¿Podemos hablar?

19.5K 1K 377
                                    

-POCHÉ-

Desde que rompí lazos con Calle, siempre me mostré feliz, como si no me afectara, como si ella y yo nunca hubiésemos sido nada. Pero todo eso era un simple disfraz para ocultar lo que sentía, y me mataba por dentro, me mataba ver cómo Calle no ocultaba su tristeza y lo descuidada que estaba.

Sus padres me llamaron para que pueda solucionar las cosas con ella o simplemente hablar y quedar bien, los chicos me dijeron lo mismo, pero yo no acepté, me dolía verla así, pero si es que aceptaba hablar con ella, de seguro la iba a perdonar y era lo que menos quería en estos momentos.

Ya había pasado un mes. A Mario lo veía con mas frecuencia, y de igual manera seguía siendo rechazado.

Como era de esperarse, saliendo de la academia, me dirigí al restaurante de siempre y una vez mas me encontré con Mario.

- Hola - dijo con una sonrisa y tomando asiento al frente mio.

- Hola - respondí, levantando la mirada para observarlo - ¿Qué quieres? - pregunté con normalidad.

- A ti... - dijo entre risas - ¿Saldrías conmigo mas tarde? - entrelazo sus dedos y colocó su mentón sobre ellos.

- Uy si... claro - dije con sarcasmo, para luego dar un sorbo de mi bebida.

- ¿Enserio? - dijo emocionado y yo reí - Entonces ya quedamos, paso por ti a las 5, adiós - se levantó rápidamente y me dio un beso en la mejilla. 

No supe como reaccionar, incluso me atore con el agua, quise llamarlo y decirle que era broma, pero ya era inútil, se había ido muy rápido. Todos se me quedaron viendo, poco después sonreí como tonta, no se que me estaba pasando, después de todo este tiempo, Mario había sido muy comprensivo conmigo, a pesar que lo trataba mal, el seguía allí, haciéndome compañía, escuchándome, preocupándose... Realmente estaba siendo el Mario de antes, ese del que me enamore.

- No seas boba María José - susurré y agite la cabeza.

Terminé de comer y salí de allí, pedí un taxi y fui hasta mi casa. Cuando llegue, dejé mis cosas en el sofá y subí hasta mi cuarto. Ya en mi cuarto, me recosté en la cama y tomé mi celular y le marqué a Mario.

-📱MARIO: ¿Bueno?

-📱YO: Hola... - dije un tanto nerviosa - Ma...

-📱MARIO: Poché - sonó emocionado - Milagro que me llamas ¿Pasó algo?

-📱YO: Pués... No podré salir hoy... Solo lo dije de broma, perdón - dije apenada.

📱MARIO: (Silencio)... Bueno, está bien, no te voy a presionar, pués, tampoco quiero que me aceptes por obligación o que sé yo... Pero espero que algún día lo hagas.

La verdad es que se me hizo tan tierno ese gesto y sin darme cuenta esbocé una sonrisa.

-📱YO: Gracias y pues... Perdón - dije seria - Eso es todo, adiós. - colgué sin esperar a que el se despidiera.

Dejé el celular y me puse a hacer mis cosas. Y así fue como transcurrió el resto de mi tarde y noche, sola en casa, extrañando a Vale y a mí papá... Y también a ella.

Amaneció, los rayos del sol chocaron contra mi rostro, provocando que despertara de mala gana, me moví un poco por debajo de las sábanas, tratando de conciliar el sueño, pero recordé que tenía clases en la academia y no me quedó de otra, que levantarme. Apenas salí de la cama, camine con dirección a la ducha, cuando salí, me sequé el cabello, fui al armario y saqué un short azul más una playera blanca, junto con unos tenis que hacían juego con todo eso. No me maquillé mucho, solo quería lusir algo sencilla el día de hoy. Terminé de arreglar mi cabello y salí de la casa sin tomar desayuno.

Love Is Love / CacheWhere stories live. Discover now