Capítulo 21

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Abrí los ojos y traté de acostumbrarme a la luz que me rodeaba, el dolor de cabeza era insoportable, y cuando pude enfocar algo me encontré con paredes blancas y me senté de inmediato. ¿Dónde estaba?

—¡Hija! Despertaste cariño — dijo mi madre llorando desconsoladamente.

—Mi vida, todo va a estar bien, ya lo verás — susurró mi padre acercándose y acariciando mi cabello.
¿Qué había pasado?
Estaba en un hospital, eso era seguro, miré a mis padres con temor y entonces...

Lo recordé.

El hombre detrás de nosotros, la pistola, Mason sangrando y diciendo que me quería....Mason.

—¡¿Cómo está Mase?! — hablé en voz alta levantándome de golpe y sintiendo un pequeño mareo.

—Ada, cariño, siéntate por favor, lo necesitas — los miré asustada y salí del cuarto del hospital por el pasillo.
Me topé con una enferma que venía caminando y la detuve.

—Mason, Mason Jones, entró con una herida de bala, ¿Cómo está él? — hablé rápidamente. La enfermera me miró con lástima y temí lo peor.

—Lo siento, linda, no estoy informada sobre ese paciente.

Sin darle las gracias, caminé sintiendo a mis padres llamándome, encontré un letrero con flechas que indicaban el lugar de emergencia. No sabía el tiempo que había permanecido desmayada, pero quería encontrarlo ahora.

Corrí por los pasillos como pude y me detuve de golpe al escuchar un llanto desconsolado antes de llegar a donde planeaba.
Caminé despacio y encontré a la madre de Homer abrazando a la señora Jones.

—¿Qué... qué sucedió? — pregunté en un murmullo sin avanzar más.

—¡Ada! — la madre de Mason se lanzó a mis brazos y empezó a llorar sin control mientras lágrimas rodaban por mis ojos —Mason te quería tanto, cariño, eras como una hermana para él — dijo entre sollozos.

—¡Que alguien me explique lo que está pasando! — exclamé con dolor. Me fijé en la sala de espera y enfoqué mi vista en una puerta color negra que había cerca nuestro. "Morgue"

—Es Mason, Ada — dijo la madre de Homer con lágrimas en sus ojos — murió minutos después de llegar al hospital.

No.

Es imposible.

—Eso...eso es, es mentira — hablé tartamudeando. La señora Witmore me dió una mirada de lástima y caí inconscientemente al piso junto a la mamá de Mason.
Sentí a mis padres arrodillarse a mi lado cuando eso sucedió.

—Todo va a estar bien — susurró mi padre.

—¡¿Estar bien?! Nada volverá a ser lo mismo papá! Mason murió, se fue, nos dejó y no va a volver, ¡¿No lo entiendes?! — su madre lloró aún más y yo la seguí.

Después de lo que fueron los minutos más largos de mi vida, una enferma le inyectó un calmante a la mamá de Mason mientras que yo me negué rotundamente.
Tomé asiento en una fría banca del hospital y traté de calmarme. Fue ahí cuando un nombre se me vino a la cabeza.

Homer.

—¿Mamá? — pregunté con la voz ronca. Ella me miró y seguí hablando — ¿Dónde está Homer?

—Salió corriendo del hospital cuando se enteró de la noticia, su padre fue a buscarlo, Ada — las lágrimas volvieron.

Era su hermano, su mejor amigo desde que fueron niños, compañero de aventuras y confidente.
Esa persona que tanto amaba....ya no estaba. Se había ido con el viento mostrándome una vez más lo injusta que podía ser la vida con las personas que amaban estar aquí, ¿por qué él?

A falta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora