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Yeriel.

¿Desde cuándo se volvió un barrio inseguro? —oreguntó Hoseok, estaba hablando con el por teléfono.

— Tan sólo hace unos días atrás. Había salido y llegué tarde, entonces Jimin cuando me vió entrar por la puerta se alegró tanto que no entendía, hasta que me explicó sobre la chica que habían matado a unas cuadras del departamento —expliqué mientras me preparaba algo para comer. Hacía unos malabares increíbles entre el celular y los utensilios de cocina, debería ganar dinero haciendo esto.

Wow, estoy completamente sorprendido. Nunca había pasado algo así en el sector por dónde vives. Yeri, debes tener cuidado si el tipo aparece nuevamente, toma clases de defensa personal si es posible. Es mejor prevenir antes que lamentar.

— Está bien, está bien —quería dejar de hablar sobre el  tema así que le dí la razón y cambié el rumbo de la conversación rápidamente—. Oye, ¿cuándo vuelves?

Mmmm... No sé, dentro de uno o dos meses talvez. Y tú, ¿que estás haciendo ahora?

Emm, estoy intentando hacer panqueques —dije mientras echaba un poco de mezcla al sartén.

No lo digo de manera literal Yeri —comenzó a reír—. Me refiero a tus estudios, ¿los vas a seguir o qué?

— Claro que seguiré estudiando. El próximo año comenzaré, me he estado preparando para rendir la prueba de admisión y esas cosas —le expliqué mientras el me escuchaba atentamente, y me dí cuenta porque cada vez que terminaba una frase el decía "sí", "claro", "oh", etcétera.

También, he conseguido un empleo de medio tiempo en una cafetería cerca de la universidad. Yo no quería trabajar cerca de ahí pero Jimin insistió, así cuando terminaba mi turno el me iba a buscar después de clases o viceversa.

Me quedé hablando unos minutos más con Hoseok y luego se despidió porque tenía cosas que hacer para organizar su próximo viaje.
Cuando finalicé la llamada seguí con los panqueques, al terminar de cocinarlos en la sartén, los rellené con nutella y bananas, a otros les puse miel.

Antes de probar lo que hice, limpié el desastre que había dejado y luego me senté en un taburete de la cocina para comer tranquilamente.

— ¡Wow! Esto está increíble, enserio está delicioso. Mira que cocinas bien Park Yeriel, por eso te amo... —dije con exageración mientras comía el primer panqueque.

Sí, esa soy yo haciéndome elogios. Cada vez que me sale algo bien y estoy sola hago eso, porque si alguien estuviera conmigo, vaya que vergüenza. El único que tiene privilegio de verme haciendo eso es Jin, porque el hace lo mismo y tengo más confianza con él. Una vez lo hice en frente de Jimin y se burló de mi por lo exagerada.

Es solo por un tema de timidez y esas cosas.

— Que ridícula te vez haciendo eso.

Me asusté al escuchar una voz ajena cerca mío, y mi cara se enrojeció de la vergüenza al ver que Yoongi era el que estaba acá.

Fruncí el ceño y lo ignoro por un momento para seguir apreciando mi comida.

— ¿No me vas a dar? —preguntó indignado, yo sólo lo miré y seguí comiendo—. Solamente los probaste tú, ¿cómo vas a saber si a los otros también les gusta? Tengo que dar mi opinión.

— ¿Min Yoongi me está diciendo eso?, ¿al chico que no le gusta lo dulce? —pregunté de manera sobre actuada e incrédula, pero luego me calmé y con la frente señalé la alacena—. Saca un plato de allá.

ET IRIS (Taehyung) (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora