CAPÍTULO 41

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Las palabras de Zest retumbaban en su cerebro de Nanoha. "Los hemos estado protegiendo del enemigo" había dicho, pero, ¿cual enemigo?

-Escúchame, por favor. -dijo tocándola del hombro. -No queda tiempo, sabe que he venido a verte, lo sabe. Esta furioso, Alfa-uno esta furioso, nos movemos a sus espaldas, lo hacemos. Por eso escucha atentamente, me ha seguido, quiere entrar. -dijo como sacado de si mismo y retrocedió tocándose la cabeza.

Nanoha se asusto por su cambio de actitud y lo encadeno. Zest se retorcía, gemía y gritaba de dolor. La cobriza se acerco y le toco la cabeza, tenia fiebre y mucha. Penso en llevarlo a un medico cuando él se desato y la agarro de los hombros

-Escuche, escuche. Nos controla, lo controla. Lo sé, lo vi. Esta cerca de vosotros, lo esta. Entre ustedes esta el culpable. Se oculta como un lobo en ropas de cordero, lo he visto, sus ojos verdes son malvados, son crueles, pero no son suyos. No, no lo son. Nos controla a su voluntad, nos controla, ayúdenos, ayúdenos.

La cobriza se asusto, la locura parecía abordar a Zest, sus ojos parecían salirse de sus cuencas mientras sus dientes no dejaban de soltar silbidos en el intento de hablar. Trato de entender la situacion.

-Nanoha, Nanoha... él esta entre ustedes. Nos controla a todos menos a Alfa-dos. No puede controlar a uno que ha rechazado a la muerte, no puede. ¿Sabe porque?

La cobriza sintió un frió en la espalda. Habia dicho Zest "a uno que ha rechazado a la muerte" no podía existir alguien a quien la muerte se negara a llevar ni nadie que se ha podido negar a morir. Nadie más que Dios tenia inmortalidad.

-No confunda la inmortalidad con la vida eterna. No, es gran error hacerlo. -dijo Zest leyéndole el pensamiento y parecía calmarse. 

-Es lo mismo. -dijo Nanoha.

Zest negó con la cabeza enérgicamente.

-La vida eterna contiene una parte del ciclo indefinidamente pero puede perecer. Sin embargo un inmortal no conoce la mortalidad, no esta vivo ni muerto, consigue estar sobre ambos con gloria esplendida. 

No podía entender esas palabras Nanoha, trataba de razonarlas. Tardo poco al entender un poco el significado. La vida eterna te permite moverte muchos años, décadas, siglos e incluso milenios. Seguirás siendo joven, tu piel no conocerá la vejez, pero, cuando algo destruye tu cuerpo mueres porque ya no tiene tu alma donde permanecer. Ahora bien, la inmortalidad no conoce la muerte, vive sin para aun cuando tu cuerpo perezca -si es que llegara a haber algo que lograra destruirlo- volvería a generarse de la materia orgánica del mundo, la inmortalidad no conoce el final de la vida porque es un estado eterno y sin fin de existencia.

Zest sonrió por lo complicado del pensamiento de Nanoha.

-No se complique. La vida eterna responde al cuerpo que mientras no se destruya se podrá vivir. La inmortalidad no conoce la muerte, así de fácil. 

La cobriza no entendía bien el significado, cuando lo pensaba le dolia la cabeza. De pronto Zest se puso serio y le apreto los hombros.

-Escuche con atención. Puedo sentir que se acerca, lo hace rápido. Debo salvarla, debo hacerlo. Ella me lo pidió. -susurro mirando a todos lados

-¿Salvarme de que?  - dijo Nanoha asustada.

-Del exiliado. -susurro aún más bajo. -Aquel que fue desterrado por desear el trono ajeno, esta en la pintura. Allí, claro como el agua. Los ciegos no lo ven, los ciegos se niegan a verlo. Fate lo sabia, si, lo sabia. Ella me lo dijo, me lo mostró.

Quería ella correr, lo que murmuraba aquel fantasma eran locuras. Sus palabras no tenían significado. ¿cuál pintura?

-Ella regalo la pista. La oculto como un regalo, uno para su familia. Le dio la clave a usted. -le miro. -Todos creen saber, pero no tienen idea. Solo usted puede entenderlo, porque las pistas las dejo Fate especialmente para usted.

[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos SeparoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora