CAPÍTULO 57

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Que cosa podía decirse de Takamachi Vivio sino que dormía profundamente, un sueño de cuatro días. Aquel lugar donde se encontraba encerrada solo le regalaban a Vivio una sensación de tranquilidad. No le preocupaba estar dormida, tampoco que tenia una madre esperando ansiosa su despertar. Las preguntas que podrían formularse sobre donde estar jamás las concibió ya sabia donde estaba y era que podía ver las memorias de Fate Testarossa pero eran limitadas. ¿Como lo sabia? Fácil, era porque su acompañante, una niña de cabellos rubios y ojos borgoña se lo contó en cuento había llegado, no dudo de eso y prefirió su compañía durante su estadía.

La gran cualidad que tenia en ese lugar era que podía elegir un escenario de esos recuerdos y vivir en ellos, manipular el entorno y conversar con las personas de las memorias. Era increíble poder fabricarse su propio mundo para estar a gusto.

-Y cuando piensas volver? -le pregunto curiosa la niña sentada al borde del muelle.

-A donde debo regresar? -respondió curiosa. -Aquí es cómodo y agradable.

-Pero aquí no perteneces Vivio, vuelve a casa.

-Fate... puedo preguntarte algo? -susurro Vivio.

-Claro. -respondió sonriendo y palmeo el concreto.

Vivio se sentó con cuidado y miro el atardecer hermoso, las gaviotas estaban ya bajando para descansar y la marea estaba ansiosa por subir. El olor a sal que pocos podrían percibir inundo sus fosas nasales.

-Tú... no eres mi padre pero aun así siento que lo eres...¿ por qué?

La pequeña Fate Testarossa se sorprendió por la pregunta y sonrió mirando hacia el horizonte.

-¿Como sabes que alguien muere, Vivio? Y, ¿Como sabes que una persona esta viva?

La pequeña cobriza se toco el pecho y lagrimas caían de sus ojos. Cierto, Fate estaba muerta. Pero las preguntas eran extrañas.

-No lo sé... -respondió.

-¿Sabes por qué puedes ver esto?

-No... no lo sé.

-Y, ¿no quieres saber?

Tenia esa curiosidad, siempre la tuvo pero tenia mucho miedo en ella de saberlo. Habia investigado en varios libros que podía tener al alcance sobre ese tema, y ninguno con explicación lógica.

-Unos creen firmemente que las memorias de una persona son heredadas mediante la genética al igual que conocimientos, temperamento, gustos, gestos, etc.

-Entonces... dices que ¿herede esto de mi padre? Pero¿ por que? Digo, mis amigas no pueden hacerlo... nadie puede hacerlo.

-De hecho, se cree que una persona puede hacerlo si usa el ochenta por ciento del cerebro. Cuando se crea el ADN de una persona al recibir la carga genética de sus padres hay unas partes que no se activan, están dormidas porque no son necesarias. Los recuerdos heredados son una de ellas.

-No creo eso...

-No hay datos pero es cierto. -sonrió. -Con forme pasa la vida de una persona su cuerpo registra cualquier cambio que hay en este, desde las enfermedades que tuvo de pequeño, las primeras impresiones, sonidos y sabores que tuvo hasta las ultimas que tuvo en la vida. Es lógico que esto se guarde en su propio ADN como una pequeña advertencia a su descendencia para sobrevivir al entorno.

Vivio se rió de la ocurrencia de la pequeña Fate y esta también lo hizo.

-Pero hablo en serio. -dijo de pronto la Fate.

-Si fuera cierto los de mi madre vería también pero no, no he visto nada de ella. -dijo pensativa. -Me tomas el pelo.

-Eres lista. -suspiro la pequeña Fate.

[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos SeparoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora