Ada.
Después de la primera clase, salí con Mason a mi lado.
—Fue una clase interesante — dijo él con una sonrisa en su rostro.
—Eso lo dices porque no dejaste de lanzarme papelitos — los sesenta minutos más largos de mi vida.
—Admite que tenían mensajes divertidos — reí un poco.
—Claro, si por divertidos te refieres a insultar al profesor y quejarte porque escupe mientras habla, fueron muy graciosos.
—¡Me dan pena los de primera fila! — dijo haciendo gestos con sus manos — sólo imagina chorros de saliva cayendo por todos lados.
—Eso es asqueroso — se puso en frente mío y dejé de caminar.
—¿Ves por qué me quejaba? — asentí divertida.
—¿Y si nos descubrían? — se quedó callado pensando un poco y empecé a caminar de nuevo. Íbamos a gimnasia.
—Te hubiera delatado — abrí la boca con asombro y golpeé su hombro.
—¡Oye! — alzó las manos en defensa y dijo.
—Tienes que verlo desde mi punto de vista, si me descubrían, me hubieran expulsado, en cambio a ti, que nunca haces nada malo, tal vez te hubieran hecho limpiar baños por más tiempo o algo así — le dí la razón y llegué a mi casillero para tomar mi ropa de deportes.
—¿Para qué traes esa ropa si nunca haces nada en esa clase, Ada? — rodé los ojos y lo miré.
—Porque si me pongo agua en la cara, y me golpeo las mejillas, parecerá que si me esforcé — soltó una carcajada y puso una mano sobre mi hombro mientras indicaba el fondo del pasillo.
—En diez años tú serás el futuro de esta institución — miré a su dedo imaginando a Mason en unos cuantos años.
—Ni hablar, una vez que me gradúe no pienso volver — me miró indignado y puso las manos en sus caderas.
—¿No vendrás a verme? — fruncí el ceño confundida.
—Ya te habrás graduado — dije segura.
—Es probable que no pase el último año, así que te esperaré sentado con un bigote que por ahora no crece— se acarició la barbilla y fuimos juntos a la clase siguiente.
—Muy bien alumnos, hoy quiero que corran veinte vueltas de calentamiento — Dijo el entrenador. Estoy segura de que puse una cara de horror, ya que Mase rió cuando me vió.
—Vamos, Ada, corramos juntos, yo te guío — miré a las puertas buscando una posibilidad de esconderme, pero Mason me tomó del brazo y arrancó.
—Espera — le susurré — necesito escapar de aquí.
—No seas floja, te hará bien. Imagina que un zombie viene atrás tuyo, necesitas estar preparada.
—No creo en los zombies — le dije obvia.
—Eso significa que no vas a sobrevivir a un ataque — respiré fuerte y seguí corriendo.
—Creo que en cualquier minuto voy a romperme algo — le dije con cansancio.
—Es por eso que me tienes aquí, no te va a pasar nada — pero eso no fue posible ya que tropecé con mis propios pies y caí rodando llevándome a Mason conmigo.
Hice una mueca de dolor cuando la cabeza chocó con el piso. Abrí los ojos y Mason estaba muy cerca mío con una cara de espanto.
—Auch — susurré mientras soltaba un suspiro.
ESTÁS LEYENDO
A falta de amor
RomanceAda es torpe, pero a la vez la más brillante de su salón, tiene la capacidad de llegar a ser un completo dolor de cabeza, y nunca ha besado a un chico. Homer es apuesto, inteligente, y con un futuro prometedor. Su nombre es sinónimo de suspiros, y s...