Capítulo 14

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Ada.

Hoy es el tan hablado concierto. No puedo estar más emocionada. En realidad, tanto Homer como yo, no habíamos podido dormir.

Me paré frente al espejo y miré mi reflejo tratando de descubrir el atuendo perfecto para esta noche.

Decidí vestirme con una camiseta negra sin estampado, y un jean color claro que nunca antes había usado. No llevaría bolso ya que no quería que se me perdiera; así que guardé mi celular, mi boleto y dinero extra, en el bolsillo de mi pantalón.

Salí apresurada ya que Homer se encontraba al frente de mi casa esperando con su auto.

—Hola — lo saludé dándole un beso en la mejilla y cerré la puerta.

—¿Lista para la mejor noche de tu vida? — preguntó sonriendo mientras me ponía el cinturón de seguridad.

—Eso parece — le respondí entusiasmada.

Viajamos por lo que serían casi cuarenta minutos hasta que vimos al estadio lleno de gente y filas de personas que esperaban entrar.
Cuando encontramos un lugar seguro para dejar el auto, nos bajamos e hicimos cola para entrar.

—¿En qué lugar estás? — le preguntó una rubia a Homer.

—Lamentablemente sólo conseguimos entradas para el general — contestó él señalándome. La rubia me ignoró y siguió.

—Es curioso, tengo una entrada extra al vip. Era de un amigo, pero no pudo venir — dijo haciendo un puchero — Pensaba venderla hoy, pero parece ser que eres un verdadero fan — mencionó señalando la camiseta de Homer que decía "Kodaline". Él si tenía una —Puedes venir conmigo si quieres, guapo. —Abrí la boca indignada. Era increíble lo que se podía conseguir con un par de músculos.

Miré a Homer y le brillaron los ojos de la emoción. Estúpido.

—Gracias, pero supongo que no iré a ningún lado sin ella — señaló con la cabeza al lugar en donde yo estaba, aquello me molestó mucho más, ¿Así que era una carga?

—Anda con tu nueva amiga, vine por el concierto, no por pasar tiempo contigo — miré al frente deseando que la fila se moviera rápido.

—Ya la oíste, ven conmigo y luego quizá podríamos ir a mi casa a tomar algo — miré de reojo y puso su dedo índice en el pecho de Homer. Perra.

—Lo siento, será para otra — la chica lo miró molesta pero aún así no se fue.

—Desaprovechaste una increíble oportunidad, imbécil — pasó brazo por mis hombros y traté de alejarme. Pero no me dejó.

—No seas tonta, no voy a dejarte, Ada — una gran parte de mí gritó por dentro, pero me hice la indiferente.

Luego de media hora, ya estábamos en nuestros lugares. Las luces se apagaron y todos gritamos de la emoción. La banda salió y mi sonrisa creció aún más.

Todo lo que quiero, es nada más
que oírte tocar a mi puerta.
Porque si pudiera ver tu rostro una vez más,
podría morir como un hombre feliz, estoy seguro.

Cuando dijiste tu último adiós,
morí un poquito por dentro.
Yazco entre lágrimas toda la noche en la cama,
solo, sin ti a mi lado.

Pero si me querías,
¿por qué me dejaste?
Llévate mi cuerpo,
llévate mi cuerpo,
todo lo que quiero
y todo lo que necesito es
encontrar a alguien,
encontraré a alguien... como tú.

Porque sacaste a relucir lo mejor de mí,
una parte de mí que nunca había visto.
Tomaste mi alma y la limpiaste.
Nuestro amor se hizo para las pantallas de cine.

A falta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora