Cap 26

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-CALLE-

Lo último que recordaba era que no me sentía nada bien,que había salido de mi casa muy furiosa después de la discusión que tuve con mi madre, y conduje mi auto a gran velocidad como si quisiera uir de la realidad y no me había percatado que al frente mio venia otro auto, sus luz sofocaba mi vista, y cada vez se iba acercando más, cuando logré reaccionar... ya era muy tarde, estábamos a punto de chocar, por desesperación grité y automáticamente hice un movimiento para que el choque no afecte tanto a Poché, pues ella no tenia la culpa de mi descuido y lo único que quería era que ella se salvara.

Desperté, no quise abrir los ojos pero el cuerpo me estaba doliendo horrible, como si hubiese caido desde el cielo y tenido un mal aterrizaje.

- Al fin despierta señorita Calle - Dijo una voz de forma amable que no se me hacía para nada familiar, supuse que seria la enfermera, o un angel que me estaba dando la bienvenida al cielo, "¡No seas tonta daniela, no digas tonterías!" me dije a mi misma y preferí optar por la opción de la enfermera.

- ¿Buenos días? - Respondi con la misma amabilidad sumado a una gran confusión. - ¿Usted es la secretaria de San pedro? - Bromie y ambas reimos - ¿Me dejará pasar o no? - "Genial Daniela... Hasta estando moribunda no pierdes el tiempo" pensé mientras no dejaba de reír.

- Por suerte no soy ella señorita Daniela - respondió - Usted se encuentra en el hospital - escuché sus pasos y sentí como acomodó la almohada que estaba debajo de mi cabeza - No tenga miedo señorita, abra sus ojos.

- Digamos que el hospital no es mi lugar favorito - dije mientras arrugaba la nariz.

- Bueno, me tengo que retirar. - escuché como se alejaba y abria la puerta y antes de que lo cerrara agregó - Desdé que ella supo que usted estaba aquí, trató de estar a su lado cada vez que podía, incluso hasta hacía berrinches. - eso último lo dijo riendo y terminó por irse.

"¿Desde que ella?" Repetí en mi mente mientras abría mis ojos lentamente para ver a mi alrededor y encontrarme con una grata sorpresa.

Mi Poché se encontraba recostada en aquél sofá blanco de la habitación, me tranquilizaba saber que ella estaba bien, aunque aún se le notaba aquellos moretones y heridas que tenía en su cuerpo y rostro.

Me quedé contemplando su sola presencia hasta que me di cuenta que abrió sus ojos, esos ojos que me echizaban con tan solo verlos, y cuando nuestras miradas chocaban, hacían que mi ritmo cardíaco se alterará y automáticamente dibujara una sonrisa en mi rostro.

Ella se quedó mirandome, al parecer había quedado en shock.

- Hola - dije, haciendo que vuelva a la realidad.

Al escucharme, se dibujó una sonrisa en su rostro, acompañado de algunas lágrimas derramadas de felicidad, no tardó mucho y en seguida corrió hacia mi para refugiarse en mis brazos.

- Joder... Me hiciste tanta falta - dijo sin soltarme.

Sus palabras hicieron que se produzca un nudo en mi garganta, me dolía tanto con tan solo pensar en cómo ella estaría sufriendo y yo no estuviese a su lado consolandola.

- "Lo siento mucho"- fue lo que dije. Ella se apartó un poco de mí, al cruzar miradas la luz de sus ojos me llenaron de vida. - "Perdóname" - dije sin poder evitar mis lágrimas, me encontraba muy arrepentida de lo que ocasione, no dijimos nada durante unos segundos hasta que ella rompió aquel silencio.

Love Is Love / CacheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora