Capítulo 23

1.7K 98 22
                                    

Hay noches en las que le hablo a la luna deseando que me escuches, y rogando con la mirada en el cielo que por favor me respondas, sólo dime algo, por favor, aunque sea un adiós.


Que no nos pudimos despedir, es cierto, que no fue lo que pensábamos, también es verdad, y aunque ya no estás aquí, las estrellas brillarán con todo su esplendor por cada parte de lo que un día fuiste, y por cada vida que cambiaste.


A ti que estás arriba, quiero decirte que siempre habrá una forma de volver a encontrarnos; miraré tu reflejo en el agua, te leeré en un poema, encontraré tu sonrisa en los ojos de las personas que son tan felices como tú siempre lo fuiste; te recordaré con una canción, con una foto, con un abrazo. Recordaré tu olor cuando el aroma de las flores inunden mi corazón, y te imaginaré a mi lado siempre que haga algo de lo que ambos estaríamos orgullosos, cumpliré las promesas que te hice, lograré las metas que algún día mencioné, y cada vez que te extrañe... le hablaré al cielo pidiéndole que te recuerde lo mucho que te amo, y lo tanto que te extraño.Hoy no estás aquí, pero siempre quedarás en mí, y eso es saber que el amor es eterno, y que eres parte de mí, hoy, mañana, y siempre.


Primero de Junio del 2018.

Ada.

-Vamos, cariño, tienes que seguir adelante - dijo mi padre mientras yo observaba mi tarea sin ganas de nada.

-No han pasado ni dos semanas, papá. - Me quejé mirándolo a los ojos.

-Pero en dos días es tu cumpleaños, linda. Sé que aún es difícil, pero a Mason le gustaría que siguieras adelante - suspiré cansada de siempre escuchar lo mismo: "A Mason le gustaría esto", "A Mason le agradaría lo otro", "A Mason no le gustaría verte así".
Lo sé, conocía a Mase, sé lo que hubiera querido y lo mucho que se esforzaba por hacernos felices; pero él se fue, ya no está y no volverá, es tiempo de aceptarlo.

-Papá, ya te dije que no quiero hacer nada, ¿Por qué no respetas mi decisión? - por un segundo me arrepentí de decir eso, pues sus ojos reflejaron instantes de dolor.

-Podrías invitar a Homer e ir al cine juntos - dijo con una sonrisa tímida. Tragué fuerte, aún no les había dicho lo que Homer pensaba de mí y lo duro que era no apoyarnos mutuamente.

-Ya les dije que entre él y yo se terminó todo - mordí mi labio inferior tratando de no llorar.

-Lo entiendo, Hija, pero porque hayan terminado no significa que no van a ser amigos - respiré profundo y me levanté de mi silla.

-Escucha, en verdad aprecio que quieras hacer esto por mí, papá, pero este año no será diferente a los demás. Cada tres de Junio paso con ustedes dos - dije refiriéndome a mi madre - Me gusta comer con ustedes y pasar en casa viendo una película, no necesito un amigo ahora mismo - me miró con lo que yo llamaría "lástima" y salí tomando mi celular, un abrigo, y un poco de dinero. Necesitaba aire.

Cerré la puerta de mi casa y caminé sin saber en realidad un lugar a dónde dirigirme. Eran apenas las tres de la tarde, desde lo que pasó con Mason no había vuelto a salir después de las seis, se podría decir que había desarrollado un pequeño trauma, pues desde niña siempre me dijeron que es mejor salir acompañada, pero eso no había evitado el hecho de que alguien salió muerto, y la otra persona con un corazón roto.
Era tan ridículo pensar en una relación o incluso el dolor que sentía, cuando la madre de Mason estaba destrozada. Inmediatamente supe que debía dirigirme a su casa.

***
Toqué el timbre suspirando y teniendo en mente que debía mostrarme fuerte. A los segundos, la madre de Mason abrió.

Su rostro estaba un tanto pálido, había bajado considerablemente de peso y tenía bolsas bajo los ojos, pero aún así seguía siento una mujer hermosa.

A falta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora