[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos Separo

CAPÍTULO 67

La espada estaba clavada en el suelo. Lynne intento liberarse con desespero pero era imposible pensar con el dolor quemandole cada fibra. La respiración era rápida y el hormigueo junto a sueño le dijeron que ahora el perdía sangre, y mucha. Calculo que un cuarto de sangre había perdido, si seguía así moriría.

El poder que había conseguido con la daga no era suficiente, el flujo de la energía se vio interrumpido ya que Hayate Yagami destruyo el altar. Esa maldita mujer ya se las pagaría después y cuando llegara el momento de las retribuciones tendría preparado unas sorpresas para ella. Trato de respirar, por suerte no tenia perforado ningún pulmón pero si rasgado el estomago y el ácido comenzaba a quemar sus órganos. No tenia más opción que usar esa magia.

Tomo la parte de la espada antes del mango y lo rompió, sus dedos fueron cortados pero solo los dos dedos indices y el medio de la izquierda, se fue de cara contra el suelo y termino de cortarse el costado con el resto de la espada. Concentro su magia y cerro el estomago junto a su abdomen, luego se ocuparía de los órganos quemados. Se levanto gimiendo de dolor y los ojos de Fate se encontraron como un azote en carne sensible. Ese rojo ardía como las llamas del infierno, no había emoción alguna que pudiera ser humana, si no le mataba estarían perdidos no solo los que quedaban en ese lugar sino todos los del universo.

-Liberación del sello Orochi. -dijo

Sus ropas negras fueron reemplazados por una armadura plateada, la capa que tenia en su espalda era azul cielo. Una espada a su costado reemplazo el florete.

Fate miraba todo con interés, en su interior comenzó a avivarse una chispa de ira junto a salvajismo. Una voz en su cabeza estaba acechándole: "Mátalo, mátalo. Desgarra su carne y devora su cuerpo entero para saciar tu hambre, bebe su sangre y sacia tu sed." Eso sonaba bien, le gusto la idea del cuerpo de ese hombre deshecho y en sus manos. Consumir al mundo que le quito lo que más amaba.

Mel miraba impotente a Lynne, esa armadura significaba que solo pensaba en matar a Fate sin contemplaciones. Pero, viendo a la rubia, ella tenia esa armadura negra que usaba en las batallas. Ambos iban por la cabeza del otro.

-Esta vez ire en serio. Nada de juegos. -dijo Lynne empuñando la espada con elegancia.

Fate sonrió ante el reto e hizo aparecer una espada también, era igual a la de su adversario y simplemente se coloco en defensa normal, son quitar los ojos del mango de la espada de Lynne.

En tres juegos de movimientos distractores Lynne dio el primer golpe que fue bloqueado por la rubia.  Continuo atacando sin parar, unos eran certeros cortando brazos y piernas, cortadas profundas que podían de rodillas a Fate. Aprovecho esto para lanzarle un ataque en la espalda, salio despedida unos metros pero fue detenida por cadenas, con la espada de Lynne señalandole un disparo de energía le fue dado.

Rompió las cadenas y detuvo a tiempo el ataque. Con una sola mano lo detuvo y se lo regreso, Lynne estuvo a poco de recibirlo, lo esquivo yendo de nuevo por la rubia antes de que se recuperara. 

Las cortadas de Fate no estaban sanando, tampoco ella hizo algo por arreglarlas. Siguió atacando una y otra vez, sus movimientos poco a poco eran más rápidos y certeros ya no fallaba y podía esquivar. Lynne supo entonces que ya la rubia no tardaba en ajustarse a tener cuerpo y cuando fuera eso seria su final.

Conjurando las cadenas del infierno atravesó  de nuevo el cuerpo de Fate y decidió lanzar otro ataque equivalente a un starlight breaker de Nanoha. No espero volver a ver como Fate se levantaba, herida y con sangre por montones. Su expresión era más salvaje y sádica.

-Nada mal. -dijo lamiendo la sangre que bajaba por sus labios. -Con la cantidad de poder que gasto Claus trayéndome de vuelta y el que gaste sanando mis heridas es obvio que no te ganare jamás. Por lo que al igual que tu usare la armadura.