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Yeriel.

Después del incidente que ocurrió con Taehyung hace unas horas me devolví al departamento con intención de cambiarme el atuendo por uno limpio y luego volver a la universidad.

Eso era lo planeado, me duché y cambié mi ropa, pero terminé quedándome acostada en mi cama mientras editaba fotografías que había tomado hace unos meses para subirlas a mi cuenta de Instagram.

Además no tenía ganas de ver a nadie, mi humor es un asco, y no tengo la paciencia para soportar a la gente de la universidad, y mucho menos a los profesores que les gusta ver arder a los alumnos con todos los informes que piden hacer, aunque así es la universidad.

Me levanté de la cama y arrastré mis pantuflas hasta la cocina para prepararme algo para comer. Porque yo sin comida y mi estómago vacío, soy una amenaza para el mundo.

Saqué la caja de cereales que estaba en la alacena, eso fué un gran reto para mí. Digamos que soy más baja que Jimin, y por ende, tuve que subirme a un mueble para conseguir lo que quería. Una vez que hice todo ese espectáculo, saqué la leche del refrigerador y me dispuse a comer.

Yo soy el tipo de persona que actúa y luego piensa, eso es bueno pero a la vez malo... muy malo. Así que pensé en que lo que había hecho hace un rato fué la cosa más estúpida.
Osea, ¿a qué tipo de gente se le ocurre echar un puñado de cereal a la boca y luego un tremendo chorro de leche? Claro, a mí. Luego de hacer eso, me atraganté y derramé todo lo que me había echado.

Me cambié por segunda vez la franela, que la última se había mojado con leche, y la primera fue el café. Cuando salí de mi habitación, me encontré con mi hermano y sus amigos: Jin, Yoongi, Jungkook y Namjoon.

— Hola —saludé mientras iba de camino nuevamente a la cocina.

— ¿Porque faltaste a clases? No te vi en ningún lado de los que frecuentas —preguntó Jimin mientras caminaba por detrás mío.

— Emm, tuve un pequeño inconveniente.

Saqué un vaso de vidrio que estaba limpio y lo llené de zumo de frambuesa.

— ¿Tienes trabajo que hacer con ellos? —consulté apuntando con la cabeza hacia la sala, pero el negó.

— No, vamos a jugar un poco de videojuegos —encogió sus hombros.

Lavé el vaso y lo dejé con la loza limpia. Jimin había sacado un par de snacks para sus visitas y fué al salón donde ya habían instalado la consola.

— ¿Quieres jugar con nosotros? —me preguntó el menor de todos, Jungkook.

— Mmm, no. Debo seguir editando, diviértanse.

Entré a mi habitación arrastrando las pantuflas, sin ganas. La verdad es que ya no tenía el ánimo suficiente para editar y estudiar para la universidad. Si debo hacer algo que me guste, debe hacerse con entusiasmo y gusto. Opino, que si haces algo que no te de satisfacción, no tendrá sentido y quiero dar el cien por ciento de mi.

Entonces me lancé sobre mi cama, sintiendo la comodidad que proporcionaba el colchón junto con mis almohadas. Ahí fue cuando mis ganas de dormir se apoderaron de mí, y en el momento en el que estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo, entró Jimin a mi habitación.

— Yeri, invité a un amigo que llegó hace poco a la universidad. Los chicos y él se quedarán a dormir, sólo te estoy avisando, no te van a molestar.

— Ahh, Jimin. Tus amigos llevan casi dos años quedándose a dormir acá, me da igual —me quejé, pero de buena forma y casi balbuceando.

— Duerme bien —canturreó.

ET IRIS (Taehyung) (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora