ET IRIS (Taehyung) (sin editar)

23

Yeriel.

Taehyung había dejado de llorar, entonces dejé de abrazarlo. Me acomodé sobre la banca y miré hacia el frente, la vista de la ciudad, las pequeñas luces que iluminaban en la noche.

Observo a Taehyung de reojo y ví que limpiaba sus mejillas por las lágrimas.

— Hay cosas que si recuerdo del pasado y algunas son cuando te había tratado mal —habló derrepente. No lo miré, pero si escuchaba atentamente a lo que decía—. Estos recuerdos los he tenido hace poco y cuando te volví a ver ese día en la universidad que chocamos, si bien te reconocí, pensé que nos llevábamos bien. Pero luego, esos días dónde decías "¿Acaso no recuerdas lo que me hiciste?". Intentaba hacer memoria pero no podía. Hasta estos últimos días en los que te habías sentido mal por lo que te ocurría, ahí supe a que te referías con eso de lo que te hice. Fuí una mierda de persona contigo...

— Está bien, Taehyung —lo interrumpí de pronto, luego desvíe la mirada del mirador hacia él—. Entiendo tu situación y mejor olvida lo del pasado, por que yo también lo haré.

— ¿Como quieres que olvide algo que estoy comenzando a recordar? —preguntó inseguro.

— Porque te está haciendo daño —expliqué—. Dime una cosa. Cada vez que piensas en eso, ¿te arrepientes de haberme tratado así en el pasado?

— Sí... Claro que sí me arrepiento y bastante, te hice daño sin importarme por como te sentías —tespondió rápidamente y yo sonreí.

— Bueno, no se diga más —dije con seguridad, me levanté de la banca y me puse al frente de él y estiré mi mano—. Hola, mi nombre es Park Yeriel. Tengo veinte y me gusta el helado de vainilla.

— ¿Qué? ¿Que estás haciendo? —preguntó confuso. Yo rodeé los ojos y moví mi mano que estaba extendida hacia el.

— Borrón y cuenta nueva, ¿conoces eso? —el asintió—. Bueno, eso estoy haciendo. Seamos amigos, olvida el pasado y vive el futuro.

Taehyung me miró sin expresión alguna, solamente está pestañeando y entonces pensé que me veía muy estúpida haciendo esto. 

Estaba siendo muy optimista y dejé de lado mi parte introvertida. No sé cómo saqué esta parte tan ¿sociable?, creo que me desconozco en estos momentos.

¿Estaré haciendo algo malo que no dice nada? Lo único que hace es mirarme fijamente. Mi mano aún está extendida hacia él y no la estrecha, pensé que iba a aceptar.

Lo único que quería era sacarme un peso de encima porque sentí que estaba actuando de una manera infantil con él al tener ese tipo de rivalidad y dejar de hacer la guerra con el castaño. Además, estaba agradeciendo su hospitalidad conmigo en los momentos que me sentí mal porque me ayudó e incluso me cuidó.

Todo eso en solamente hacer las pases y olvidar como si nada hubiera ocurrido.

— ¿Lo haces por lastima cierto? —preguntó derrepente. Su mirada ahora estaba fija el el suelo y sus palmas estaban juntas.

— ¿Qué?

Su pregunta me dejó totalmente fuera de lugar. No comprendí a que se refería con eso.

Olvidé que mi mano aún estaba extendida hacia el, hasta que después me di cuenta y realmente me veía patética de esa manera. Así que la retiré de inmediato y la escondí en el bolsillo de mi abrigo, estaba avergonzada.

— Claro —respondió el mismo, ahora su cabeza se eleva para mirarme a los ojos y se acomoda en el respaldo de la banca—. Te acabo de contar mi historia y sientes lástima. Por favor, no lo hagas con sentimientos falsos.

¿Acaso cree que lo hago por conveniencia? Sólo estoy siendo sincera y me está molestando su actitud de mierda.

— Taehyung, yo no soy como los hipócritas de tu familia si es que piensas que soy así. No lo hago por conveniencia, lo hago porque quiero llevarme bien contigo realmente —expliqué molesta, está siendo un terco.

— No mientras —rió con amargura—. Te tragas la verdad y terminas escupiendo una mentira.

Entonces entendí que en la vida de Taehyung la gente lo conoce y luego se va. Quizás lo llenaron de falsas promesas y quedó con la ilusión de que fuera así, quizás solamente estaban en las buenas con él pero en las malas solamente había un vacío a su alrededor.

— No porque en tu vida te hayan llenado de mentiras y falsas promesas significa que yo también lo sea como el montón de ellos —aclaré.

El solamente me miró y no dijo nada.

— Si quieres creer que solamente quiero ser tu amiga por lástima por lo que me contaste hace unos minutos, entonces házlo. Pero yo no soy así, adiós Kim.

No quería seguir ahí, su actitud pesada como también negativa me estaba haciendo mal y me llegué a sentir frustrada.

Caminé sin saber dónde me encontraba, todas las calles se me hacían desconocidas y lo único que quería hacer era llegar al departamento. En pocas palabras, me había perdido.

Luego de no se cuanto tiempo —por que sí, se me había descargado mi móvil— encontré una parte que era bastante transitada por autos y pedí un taxi hasta el edificio. Por suerte tenía dinero en mi cartera, lo suficiente para pagar el viaje que se me hacía largo hasta mi hogar.

Durante el trayecto, pensé en lo que había ocurrido. La discusión con Taehyung me dejó bastante desconcertada.

Pensé que todo iba bien como para dejar esa pequeña rivalidad entre nosotros, porque los últimos días nos llevábamos bien. Pero no.
Entonces me dí cuenta que había elegido el momento menos indicado para pedirle su amistad. Claro, si el está mal, sus sentimientos le hicieron una jugada en contra.

Así que pensó que yo era igual que esas personas que lo dejaron en el pasado.
¿Pero que hay de la amistad que hay con los chicos? No entiendo nada, su actitud me confunde mucho.

— Señorita, llegamos —avisó el conductor del taxi, haciendo que bajara de las nubes.

Le pagué el dinero que correspondía al señor, le agradecí y me bajé del vehículo.

Hoy había tenido un día algo desagradable; primero la junta con mi padre que no me dejó muy bien, a pesar de haber oído toda la verdad. Y después la discusión con Taehyung.

Lo único bueno que puedo sacar de esto, es que el taxista me dejó literalmente al frente del edificio. Así por lo menos no tendría que caminar más cuadras. No lo digo por floja, llevo tacones y mis pies duelen.

Subí al ascensor hasta el octavo piso y caminé hacia mi departamento. Cuando entré, Jimin se lanzó encima mío que casi me caigo al suelo.

¿Y a este que le pasa?

— ¡Yeriel estás sana y salva que alegría! —exclamó mi hermano mientras desordena mi cabello.

Definitivamente hoy era el día de no entender a las personas.

— ¿Y a ti que bicho te picó? —pregunté mientras quitaba mis tacones, por fin libertad y no más dolor.

— Estaba tan preocupado. Te tardaste más en llegar que Taehyung, luego en las noticias mostraron a una chica que había muerto cerca de acá a causa de un tipo que fué el responsable. Por un momento pensé en tí, pero la chica tenía el cabello largo cuando hablaron de ella en la televisión —explicó rápidamente. Hizo una pausa y sonrió—. Me llevaste el peor susto de la vida pequeña sanguijuela.

Por lo menos no sospecha porque llegué después que Kim.