Capítulo 6

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Ada.

No podía creer que a mi madre se le saliera algo como eso. Sé que no lo hizo con intención, estaba emocionada de que por primera vez en mi vida, haya llevado a un "amigo" a casa, y además, quería decirle claramente que eso no fue un accidente, que eran personas malas, que hicieron cosas malas que al final se salieron de control, pero no podía soltarlo.

¿Qué se supone que le diría a Homer ahora?
No iba a contarle lo que pasó, eso seguro. Pero en el poco tiempo que lo conocía, podía apostar a que no dejaría de insistir, y ese chico puede ser un dolor de cabeza cuando quiere.

***

Entré por las puertas del colegio para sufrir por lo que serían las próximas siete horas, fuí directo a mi casillero y metí los libros que no utilizaría en mi primera clase. Hoy era día de limpieza en los baños, pues mis padres llegaron a un acuerdo con el director y decidieron que Homer y yo haríamos la limpieza dos veces por semana durante un mes. Igual de asqueroso, pero era razonable.

Caminé agarrando mi mochila con fuerza deseando no encontrarme con Homer por el pasillo. Pero mis súplicas no fueron escuchadas.

—¡Ada! — gritó en mi dirección mientras corría a mi alcance —¡Espérame! — aceleré el paso mientras trataba de esconderme entre las personas —¡Pero cuando tenemos deportes no corres así de rápido! — era cierto, mi velocidad sólo era eficaz cuando me convenía.
En cuestión de unos segundos ya lo tenía al frente mío bloqueando la puerta para entrar a mi salón.

—Quítate — ordené poniendo cara de pocos amigos.

—No, ya sabes que me gusta verte enojada — respiré tratando de calmarme y decidí dejar un rato el mal carácter. Las personas empezaron a mirarnos.

—¿Qué quieres, Homer? — se cruzó de brazos y se puso serio.

—Quiero que vayamos a comer helados en la tarde — busqué alguna chispa de burla en sus ojos, pero nada, totalmente serio.

—Deja de bromear — quise hacerlo a un lado para poder pasar, pero se mantuvo firme.

—Hablo en serio, Ada, ¿Qué tiene de malo? — casi me río en su cara. Casi.

—¿Ya olvidaste que vomité en tus zapatos? — alzó una ceja y me señaló con un dedo.

—Fue sólo una vez, confío en que no volverá a pasar. Y si te hace sentir mejor, iré descalzo — esta vez sí me reí.

—¿Qué estás tramando? — suspiró y se frotó la cara con las manos.

—Nada, Ada, nada. ¿Quieres sólo aceptar? ¡Es helado! — tenía un buen punto. De todos modos, si trataba de sacarme información, me daría cuenta y lo dejaría antes de que supiera algo.

—De acuerdo — de la nada su rostro cambió totalmente dejando su rostro serio por una sonrisa de oreja a oreja.

—Iré por ti a las 5, ya verás que no te vas a arrepentir, nos vemos para limpiar los baños! — se agachó y besó mi mejilla en un santiamén, después de eso salió corriendo diciendo que llegaría tarde a su clase. ¿Qué fue eso?

***
Homer y yo no hablamos mucho mientras hacíamos la limpieza, una parte de mí, decía que se había arrepentido de invitarme esta tarde, la otra parte, y la más racional, decía que pase lo que pase, me tiene que dar igual en un futuro.

Bien, Ada, esto no es una cita, no tienes que estar bonita ni mucho menos emocionarte. Es un simple helado.
¡Voy a salir con el chico que fue mi crush durante años!
Basta. Es suficiente.

Miré mi armario tratando de encontrar algo lindo que ponerme. Camisetas que usaba como pijama, vestidos demasiado formales, pantalones flojos.
Justo aquí.
Entre tantas cosas patéticas, encontré un jean negro de mi talla, y una camiseta rosa pastel sencilla. Parecía perfecto. ¿Y si voy sin chaqueta para que él me ofrezca la suya? Parece que va a hacer frío...

A falta de amorHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin