Aislada de todos

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-POCHÉ-

Ya habían pasado tres días sin verla. Tres días sin saber nada de mis amigos. Tres días aislada del mundo. Definitivamente no quería saber nada de nadie.

Apenas me comunique con Vale y mi papá. Tuve que hacer algo que no me gustaba, tuve que mentirles. Ellos pensaban que todo estaba bien y sin embargo era todo lo contrario. Nunca había reído tanto sin sentirlo.

Me levante de la cama y camine directo al baño, me miré al espejo, tenía el cabello bastante desordenado y unas ojeras gigantescas. Me lave la cara y solo acomode un poco mi cabello. Salí de la casa en busca de algo para almorzar, pues ya eran a las 2 de la tarde. 

Llegué a un pequeño restaurante, pedí lo que había en el menú y espere pacientemente. Cuando creí que todo iba a estar mas tranquilo, escuche una voz familiar, voz que no la escuchaba hace mucho y que hizo que me estremeciera.

- ¿Poché? - sonó no muy seguro de que fuera  yo - ¡Poché! - esta vez sonó mas convencido, al parecer ya se dio cuenta que si era yo. - Buenas tardes. - se puso en frente mío.

- Ma... Mario - tartamudee al verlo. Quise levantarme de mi asiento y retirarme, pero el lo impidio.

- No... No por favor - tomo mi mano de una manera muy delicada, tenía miedo que en cualquier momento me agarrara bruscamente. - Siéntate ¿Si? - no sabía que responder y me senté lentamente. - Gracias - esbozo una sonrisa -¿Puedo sentarme? - preguntó mientras me soltaba lentamente.

- No - respondí de inmediato y se me quedó viendo como un idiota.

- Poché - dijo entre risas - Por favor... Deja que me siente y platicamos un rato. - señaló a la silla.

- Que no - fruncí el ceño - Retírate o llamo a seguridad - se asombró.

- Poché... yo quiero que me perdones por esa ve...

- ¡Que te largues! - Golpee la mesa con ambas manos - Que te largues de aquí, que te largues de mi vida, y que nunca te vuelvas a aparecer.

- Ya... ya... tranquila, esta bien, me iré... Pero no me iré de tu vida hasta que me perdones. - suspiró - Se que fui un completo idiota, y lo que hice fue por culpa de las malditas drogas... Que te hacen hacer cosas que no quieres... o que se yo, espero me entiendas - Fue lo que dijo y se retiró.

Me quedé en blanco, sola, y mirando hacia el asiento vació que tenía en frente. Pensé en lo último que dijo y en segundos, Daniela se vino a mi mente.

- Señorita... Señorita, aquí está su pedido - dijo el joven mesero, sacándome de mis pensamientos y dejando el plato sobre la mesa.

- Gracias - agité un poco la cabeza, para entrar en razón.

Me dispuse a comer. Cuando terminé, llamé al joven que me atendió y le pagué, agradecí nuevamente y me fui.

Ya dentro de mi casa, cogí el celular y me desplome sobre el sofá, desbloquee la pantalla del celular y vi que tenía un nuevo mensaje de Pau. 

-📱PAU: ¿Lista para mañana? (2:15 pm)

No quería responderle, pero tenía curiosidad de saber a lo que se estaba refiriendo.

-📱 YO: ¿Para qué? (3:18pm) 

Ella no tardó en responder.

-📱 PAU: Hasta que te dignas a responder (3:19pm)

Love Is Love / CacheWhere stories live. Discover now