𝗖𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 ↻ 𝙽𝙲𝚃

Trato

[Mark]

—¿Nombre?—

¡Genial!, un interrogatorio justo al entrar a este infierno... Como si no supiesen mi nombre...

—Mark.—

Jaehyun me miró con el ceño fruncido, se veía cansado , pero no me importa lo que siente ese bastardo, no después de lo sucedido hace seis años.

—Apellido.—

—Lee.—

¿Qué desean que revele ahora? ¿Dónde compré mi ropa o qué?

—¿De qué eres responsable?—

No se hagan los tontos, eso desespera mucho.

—¿Tú qué crees?—

—Responde.—

Bufó ese cerdo.

—Trabajo en un mercado.—

Dije con una expresión sarcástica en mi rostro.

—Tomate esto en serio.—

¿Cómo lo puedo tomar en serio con este payaso frente a mí?

—GO.—

—No lo puedo creer... ¡¿Sabes los delitos que has cometido estos cinco años con GO?!—

—Los tengo contados. Ni siquiera cadena perpetua lo haría , ni la pena de muerte, ni la tortura, tal vez debería vivir mucho más de cien años por todos los años en prisión. ¿Por cuantos asesinatos?, como por millones, ni siquiera sé quiénes matábamos, solo eran personas que se metían en el camino.—

—¿Cómo te atreves, Mark?—

—Atreviéndome.—

Su mano se dirigió con fuerzas hacia mi cachete izquierdo, por dios, empezó a arder. ¿Cuánto puedo apostar que me dejó marcada su palma?. Alguien le empezó a llamar por teléfono. Se fue al otro extremo de la sala y solo asentía, no sé de qué o a quién le hablaba. Finalizó su corta llamada y me dirigió la palabra:

—Mark, el líder quiere hablar contigo.—

¿Ahora qué querrá ese idiota?. Jaehyun me levantó a fuerzas de la silla, abrió la puerta de metal y nos dirigimos al elevador, al entrar en este, Jaehyun presionó el número 10, el piso donde se encontraba la oficina de Taeyong. Me quedé callado el tiempo que estuve en ese espacio con Jaehyun, pero sentía como este me miraba de vez en cuando, haciendo esto cada vez más incomodo. ¡Por fin!, había marcado el número 10, pero no debía celebrar, ya que otra situación incomoda se acercaba, estar en una oficina con una de las personas que más detesto, Lee Taeyong, el que se supone que es mi hermano.

Caminamos por los pasillos, hasta llegar a la puerta del lugar donde se encontraba el mismísimo diablo. Jaehyun tocó cuatro veces y abrió la puerta. Demonios. Era una oficina como para reuniones, ya que había una mesa larga. Y en las sillas se encontraban unos diablillos. Doyoung, Winwin, Ten, Yuta, Kun, ¿qué hacía Johnny ahí?, y otros dos que nunca había conocido. De aseguro eran los que me remplazaron junto con Johnny.

—Mark, siéntate ahí.—

Ten apuntó a un asiento vacío en el otro extremo de la mesa. No podía oponerme, así que tomé asiento. Tenía que mirar a los ojos a ese bastardo que se hace llamar "líder", "jefe".

—Ha pasado un tiempo Mark, ¿cuánto tiempo?, ¿5 o 6 años?—

—No fue suficiente... aún puedo reconocer tu feo rostro.—