la cargo en su espalda y voló a la RF6 rápidamente. Desde hacia tres días que el entrenamiento de Fate inicio y era demasiado pesado que que para dominar el poder que tenia, liberando la primer cadena la armadura negra que llevaba se volvía veloz no ayudaba en peleas por lo que debía aprender a hacerlo, sus contrincantes eran todos los de la RF6, atacando a la vez. En el primer intento perdió el control a la media hora y para volverla en si recurrieron al ataque de Hayate para derribarla.

Vivio impedía siempre las peleas a tiempo, ya fuera antes de que perdiera el control o antes de que muriera por hemorragia. Sospechaba que esa mujer Stern no solo la guió antes y alentó, sino que también le dio algo que le permitía saber cuando la rubia estaba en riesgo, lo sentía en su ser. Todavía recordaba como se entero la verdad de ver las memorias. Cuando Nanoha decidió introducir a Bardiche dentro de ella no contó con que las memorias estarían allí, su flujo de magia afectaba a esas memorias y ella tenia acceso sin quererlo, Stern aparecía en sus sueños también ya que protegía las memorias. Todo sonaba a una historia dramática de libros de ficción y a una broma agria y de mal gusto.

No podía pasar tiempo con su padre, estaba entrenando o en la enfermería siendo tratado, o en reuniones planeando algo que no le permitían saber. Se sentía frustrada, llevo a Fate con Shamal y esta corrió asustada, le recostaron en la camilla y comenzó la curación. Y se pregunto Vivio cuantas veces más debería lastimarse Fate por el bien de los demás.


***


Cuando Fate abrió los ojos encontró a Vivio a su lado, con mirada desafiante y molesta, como se parecía a Nanoha y a ella en su actitud altiva y llena de orgullo. Se incorporo y tenia vendas en todo el cuerpo, su brazo izquierdo no tenia rasguño alguno.

-Insisto en que deberías usar un implante, el volver a formar ese brazo y mantenerlo gasta bastante magia tuya. -dijo Shamal anotando algo.

-No quiero romperlo al igual con lo que le hice al que me puso Hanji Zoe. -dijo gruñendo cuando trato de pararse.

-Terca como siempre e incluso más. Si sigues así tu cuerpo no resistirá y terminara siendo destruido, ¿eso quieres?

Fate bufo y se levanto, parecía una momia, le dolía todo el cuerpo y casi las piernas se le vencían, pero la pequeña cobriza le sujeto a tiempo.

-Siéntate. -dijo molesta.

-Igualita a tu madre. -respondió en automático Fate y se sentó obedientemente.

La puerta se abrió y entro primero Nanoha seguida de Hayate, Einhart, Hanji y Signum. La castaña se acerco a Fate y la abofeteo y de ella le siguió Nanoha pero ella le dio dos. La pelirosa le dirigió una mirada indignada y se negó a verla. Hanji sonreía incomoda por la situación.

[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos SeparoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora